GRUPO DE ORACIÓN

EL SILENCIO 8.3.09

 

Solidaricémonos con nuestros compañeros Andrés Redondo y Pilar Sánchez manifestando nuestro apoyo espiritual para que la justicia sea una realidad en Colombia de donde han vuelto recientemente marcados por el terror que allí se vive.

Además nos solidarizamos con los que reivindican una sana gestión sanitaria de manera que el bien común sea preservado frente a intereses privados.

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Empecemos como siempre por relajarnos, tomando distancia con lo que nos rodea, haciendo silencio en nosotros mismos, acondicionando todos nuestros miembros de la cabeza hasta los dedos de los pies….

Tal vez obtengamos la gracia de apreciar en el silencio, la presencia de Dios, la fuerza vital que emana de El, el Espíritu vivificador que se siente en nuestra respiración, tanto al inspirar como al expirar….

Como dice nuestro amigo Víctor Manuel Arbeloa: “ El silencio es el único rumor que hace Dios cuando pasa por el mundo”…

El silencio sana, es un acto de liberación interior, permite despojarnos de lo superfluo,

de lo que nos impide ser nosotros mismos, permite sentirnos libres devolviéndonos la paz interior.

Me gustan las alcachofas pero tengo que despojarlas de las hojas exteriores, más duras que acorazan los corazones de las alcachofas. Así en nuestra vida debemos saber poco a poco, con paciencia, aprender a despojarnos de nuestras armaduras y corazas, que en lugar de protegernos nos oprimen y ahogan. Dejemos de lado nuestros prejuicios, nuestra rigidez, nuestras intransigencias…

El silencio permite a veces comunicar con la mirada, con un gesto, con una caricia… sin necesidad de pronunciar palabra.

El silencio es el puente de comunicación entre lo divino y lo humano, incluso muy a menudo entre los amantes… El silencio es necesario para comunicar con Dios, para disfrutar del amor…

“Señor, agudiza nuestros oídos para reconocer tu voz, tu rumor, y tu presencia en el silencio. Lo importante Señor, como dice San Ignacio, no es saber mucho, sino sentir y degustar las cosas interiormente. Para ello necesitamos tu luz, tu sensibilidad, hacerte sitio en cada uno de nosotros…y así volvernos misericordiosos”.

Soledad, silencio, meditación, contemplación, vida monástica, puede que nos den miedo en el mundo en que vivimos y donde lo que cuenta es el éxito, la fama, tener bienes, dinero…

”Señor, habla, que tu siervo escucha, me callo, hablo demasiado…te amo en silencio escuchando tu rumor.”

El silencio es el único rumor que hace Dios cuando pasa por el mundo.