Celebración 4 de junio de 2023

El largo y tortuoso camino de los Constructores de la Paz   

Colombia es un país atravesado por la violencia y al mismo tiempo buscador desesperado de la paz. la situación actual es muy complicada para el gobierno del Pacto Histórico» de la izquierda (1º de izquierda en la historia de Colombia), y por lo tanto para lograr la Paz.

Evangelios: Jn 15: 20-21; 16: 1-4; Mt 5:9-12

Los pasajes de los evangelios de Juan y Mateo que vamos a leer, nos advierten de incomprensiones, insidias y juicios denigrantes, cuando trabajamos por la paz y la justicia.

Pero, a la vez, nos animan a perseverar con constancia y fortaleza en ese compromiso, pues cuando así se hace, “grande es la recompensa que Dios nos da”.

Plegaria Eucarística

L1- Celebramos hoy nuestra solidaridad y cercanía con el sufrido pueblo colombiano y con la

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz que buscan la paz y la reconciliación desesperadamente pero que se encuentran en medio de grandes dificultades como consecuencia de los intereses de los grandes poderes económicos, sociales, mediáticos y militares, además de la enorme corrupción en la que está sumido el país a todos los niveles y de la gran violencia que generan los grupos paramilitares que están al servicio de los poderosos.

TODOS- Te pedimos Señor por nuestros hermanos colombianos para que ahora que están en el gobierno puedan superar todas las dificultades y lleguen a esa meta tan ansiada de la paz total que es el lema más importante que pretenden llevar a cabo.

L2- Hemos empezado esta celebración cantando “No hay mayor amor que dar la vida” y a pesar de los esfuerzos del nuevo gobierno ya van más de 200 personas asesinadas en este año 2023, la mayoría de ellos líderes sociales por defender la justicia, la paz y el medioambiente. Te pedimos Señor por todos ellos que han dado su vida por esos ideales y que son un fiel reflejo del mensaje que tú nos dejaste y una emulación de tú propia vida.

TODOS- Que su testimonio no sea en vano Señor y que sus esfuerzos por conseguir esa paz total se haga realidad.

L3- Nos comprometemos Señor en esta celebración a continuar con nuestro apoyo a nuestros hermanos colombianos y en especial a la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz que se ven hostigados y amenazados por aquellos que solo pretenden conservar sus privilegios.

L4- Recordamos ahora la noche en que tú Señor cuando estabas cenando con tus amigos y amigas tomaste el pan en tus manos, lo bendijiste, diste gracias al Padre y lo repartiste entre todos y todas diciendo:

Todos– Tomad y comed todos de él porque esto es mi cuerpo que se entrega por nosotros.

L5- De la misma manera tomaste la copa llena de vino y la repartiste diciendo:

Todos– Tomad y bebed todos de ella porque este es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna que será derramada por todos los hombres y mujeres para su total liberación.

L6- Este es el sacramento de nuestra fe.

Todos – Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ven Señor Jesús.

L7- Hacemos memoria ahora de todos aquellos que ya nos han abandonado, especialmente por nuestras comuneras Tere Valencia, Marisa Verdeal y Rafa Berzosa, te rogamos Señor para que estén ya contigo en el Reino de la Luz. Asimismo, te pedimos por todos nuestros comuneros y comuneras que están enfermos para que los concedas tu auxilio y consuelo.

L8- Ahora en unión con nuestros hermanos y hermanas colombianos juntamos nuestras manos y cantamos el Padre Nuestro de los mártires:

 Canciones

Padre nuestro del pobre y del marginado

Padre nuestro de mártires y torturados.

Tu nombre es santificado en aquel que muere al defender la vida; tu nombre es glorificado cuando la justicia es nuestra medida tú reino es de libertad de fraternidad, paz y comunión.

Maldita toda violencia que devora al hombre con la represión.

Hágase tu voluntad, eres el verdadero Dios libertador. No vamos a seguir doctrinas amañadas por el poder opresor.

Pedimos el pan de la vida, pan de la esperanza, el pan de los pobres; el pan que trae la humanidad y reconstruye al hombre en vez de cañones.

Perdónanos cuando por miedo quedamos callados delante de la muerte; Perdona y destruye el reino de la corrupción como ley del más fuerte.

Protégenos de la maldad, de los prepotentes, de los asesinos; Dios padre revolucionario, (bis) hermano del pobre, Dios del oprimido

No hay mayor amor que dar la vida  (al inicio de la Celebración y en la Comunión)

No hay mayor amor, que dar la vida

No hay mayor amor [bis].

Este es mi cuerpo y mi sangre, todo esto es lo que soy

Estaré siempre entre ustedes, aunque parta no me voy.

No hay mayor amor…

No teman amigos míos, si algún tiempo no me ven, que si entre ustedes se quieren, me verán a mí también.

No hay mayor amor…

El miedo no es sentimiento, que abriga el que cree en mí, recuerden estas palabras: Al mundo yo lo vencí.

No hay mayor amor…

Les enviaré mi Espíritu, que consuela en el dolor, alentará en la esperanza, traerá fuego al corazón.

No hay mayor amor…

Todavia Cantamos (Al finalizar la Celebración)

Todavía cantamos, todavía pedimos todavía soñamos, todavía esperamos

A pesar de los golpes que asestó a nuestras vidas el ingenio del odio, desterrando al olvido a nuestros seres queridos.

Todavía cantamos…

Que nos digan a dónde han escondido las flores que aroman las calles, persiguiendo destino dónde, dónde se han ido

Todavía cantamos…

Que nos den la esperanza de saber que es posible que el jardín se ilumine, con las risas y el canto de los que amamos tanto.

Todavía cantamos…

Por un día distinto sin apremios ni ayuno Sin temor y sin llanto, Y porque vuelvan al nido Nuestros seres queridos

Todavía cantamos…