“Y sucedió que, ejerciendo Zacarías sus funciones sacerdotales delante de Dios según el orden de su turno, le tocó en suerte, según la regla del sacerdocio, entrar en el santuario del Señor para ofrecer el incienso. Y toda la muchedumbre del pueblo estaba fuera en oración durante la hora de la oblación del incienso” (Lc 1, 8-10)

Comentario.

“Así es como Cristo interviene por nosotros delante de Dios y por Dios delante de nosotros, como el Mediador. Todas las veces que pensamos en Juan, que no es Cristo, en esa figura que nos recuerda que Cristo no existe tampoco sin su Iglesia, que no existe sin la comunidad y que, en la comunidad, no existe sin el ministerio que predica la reconciliación. Nos recuerda que no puede ser de otra manera, que en este camino hacia Dios verdaderamente allanado subsiste la observancia, la observancia del Mediador y de la mediación entre Dios y el hombre, entre la eternidad y el tiempo”.

(Adviento. Karl Barth. Studium p. 13)