Celebración con la Fundación Pueblo Indio de Ecuador               10 de marzo de 2024

“En tiempos de crisis: esperanza y solidaridad”

Música: Amaneció por mi país

Presentación  (Nidia)

Introducción: La realidad nacional, regional, mundial es angustiante. La guerra, ese monstruo grande que pisa fuerte, elimina hermanos nuestros en tantas partes del mundo, en Palestina y Ucrania, en Sudán del Sur y el Congo. El gran capital, ahora Neoliberal, sostenido por  el occidentalismo, la ilustración y la colonialidad que conlleva racismo, xenofobia y exclusión, profundiza la desigualdad social, genera la sociedad del malestar y no se detiene. En su sed de ganancias multiplica las guerras, el narcotráfico, el saqueo, el extractivismo a ultranza, la desterritorialización… con lo que crece el calentamiento global y se suceden de forma indetenible, inundaciones y sequías que dejan secuelas de desnutrición infantil, hambre crónica, migraciones forzadas, crisis alimentaria, muerte; nuestra misma madre tierra, continúa gimiendo con dolores de parto. El panorama es desolador; constatamos que, desde los poderosos no hay solución posible, pues ellos defienden su orden establecido, aunque para eso hagan desaparecer pueblos originarios y afrodescendientes, culturas milenarias y crezca por doquier el desierto y la angustia.

Aquí en Ecuador y en toda Abya Yala, en África y en el norte global, los pueblos originarios son los que llevan la pesada cruz de la policrisis que incluso es civilizatoria.

Pero la crisis no nos puede paralizar. Tenemos en el Evangelio Liberador y en las culturas ancestrales el ADN que nos revitaliza, en ellos encontramos puntos de luz y de ESPERANZA. Es tiempo de sembrar ESPERANZA SOLIDARIA;  con voluntad insobornable, es tiempo de lucha y de resistencia, con eso alimentamos la UTOPIA que nos permite avanzar hacia el cambio de este sistema de muerte, hacia la construcción colectiva del Reino de Dios y su Justicia, del SUMAK KAWSAY, de la SOCIEDAD NUEVA que soñamos.

Primera Lectura:  Mensaje de Francisco ante la cuaresma 2024

A través del desierto Dios nos guía a la libertad”

Cuando Dios se revela, comunica la libertad “Yo soy el Señor tu Dios, que te hice salir de Egipto, de un lugar de esclavitud”. Y, como Israel, que en el desierto lleva todavía a Egipto dentro de sí, también hoy el pueblo de Dios debe abandonar las ataduras opresoras que lleva dentro de sí. Pues como anuncia el profeta Oseas “Dios educa a su pueblo para que abandone sus esclavitudes y experimente el paso de la muerte a la vida. (Os 2,16-17)

El éxodo de la esclavitud  no es un camino abstracto. Para que nuestra Cuaresma sea concreta, debemos querer ver la realidad. Y, al mirarla de frente, vemos como también hoy llega al cielo el grito de nuestros hermanos oprimidos y debemos preguntarnos si nosotros los oímos, si nos sacude y si nos conmueve. Debemos preguntarnos en esta Cuaresma si seguimos bajo el dominio del Faraón, ese dominio que nos vuelve insensibles, un modelo de crecimiento que nos divide y nos roba el futuro, que ha contaminado la tierra, el aire y el agua. Debemos Preguntarnos: ¿Deseo  un mundo nuevo? ¿Estoy dispuesto a romper los compromisos con el viejo? 

El testimonio de un gran número de los que trabajan por la paz y la justicia revela que  lo que hay que denunciar es un déficit de esperanza, un impedimento para soñar Se parece a esa añoranza por la esclavitud que paraliza a Israel en el desierto, impidiéndole avanzar. De otro modo no se explicaría que una humanidad que ha alcanzado el umbral de la fraternidad universal y niveles de desarrollo científico, técnico, cultural y jurídico capaces de garantizar la dignidad de todos, camine en la oscuridad de las desigualdades y los conflictos.

Existe, sin embargo, una nueva humanidad, la de los pequeños y humildes que no han sucumbido al encanto de la mentira. Mientras que los ídolos vuelven mudos, ciegos, sordos, inmóviles a quienes les sirven, los pobres de espíritu están siempre abiertos  y dispuestos: son una fuerza silenciosa del bien que sana y sostiene el mundo.

Es tiempo de actuar y en cuaresma actuar es detenerse en oración y detenerse como el samaritano ante el hermano herido. No tener otros dioses es detenerse ante la presencia de Dios, en la carne del prójimo. En la medida que esta cuaresma sea de conversión, la humanidad extraviada sentirá destello de una nueva esperanza.

Quisiera deciros hoy “buscad  y arriesgad”. En este momento histórico los desafíos son enormes, los quejidos dolorosos- estamos viviendo una tercera guerra mundial a pedacitos- pero abrazamos el riesgo de pensar que no estamos en una agonía, sino en un parto; no en el final, sino al comienzo de un gran espectáculo”. Es la valentía de la conversión, de salir de la esclavitud. La fe y la caridad llevan de la mano a esta pequeña esperanza

Introducción al Evangelio: Antes de leer el evangelio de Mc 2, 1-12, contemplemos que en la situación que se dio ese día en Cafarnaúm, los amigos del paralítico pensaron:

1º no es un problema individual y que “él se las arregle sólo”

2º es un problema colectivo y vamos a discurrir y trabajar con la esperanza de conseguir algo.

Fue una esperanza activa.

Evangelio: Mc 2, 1-12 . Entrando de nuevo en Cafarnaúm, se supo que estaba en una casa, y se juntaron tantos, que ni aún en el patio cabían, y Él les hablaba.

Vinieron trayéndole un paralítico que llevaban entre cuatro. No pudiendo presentárselo a causa de la muchedumbre, descubrieron el tejado por donde Él estaba, y, hecha la abertura, descolgaron la camilla en que yacía el paralítico,  Viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico “Hijo, tus pecados te son perdonados.”

Estaban sentados allí algunos escribas que pensaban entre sí: ¿Cómo habla así éste? Blasfema.  ¿Quién puede perdonar los pecados, sino solo Dios?

Y luego, conociendo Jesús con su espíritu que así discurrían en su interior, les dice: ¿Por qué pensáis así en vuestros corazones?, ¿Qué es más fácil decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu camilla y vete?

Pues para que veáis que el Hijo del Hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados,  se dirige al paralítico, y le dice: “Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa”. Él se levantó, y tomando luego su camilla, salió a la vista de todos, de manera que todos se maravillaban, y glorificaban a Dios diciendo: ¨Jamás hemos visto cosa tal¨.

Invitación al diálogo colectivo. Tras estas lecturas que acabamos de compartir, tenemos que buscar algún resquicio de esperanza, por difícil que parezca,  como lo hizo el paralítico  del evangelio y los que le porteaban,  como lo hace el Papa en este principio de cuaresma, como hacen y han hecho tantos profetas,  Proaño es un ejemplo.

Si bien la  realidad de guerras e injusticias parece imponerse, hemos de buscar algún resquicio de esperanza en la vida y el ejemplo de tantas personas que allá y acá y en todas partes luchan y viven con la esperanza certera de que “un mundo mejor es posible”, y solo se conseguirá con la unión de muchos pequeños esfuerzos y la confianza plena de que nuestro Dios, el Dios de los que en él confían, está por encima de nuestros conflictos.

Tantos profetas que conocemos nos enseñan con su vida y su ejemplo, que no se puede perder la confianza ni la esperanza de que una vida mejor para todos  tiene que ser posible,  siempre que aportemos nuestros pequeños y no tan pequeños esfuerzos .

Os invito a compartir vuestras reflexiones.

Reflexión de la Palabra: reflexión hecha en comunidad. En nuestras comunidades y el país vivimos inseguridad, desempleo, feminicidios, desastres naturales, la delincuencia organizada, corrupción, crisis en los servicios de salud y educación, el narcotráfico, la migración y otros.

Muchas veces nosotros también nos convertimos en maestros de la ley cuando somos insensibles con el prójimo.

Esta lectura del Evangelio nos invita a mantener la fe, la esperanza para vivir la solidaridad, la unidad, la humildad, la gratitud y el apoyo mutuo.

Practiquemos la compasión y el perdón en nuestras interacciones reconociendo así el poder de la empatía y la reconciliación.

Blanca Díaz, leerá en vivo la reflexión que hicieron en minga.

Petición de perdón: Hoy , en esta celebración, pedimos perdón  a nuestras hermanas y hermanos

  • Por la injusticia y cobardía que nos lleva a la hipocresía.
  • Por tanta bronca acumulada y traición disimulada que da paso al desencanto que nos paraliza.
  • Por ignorar el dolor y la resistencia de los  pueblos masacrados.
  • Por nuestros miedos que nos hacen ignorar a los testigos que nos dicen que este es el tiempo de la esperanza y que la nueva Humanidad es posible.

Y, ahora, sintiéndonos reconciliados, damos paso a las ofrendas

Ofrenda 1 Ofrecemos esta mazorca de maíz, como símbolo de agradecimiento de nuestra Comunidad STA, hacia la vuestra de Pueblo Indio, por los valores que nos estáis transmitiendo a lo largo de estos años de Hermanamiento, como son:

“El cuidado de la Madre Tierra,  Sentido  comunitario de la Vida, vuestra profunda espiritualidad y solidaridad, tan necesarios para la Humanidad en estos momentos de crisis”.

Ofrenda 2 de flores del campo.  La compañera Alicia Guitarra, expresará la ofrenda en Kichwa y en castellano la compañera Nina Aguilar de la comunidad de Huaycopungo

Para los pueblos originarios el Pawkar Raymi es el tiempo del florecimiento, tiempo de los granos tiernos, es el inicio del año nuevo Kichwa. Hacemos un llamado a las nuevas generaciones a valorar nuestras raíces milenarias para que nuestra identidad y cultura no muera y siga viva.

Agradecemos a la Madre Agua, al Taita Inti, al Fuego sagrado y a la Madre Tierra por darnos los granitos para nuestra subsistencia. Las mujeres crecemos y tomamos conciencia para seguir caminando con fe, esperanza y amor.

 Ofrenda 3 Bolsas

Ofrenda 4  Pan y vino 

Anáfora celebración Fundación Pueblo Indio de Ecuador.

Lector. Te bendecimos y damos gracias Padre/Madre por los brotes de Esperanza que constatamos a pesar de nuestros insanos apegos, nuestra omnipotencia, nuestras incertidumbres, angustias y desmanes.

Todos: Gracias Señor, porque a pesar de las profundas crisis que estamos viviendo, agobiados por los problemas económicos, la amenaza del cambio climático, las guerras y envueltos en una corrupción demasiado generalizada, vislumbramos la posibilidad de recorrer caminos inéditos, para enfrentar los retos difíciles de la coyuntura actual.

Lector. No caigamos en la rutina, rompamos las ataduras que nos esclavizan, no nos quedemos en solo tomar conciencia. Comencemos a actuar ya, hay muchos caminos que podemos tomar y que se pueden adaptar a nuestra idiosincrasia, a nuestras posibilidades, así que comencemos ya a vivir la esperanza en otro mundo posible.

Todos: Reconocemos que nosotros debemos ser Iglesia liberadora, y ser capaces también de hacernos cargo del dolor de las personas que nos rodean. Y en esta tarea no estamos solos: Como decía monseñor Proaño: trabajamos con las dos manos para hacer la misma cosa. La comunidad cristiana es una mano, la otra la sociedad en la que vivimos. El objetivo: venga a nosotros tu Reino.

Lector. Hacernos cargo del dolor de las personas que nos rodean, supone cargar con su camilla y acompañarles en su curación, como hemos leído en el Evangelio.

Lector: El pueblo ecuatoriano lucha por la conservación del medio ambiente, herencia de nuestros antepasados y futuro para nuestras hijas e hijos. Su lucha debe ser nuestra lucha.

Todos: Celebramos este encuentro con la Fundación Pueblo Indio y salimos reforzados en nuestra responsabilidad y compromiso de dar al que nos pide, ayudar a encontrar al que busca y abrir nuestra puerta al que llama. Porque una fe no encarnada es el grano que muere en tierra estéril.

Lector: Las mujeres indígenas representan una fuerza incontestable de estas luchas. Nos sentimos en comunión con ellas y con sus reivindicaciones que trascienden al presente para proyectarse en el futuro.

Lector: Con la fuerza de la Comunidad y apoyados en el Evangelio unimos ahora nuestras voces y cantamos:

SANTO, SANTO, SANTO

Lector. Compartir el pan y el vino ha de suponer la renovación de un compromiso que exige compartir todo nuestro ser. Nada es mío o tuyo: todo es nuestro.

Todos: «Por eso, repetimos el gesto de aquella noche en que tomaste un trozo de pan y lo repartiste entre todos diciendo “Tomad y comed todos de él, porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por vosotros».

Lector. Compartir el pan y el vino es también compartir vida, es sellar una alianza con la Humanidad doliente, con los hambrientos y desterrados con los que están solos o enfermos. Todas las personas caben alrededor de esta mesa, y por eso

Todos: Tomamos el cáliz lleno de la sangre del sufrimiento humano y la Esperanza en un nuevo Reino. Nos atrevemos a beber de él, porque sabemos que es la copa de la alianza nueva y eterna que se derrama por toda la Humanidad para liberarnos de nuestros fallos. Levantamos la copa recordando la entrega de Jesús. ¡Sigue caminando con nosotros!

Lector: Unimos nuestras manos y voces, nos unimos con nuestros hermanos de la comunidad de STO Tomás y de aquí del Ecuador a nuestras hermanas y hermanos en Ecuador para repetir la oración que Tú nos enseñaste y que nos invita a mirar en dos direcciones: El Reino del Amor y el ser humano y sus necesidades.

Todos. Padre nuestro que estás en la tierra, enredado con  nuestros desvelos hoy tu nombre nos sabe a justicia, nos sabe a esperanza y a gloria tu Reino

Padre nuestro, padre nuestro, no eres dios que se queda en su cielo tu alientas a los que luchan para que llegue tu reino

Padre nuestro que estás en la calle, entre el tráfico, el ruido y los nervios, que se cumpla, Señor, tu palabra, lo mismo en la tierra que arriba en el cielo

PADRE NUESTRO, PADRE NUESTRO….

Padre nuestro que sudas a diario en la piel del que arranca el sustento, que a ninguno nos falte el trabajo, que el pan es más pan cuando ha habido el esfuerzo

PADRE NUESTRO, PADRE NUESTRO,…

Padre nuestro que no guardas nunca contra nadie venganzas, desprecios, que te olvidas de ofensas y agravios y pides que todos también perdonemos

PADRE NUESTRO, PADRE NUESTRO…

Lector: Antes de compartir este pan y este vino, queremos dar y recibir Paz; pedir perdón por nuestras acciones u omisiones. De nada sirve dejar nuestra ofrenda en esta mesa si no estamos reconciliados con nuestro prójimo. Nos damos un abrazo fraternal en el que envolvemos a presentes y ausentes,

Démonos La Paz

En amistad y fraternidad  compartimos el pan  COMUNION. (Todos)

La Paz.

Comunión. (Suena la canción SOLIDARIDAD)

Acción de Gracias. Te damos Gracias, querido Padre/Madre, porque en esta celebración del Hermanamiento con la Fundación del Pueblo Indio, una vez más, salimos renovados con la esperanza de llevar a nuestras vidas, el testimonio de la Mujeres de Imbabura, como parte de los pueblos originarios  SON EJEMPLO de lucha y resistencia, valoran y defienden la vida con su filosofía de KAUSAY PURIY y sus símbolos

Agua, enfrentando sus sombras, para vivir sin miedos, sanando el alma ancestral

Fuego, emprendiendo su viaje mítico como el colibrí, recuperando su alma y creando con belleza su propio sueño,

Aire, el vuelo del pájaro les permite ver la totalidad y encontrar su mejor destino, y

Tierra, reconociendo su historia, y las huellas de su pasado, pudiendo soltar la vieja piel como la serpiente, para caminar libremente sobre la tierra.

Gracias por transmitirnos a la comunidad de Santo Tomás el coraje y la resistencia junto con Monseñor Proaño que nos decía “Hay que caminar con los dos pies, un pie en la fe y otro en la política, un pie en el evangelio y otro en las organizaciones populares”

Se invita a la comunidad a dar gracias.

  • Música/canción Hay que seguir andando

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