Celebración 10 octubre 2021 No podéis servir a Dios y al dinero
- Introducción a la celebración En esta celebración hemos escogido como tema el mismo del Congreso de Teología de este año “El neoliberalismo mata: No podéis servir a Dios y al dinero”.
Creemos que es un tema de máxima actualidad ahora que parece que estamos superando el dichoso coronavirus. Yayo Herrero decía que con motivo de la pandemia tal vez tengamos un minuto de lucidez para darnos cuenta que tenemos que cambiar nuestra manera de vivir y buscar una sociedad alternativa a la actual, pero parece que no es así y que la mayoría de los ciudadanos desean volver a la antigua normalidad.
Aunque el Papa Francisco ya nos advirtió que el neoliberalismo mata, parece que este sistema se ha afianzado y que las riquezas siguen siendo el objetivo fundamental de nuestra vida, con las consecuencias medioambientales y sociales que ello conlleva, olvidándonos de los más vulnerables, de los pobres, de las personas que sufren las injusticias, de los explotados, de los que mueren ahogados en el Mediterráneo huyendo de la miseria y el hambre y que en la Europa fortaleza no los queremos acoger.
Jesús nos advirtió que no se puede servir a Dios y al dinero porque las consecuencias son las que estamos viendo y este es el tema de nuestra celebración.
- 1ª Lectura: Resumen del Mensaje del 40 Congreso de Teología.
Inspirados en las palabras de Jesús de Nazaret sobre la incompatibilidad entre Dios y el dinero, en la afirmación del Papa Francisco “La economía de la exclusión y de la iniquidad mata” y en la calificación de Pedro Casaldáliga del neoliberalismo como “la gran blasfemia del siglo XXI”.
- Fueron analizadas situaciones de injusticia estructural, pobreza extrema, desigualdades crecientes, violencia de género, discursos y prácticas de odio contra personas inmigrantes, refugiadas, desplazadas y LGTBI.
- Las guerras, la pandemia y la devastación ambiental han aumentado la inseguridad alimentaria. Más de 30 países están amenazados por el hambre. El coronavirus ha afectado con más virulencia a los sectores más vulnerables de la sociedad y nos ha hecho tomar conciencia de nuestra fragilidad y vulnerabilidad y de la necesidad de practicar la ética del cuidado
- Nos hemos sentido conmovidos e indignados por el sufrimiento del pueblo afgano, especialmente de las mujeres, por la situación de pobreza extrema de la mayoría de la población de Haití, por la desatención de los niños marroquíes en Ceuta y su utilización política, por las personas inmigrantes pobres ahogadas y por la violencia contra el pueblo palestino y otros pueblos oprimidos.
- Hemos tomado conciencia de que las fronteras matan, pero que el silencio cómplice de lo que realmente sucede en ellas también mata. En muchas ocasiones la comunicación es utilizada al servicio del poder y en contra de los pobres que buscan un horizonte de vida más digno. Ese tipo de información también mata.
- Hemos tomado conciencia de que sexo y mercado están deviniendo más compañeros que nunca. El neoliberalismo económico en alianza con el patriarcado se convierte en neoliberalismo sexual.
- La teología feminista denuncia la alianza entre el neoliberalismo económico, el fundamentalismo y el patriarcado religioso. Denuncia la discriminación y la violencia de género, ejercidas por las jerarquías religiosas. Critica asimismo la teología androcéntrica.
- La jerarquía de la Iglesia católica española contraviene el mandato de Jesús de no acumular tesoros en la tierra (Mt 6,19), hace oídos sordos a la petición de que devuelva dichos bienes al pueblo y se coloca del lado del neoliberalismo que mata. Con su defensa y mantenimiento de los privilegios económicos, fiscales, educativos, culturales e incluso militares, incumple la exigencia de Jesús a sus seguidores de no llevar bolsa, ni alforja ni calzado.
- En la crítica al neoliberalismo seguimos la óptica de Jesús de Nazaret, que cuestionó el “dinero injusto”, denunció el ídolo Mammón, condenó la codicia insaciable y asesina, rechazó los intereses ilícitos y defendió el perdón de las “deudas”.
- Nuestra propuesta alternativa al neoliberalismo se inspira en la vida solidaria, el mensaje liberador y la praxis igualitaria de Jesús, en su denuncia del poder político opresor y del poder económico explotador y en su opción por las personas y los colectivos más vulnerables: pecadores, publicanos, prostitutas y personas fuera de la ley. Se inspira en la economía de la solidaridad, y del reparto equitativo de los bienes.
- En conclusión, nadie puede servir a Dios y al dinero. Si servimos al dinero, matamos.
- Música tras la lectura. Adagio del Concierto de Brandemburgo nº 1 de Bach
- Lectura del Evangelio. El joven rico (Mateo, 19 16-26) y No podéis servir a Dios y al dinero (Mateo, 6,24)
- Introducción al diálogo. En la introducción a la celebración se nos ha hecho caer en la cuenta de que, en este sistema en el que estamos inmersos, las riquezas siguen siendo el objetivo fundamental de nuestra vida y como consecuencia nos olvidamos de los más vulnerables. En los primeros siglos de la fe cristiana ya se proclamaba que si alguien no tiene lo suficiente para vivir con dignidad se debe a que otro se lo está quedando. San Juan Crisóstomo decía: “
La tradición cristiana nunca reconoció como absoluto o intocable el derecho a la propiedad privada y subrayó la función social de cualquier forma de propiedad privada. El principio del uso común de los bienes creados para todos es el primer principio de todo el ordenamiento ético-social, es un derecho natural, originario y prioritario. Y esta debería ser la base de nuestro funcionamiento social, pero es evidente que no lo es.
Desde nuestras opciones:
- Examinemos nuestros comportamientos individuales, familiares, colectivos, con respecto a nuestros bienes y nuestra forma de hacer uso de ellos
- Medio, fin, apego a las riquezas materiales
- Excusas, justificaciones…, a la hora del empleo de nuestros bienes
¿Defendemos con convicción opciones políticas y sociales sensibles a un justo reparto de las riquezas del planeta?
(Hagamos un minuto de silencio, reflexionemos y pongamos en común nuestros pensamientos).
- Petición de perdón. Dios, Padre y Madre que te haces presente en los pobres, en los migrantes, en las mujeres que sufren violencia, en los niños sin derechos y que es ahí dónde te encontramos hoy.
Te pedimos perdón por no comprometernos todo lo que debiéramos a cambiar las estructuras injustas del sistema neoliberal y que causan tanto sufrimiento, por otras que permitan construir un mundo más justo y humano
Y también, perdón, por nuestros déficits de solidaridad. Sabiendo que Tú nos acompañas como sentido último y profundo de la vida
- Ofrendas:
- La pensión
- Una foto de emigrantes
- Bolsas
- Pan y vino
- Oración Eucarística. Te damos gracias Señor porque nuestra comunidad nos ayuda a ser más coherentes con el mensaje del Evangelio. En estos momentos difíciles para la vida humana ante los problemas que se están generando, es necesario hacer un esfuerzo para que colaboremos en la creación de una nueva sociedad donde se pueda hacer presente la fraternidad, la justicia, la solidaridad, la igualdad, etc. y que pongamos por delante las necesidades de los más pobres, de los últimos, de los que huyen de sus países por la miseria y les acojamos fraternalmente para que puedan gozar de una vida digna.
Te pedimos Señor que nos ayudes en esta inmensa tarea para que no pongamos por delante nuestros bienes y nuestro dinero antes que el cumplimiento de tu mensaje evangélico.
En esa confianza y sabiendo que tú estás presente en medio de nosotros con tu aliento vivificador y tu espíritu creador, recordamos ahora el momento en que, reunido con tus discípulos y discípulas, tomaste el pan, lo bendijiste dando gracias a nuestro Padre-Madre, lo partiste y lo repartiste diciendo:
Tomad y comed todos de él porque esto es mi cuerpo que se entrega por vosotros y vosotras.
Igualmente hiciste con la copa dando gracias a nuestro Padre-Madre lo repartiste entre todos y todas diciendo:
Tomad y bebed porque este es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna que será derramada por todos los hombres y mujeres para su total liberación.
Este es el sacramento de nuestra fe:
Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ven Señor Jesús.
Recordamos ahora a todas las personas de la comunidad que ya nos han dejado pero que sabemos están muy cerca de Ti; los tenemos presentes en nuestras oraciones (hacemos un momento de silencio).
Nos sentimos Señor enormemente frágiles y por eso mismo rezamos la oración que tu nos enseñante: Padre Nuestro….
Y ahora nos damos LA PAZ
- Comunión Tempo de Minueto del Septimino de Beethoven
- Acción de Gracias. Después de nuestras reflexiones y de la experiencia de celebrar la palabra y compartir el pan y el vino, hoy Señor, te damos gracias por tantas personas que nos ayudan con su ejemplo a ser críticos y a cuestionarnos nuestra forma de vivir y nos sirven de acicate para seguir creciendo en la lógica del compartir, de la austeridad, del no-individualismo.
Te agradecemos el mensaje de liberación y autenticidad que nos has transmitido a través de tu Hijo. Gracias por infundirnos confianza en nosotros mismos. Con tu ayuda podremos hacer frente al espíritu del dios dinero que domina nuestra sociedad y toma cuerpo en las injusticias que nos asaltan. Queremos contribuir a hacer posible otro mundo mejor y unidos a cuantos luchan a favor de la felicidad de todos, invocamos tu auxilio y bendecimos tu nombre.
Te damos gracias por el regalo de nuestra Comunidad, que nos reúne en tu memoria y que nos cuestiona continuamente nuestra incoherencia entre lo que pensamos y lo que hacemos; entre la vida cómoda que nos sugiere la sociedad de consumo y nuestra necesaria actitud de cambio.
- Poesía de Pedro Casaldáliga.
- No tener nada,
- no llevar nada,
- no poder nada,
- no pedir nada.
- Y de pasada,
- no matar nada,
- no callar nada.
- Solamente el Evangelio,
- como una faca afilada.
- Y el llanto y la risa en la mirada.
- Y la mano extendida y apretada.
- Y la vida, a caballo dada.
- Y este sol y estos ríos y esta tierra comprada
- para testigos de la Revolución ya estallara.
- ¡Y mais nada!
- Avisos