“”El Gallinero, un signo de esperanza” 2 junio 2013
ANÁFORA
E1.- Señor, hoy nos hemos reunido para compartir tu palabra y tu vida con algunos de tus predilectos, un grupo de niños de El Gallinero. Ellos son un signo de esperanza por sus avances en medio de tanto abandono, por su alegría y su capacidad de soñar en medio de tantas carencias.
E2.- Padre, te damos gracias por la presencia entre nosotros de Valica, Bianca, Manuel, Colombia, Catalín, Ribana, Raúl y Camelia; y también de los voluntarios que les cuidan con la ternura y dedicación como si fueran sus hijos o hermanos; ellos también son un signo de esperanza por mantenerse en esta opción a pesar de las frustraciones permanentes que reciben de las administraciones. Todos son Jesús y en ellos te reconocemos.
Todos.- “¡Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del reino preparado para vosotros desde el comienzo del mundo! Porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; era forastero y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel y vinisteis a verme.”
E3.- Gracias Señor por hacernos cómplices de tu proyecto, por movernos para conocer esta realidad que nos estremece y nos hace activar las entrañas de misericordia. Queremos que este encuentro nos transforme un poquito más para ir logrando que nuestra generosidad y nuestra capacidad de cuidado hacia los más débiles no quede perdida.
Todos.- No podemos dejar de mirar lo que nos rodea porque tu Palabra ha incendiado la noche. No podemos dormir tranquilos porque sabemos que estos niños, muchas noches, ven interrumpido su sueño por la presencia violenta de la policía. Y no podemos hundirnos en la desesperanza porque hay muchos que necesitan nuestra sonrisa y nuestra fuerza.
E4.- Y con la alegría de estos niños, que resurge casi mágicamente de la opresión, y nos irradia; la puerta que nos abre la Comunidad para acercarnos a estas otras realidades, y la fuerza que da la esperanza en otro mundo justo y fraterno que llegará si cada uno hacemos lo posible. Por todo esto, nos atrevemos a cantar:
Santo misa salvadoreña pg 78 nº 91
E5.- Señor Jesús, ponemos en esta mesa los sueños y las pesadillas de todos los niños y niñas del Gallinero y de los que viven con esta misma precariedad en todo el mundo, queremos comprometernos a hacer lo que esté en nuestra mano para que su vida se parezca algo a la de nuestros hijos y nietos.
E6.- Sabemos que al recordar y celebrar la cena que tuviste con tus amigos, actualizamos lo que nos quisiste enseñar: la vida de cada uno es para compartirla y entregarla a los demás, y los bienes de la Tierra son para repartirlos entre todos. Repetimos este compromiso, partiendo y repartiendo este pan:
TODOS:
«Tomad y comed todos de él, porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por vosotros».
E6.- Y repartimos entre todos este vino deseando que sacie la sed de justicia y los sueños de igualdad.
TODOS:
«Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna que será derramada por vosotros y por toda la Humanidad para el perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía».
Este es el sacramento de nuestra fe. Anunciamos tu muerte y proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!
E7.- “No te vayas Señor”, te necesitamos para mantener sólida la esperanza en esta lucha por bajar de la cruz a los pobres, a los desahuciados, a los explotados, a los sin papeles, a los sin derechos, a los invisibles, a los desesperados,.. Contigo somos capaces de gritar la buena noticia de que vendrá otro mundo fraterno, porque todos estamos empujando para que así sea.
TODOS: Venimos a proclamar lo que vemos y oímos: “los ciegos ven y los paralíticos andan; los leprosos son purificados y los sordos oyen; los muertos resucitan y la buena noticia es anunciada a los pobres. ¡Y feliz aquel para quien mi Palabra no sea ocasión de escándalo!»
E8.- Hoy nos sentimos parte de esta Cañada, de ese Gallinero y de toda la humanidad que sufre la injusticia de este sistema, y nos acordamos de todas las personas que han pasado por nuestras vidas, que han dejado su silla vacía en la Comunidad pero que siguen vivos entre nosotros.
TODOS: Su vida, como la vida de todos los desheredados y crucificados nos anima a seguir el camino que tu nos has marcado, por eso unimos nuestras manos y repetimos la oración que nos enseñaste:
Padre nuestro
E9.- Esta celebración nos da Paz y nos exige dar Paz. Con este gesto afirmamos nuestro compromiso con todos los proyectos de la Comunidad. Démonos el abrazo que une pueblos y personas.
Nos damos la PAZ