CUIDAR AL ENFERMO ES HUMANIZAR EL EVANGELIO DE JESÚS”                                                                                                         7 de febrero de 2016

1.- Música ambiental.-

2.- Introducción.-

Hemos escogido el tema del cuidado de los enfermos porque el 11 de febrero celebramos la jornada mundial de los enfermos.

Si pudiéramos describir el Reino de Dios, no sería un reino que se impone por  la fuerza,  el temor, o el poder del dinero, sino por el amor y la compasión encarnados en Jesús.

Esto es lo que nos comunica con sus parábolas conmovedoras. La compasión es el modo de ser de Dios y esta mirada hacia todos los seres creados, sobre todo los más débiles, es lo que humaniza su evangelio

Esta compasión de Dios es la que hace a Jesús tan sensible al sufrimiento de las gentes y es la fuerza que puede movernos hacia un mundo más humano.

Según el relato de Lucas en la sinagoga Jesús se presenta con las palabras de Isaías

“El espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido. Me ha enviado a anunciar a los pobres la Buena Nueva, a proclamar la liberación de los cautivos, dar la vista a los ciegos, para dar libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia”

Las bienaventuranzas son gritos que le salen del corazón por la realidad que está viendo a su alrededor…

“Dichosos los que ahora sufrís y lloráis porque Dios os quiere ver riendo”

Y nos sugiere que nosotros empecemos por rescatar la vida de los que sufren…

3.- Canción.– “¿Le conocéis?” Nº 35 pag. 30

4.- Lectura del Mensaje del Hno. Francisco en la jornada mundial del Enfermo.-

La enfermedad, sobre todo cuando es grave, pone siempre en crisis la existencia humana y nos plantea grandes interrogantes. La primera reacción puede ser de rebeldía: ¿Por qué me ha sucedido precisamente a mí? Podemos sentirnos desesperados, pensar que todo está perdido y que ya nada tiene sentido…

En esta situación, por una parte la fe en Dios se pone a prueba, pero al mismo tiempo revela toda su fuerza positiva. No porque la fe haga desaparecer la enfermedad, el dolor o los interrogantes que plantea, sino porque nos ofrece una clave con la que podemos descubrir el sentido más profundo de lo que estamos viviendo; una clave que nos ayuda a ver cómo la enfermedad puede ser la vía que nos lleva a una cercanía más estrecha con Jesús, que camina a nuestro lado cargado con la cruz.

Él es Aquel que socorre al que está en dificultad y pasa necesidad. En efecto, en su ministerio mesiánico curará a muchos de sus enfermedades, dolencias y malos espíritus, dará la vista a los ciegos, hará caminar a los cojos, devolverá la salud y la dignidad a los leprosos, resucitará a los muertos y a los pobres anunciará la buena nueva.

Jesús manifestó la presencia del Reino de Dios precisamente a través de las curaciones: «Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven y los cojos andan; los leprosos quedan limpios y los sordos oyen; los muertos resucitan». Pero el amor animado por la fe hace que pidamos para ellos algo más grande que la salud física: pedimos la paz, la serenidad de la vida que parte del corazón y que es don de Dios, fruto del Espíritu Santo que el Padre no niega nunca a los que se lo piden con confianza.

5.- Petición de Perdón.-

Ahora vamos a pedirnos perdón mutuamente, parejas, hermanos, compañeros/as, o amigos, y amigas por no habernos atendido como debiéramos o por no haber practicado la compasión unos con otros cuando más nos necesitábamos.

(Se leen tres peticiones de perdón )

6.- Nos damos la paz como gesto de habernos perdonado

7.- Lectura del evangelio (Mt 11,2-6).

8.- Motivación para el diálogo.

Para el que está enfermo la salud es tan importante como el comer o el ser libre. Todos deseamos estar sanos y cuando nos enfrentamos a cierta gravedad, perdemos la frescura de la vida y la tristeza nos embarga, porque todos apreciamos la salud.

Jesús conocía este problema tan común en su tiempo, donde el ciego o leproso era marginado y lo primero que hizo fue andar por los caminos de Galilea, curando a los enfermos de sus dolencias, dando la vista a los ciegos y devolviendo la alegría de vivir a todo enfermo que se cruzaba con él;  se pasó la vida curando. Así inició la construcción del reino: curando y devolviendo humanidad a sus pobladores, porque Jesús fue un sanador

En esta Comunidad defendemos, como principio la sanidad pública y universal para todos. Ha habido y sigue habiendo una respuesta ciudadana a través de las mareas blancas, han sido ya 40, y a pesar de no haber tenido la respuesta ciudadana que debiera, se ha formado una toma de conciencia ciudadana en favor de la sanidad pública y sobre todo, se ha paralizado la privatización de 6 hospitales, y se trabaja para implicar a más partidos políticos, para que defiendan una sanidad pública universal y de calidad para todas y todos.

Pero ¿qué pasa cuándo enfermamos y a nuestro alrededor solo vemos indiferencia, desinterés  y no recibimos la atención, el cariño y los “cuidados debidos” que esperábamos de las Instituciones o de los amigos y familiares?

¿Qué pasa cuando la sociedad convierte en negocio la sanidad y tanto los hospitales como los medios necesarios para la curación se subordinan al dinero y no se respetan los derechos fundamentales del enfermo?

¿Qué pasa cuando de palabra defendemos los principios de la sanidad pública y universal y en la práctica nos decantamos por la privada porque tenemos posibilidades o porque se trata de nuestra propia salud?

Estas son las preguntas que nos hemos hecho  y que podemos dialogar sobre ellas.

9.- Ofrecimiento  –

El comunicado por la paralización del plan privatizador;

el mensaje del Papa Francisco, algún artículo farmacéutico, cartel de la Marea Blanca, el pan y el vino etc.

10.- Canción.- “Cuando el pobre nada tiene” nº 62 pago. 52 (mientras pasan las bolsas)

11.- Anáfora

CUIDAR AL ENFERMO ES HUMANIZAR EL EVANGELIO DE JESÚS.

L 1- ¡EL Señor está con vosotros!

TODOS.- ¡Y con tu Espíritu!

L 2 – ¡Levantemos el corazón!

TODOS.- Nos hiciste Señor para Ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti.

L3.- Te damos gracias Padre por el don de la vida, por la familia que nos has dado, por la comunidad fraterna y solidaria en la que has hecho que nos veamos integrados.

TODOS.- Te damos gracias, pues eres Padre, origen y fin de nuestras vidas.

L 4.-Te suplicamos que nos libres de la tentación de sentirnos desesperados por las frustraciones, las limitaciones que constatamos en nuestra salud hasta pensar a veces que todo está perdido y que ya nada tiene sentido.

TODOS.- Líbranos de todo mal y devuélvenos la esperanza cuando nos sentimos enfermos o limitados.

L 5.- María, Madre de JESUS, queremos contar con tu intercesión, tú que eres la consoladora de los afligidos, y salud de los enfermos gracias a tu corazón maternal, lleno de misericordia

TODOS: Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, ahora y en la hora de nuestra muerte.

L 6.- Lo que cuenta es el deseo, la intención de quien intercede, así se transmiten las energías positivas transmisibles que todos poseemos.

TODOS.- Danos Señor, tu Espíritu para que seas todo en todos.

L 7.-  Mientras esperamos Señor tu llamada definitiva celebramos esta acción de gracias cantando con todos los creyentes vivos y difuntos:

TODOS.- Santo, Santo, Santo…

L 8.- Ese mismo Espíritu nos anima hoy a recordar y revivir los gestos y palabras que nos transmiten la entrega de Jesús.

TODOS.-  Reunido con sus discípulos tomó pan, lo bendijo y les dijo: Tomad y comed todos de él porque esto es mi cuerpo, entregado por vosotros.

L9.-  Del mismo modo tomó el cáliz, lo bendijo y les dijo:

TODOS.-  Tomad y bebed todos de él porque esta es mi sangre.

L 10.-  Tomemos un momento de silencio para conmemorar a los enfermos más necesitados de nuestras energías positivas, así como de sus acompañantes……….

TODOS.-  Por Cristo, con El y en El, a Ti Dios Padre misericordioso todo honor y toda gloria por  los siglos de los siglos. Amén.

L 11. – Unidos en ese mismo Espíritu, que es todo en todos, nos atrevemos a decir la oración que Jesús nos enseñó:

TODOS.-  Padre Nuestro…

L12.- Comunión.-  Este pan compartido es un signo de solidaridad comunitaria. Es el momento de poner en movimiento nuestras energías positivas transmisibles a los enfermos y sus familias.

12.- Comunión (Música)

13.- Acción de gracias

14.- Noticias varias.

15.- Despedida