De la Hostilidad a la Hospitalidad                                                              27 de marzo de 2022

Acogida y  presentación. El paradigma del pasado es el conflicto, la pelea, la guerra. El nuevo paradigma que nuestra fe proclama es el cambio de conciencia tanto personal pero, sobre todo, colectivo, social. Debemos llegar a una hospitalidad no sólo de compartir nuestros bienes materiales (que también) sino de ahondar en la versión sociopolítica y económica. Dejar el valor de la competitividad por el de compartir. Esto nos lleva también a darnos cuenta de los límites materiales en los que nos movemos y que nos lleva a poner fronteras.

Se habla sobre la hospitalidad como un concepto amplio que debe incluir tanto al cercano (ucranianos por ejemplo) como al lejano (afganos, sirios…).

Toma de conciencia y Oración. Tomar conciencia, conocer el momento histórico que estamos viviendo no es solo un ejercicio de banalidad intelectual, es, sobre todo, una necesidad espiritual y un deber ético. Siendo, como somos, la parte más sensible e inteligente del cosmos, estamos obligados/as, como nos recuerda el teólogo Juan Bautista Metz a ir en la vida “con los ojos bien abiertos”, y el nobel Saramago nos recuerda, en el Ensayo sobre la ceguera, “la responsabilidad de tener ojos cuando muchos los han perdido” …   Nada nuevo, ya Jesús en el Evangelio de Marcos recriminaba a los judíos de su tiempo no ser “capaces de conocer las señales de su tiempo” Y Juan XXIII animaba a la Iglesia del Concilio a “estar atentos a los signos de los tiempos”.

Hoy estamos en un momento crítico en el que tenemos que elegir, como se dirá en la Carta de la Tierra, nuestro futuro: o formar una alianza global para salvar la tierra y cuidar unos de otros, o arriesgarnos a la destrucción de nosotros mismos y de la diversidad de la vida. Necesitamos cambios profundos en nuestros valores personales y sociales, en las instituciones comunes y universales, en las formas de vida individuales y colectivas. Ya no vale el viejo paradigma de la competitividad a toda costa, del conflicto, de la creación de enemigos y la guerra, fruto de intereses inconfesados y de apropiación de identidades excluyentes. Nuestro paradigma, que es el de la humanidad plena, busca siempre el bien compartido, fruto del amor a la vida que “disculpa siempre, se fía siempre, espera siempre, aguanta siempre”.

Este nuestro encuentro en la fe, nos va a invitar ardientemente hoy a ser hospitalarios con todas las vidas. “No os olvidéis de la hospitalidad, vamos a escuchar de la Carta a los hebreos…

Solo esta oración: queremos hacernos cargo de lo que está pasando en este mundo, que es también el nuestro. Ayúdanos, Señor, a abrir los ojos a toda la realidad para no estar pasando a ciegas por la vida como si no fuera con nosotros…  y ayúdanos también a sensibilizar nuestro corazón para que llegue a sentir como propia la diversidad de la vida múltiple y compleja que se despliega a nuestro alrededor… En estos deseos nos sentimos acompañados por el espíritu de Jesús de Nazaret que conoció en propia carne el rechazo y la hospitalidad de su tiempo.

Diapositivas con fotografías de los años 40 y 60 en España, la salida de los exilados y emigrantes que se funden con las de los conflictos actuales en el mundo. De fondo suena “Clandestino” (Manu Chao)

Lecturas: De Frattelli Tutti: “A veces me asombra que, con semejantes motivaciones, a la Iglesia le haya llevado tanto tiempo condenar contundentemente la esclavitud y diversas formas de violencia. Hoy, con el desarrollo de la espiritualidad y de la teología, no tenemos excusas. Sin embargo, todavía hay quienes parecen sentirse alentados o al menos autorizados por su fe para sostener diversas formas de nacionalismos cerrados y violentos, actitudes xenófobas, desprecios e incluso maltratos hacia los que son diferentes. La fe, con el humanismo que encierra, debe mantener vivo un sentido crítico frente a estas tendencias, y ayudar a reaccionar rápidamente cuando comienzan a insinuarse. Para ello es importante que la catequesis y la predicación incluyan de modo más directo y claro el sentido social de la existencia, la dimensión fraterna de la espiritualidad, la convicción sobre la inalienable dignidad de cada persona y las motivaciones para amar y acoger a todos”.

2 Lectura Hebreos 13,1-3: “Manténgase el amor fraterno. No dejen de practicar la hospitalidad, pues saben que algunos dieron alojamiento a ángeles sin saberlo. Acuérdense de los presos como si estuvieran con ellos en la cárcel, y de los que sufren, pues ustedes también tienen cuerpo”.

Música de reflexión: La misión (Morricone)

Evangelio de Mateo 25, 31-46. “Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme”… “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”. Y él les dirá: “En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis”. Entonces dirá a los de su izquierda: “Apartaos de mí, malditos…porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis”. Entonces también estos contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?”. Él les replicará: “En verdad os digo: lo que no hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo”. Y estos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna».

Diálogo. ¿Cómo podemos individual y comunitariamente traducir la hospitalidad hoy?, ¿se puede “socializar” la hospitalidad?

Ofrendas

Imágenes refugiados ucranianos aceptados y “árabes” rechazados

Documento sínodo.

Bolsas: La generosidad eficaz.

Pan y Vino.

Compartir Pan y Vino, Padrenuestro y Paz

Oración acción de gracias. Te damos gracias Dios Padre/Madre porque —aunque con el corazón encogido por el dolor de nuestros hermanos/as de Ucrania— hemos podido celebrar esta fiesta eucarística, inspirada en el deseo de que la hostilidad que están padeciendo, haya movido y puesto en acto el sentimiento fraterno y solidario de la hospitalidad. Te damos gracias por toda la buena gente que ha abierto su corazón y su casa, acogiendo a los que han sido desposeídos de las suyas. Te damos gracias pero te seguimos pidiendo la PAZ que tanto necesitamos en estos momentos.

(Se abre el espacio de acción de gracias comunitaria)

Se termina y se da paso a las noticias y a los avisos.