El Corpus Cristi como celebración del sacramento del amor 2 de junio de 2024
- Saludos y acogida.
- Presentación del tema. En la celebración del Corpus Cristi se nos recuerda que la eucaristía es el sacramento del amor porque en ella se manifiesta el amor infinito que llevo a Jesus a dar su vida por la humanidad como prolongación de su cuerpo, llamada a participar de ese nuevo estado de existencia en el que la vida vivida como donación atraviesa la muerte y participa de la presencia de Cristo.
- 1ª Lectura: Jesús crea un clima especial en la cena de despedida que comparte con los suyos la víspera de la ejecución. Esa noche lo vive todo con tal intensidad que, al repartirle el pan y distribuirles el vino, les viene a decir “Así soy yo. Os doy mi vida entera. Mirad este pan es mi cuerpo roto por vosotros; este vino es mi sangre derramada por todos. No me olvidéis nunca”
En esa cena se reafirma en su decisión de ir hasta el final en su fidelidad al proyecto de Dios. Seguirá del lado de los débiles, morirá enfrentándose a quienes desean otra religión y otro Dios olvidado del sufrimiento de la gente. Confía en el padre.
Celebrar la eucaristía es hacer memoria de este Jesus y nuestra opción por vivir siguiendo sus pasos. Es, sobre todo, decir como él: “Esta vida mía no la quiero guardar exclusivamente para mí. Sin encerrarme en mi egoísmo; contribuyendo desde mi entorno y mi pequeñez a hacer un mundo más humano.
Vamos a leer ahora un texto de Etty Hillesum, joven judía que sufrió el holocausto y que escribió en su diario lo siguiente: “He partido mi cuerpo como pan y lo he repartido entre los seres humanos. ¿Por qué no, si estaban tan hambrientos y han tenido que privarse de ello tanto tiempo?
- Evangelio Juan 6, 51-58: Introducción. – La eucaristía es el signo del verdadero amor que se manifiesta en la entrega
Lectura. En aquel tiempo dijo Jesús a los judíos: “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo: el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi persona para la vida del mundo.
El Padre que vive me ha enviado y yo vivo en el Padre; del mismo modo el que me come vivirá por mí. Este es el pan que ha bajado del cielo; no como el de vuestro padres, que comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre
- Introducción al dialogo. Jesús nos dice que la fraternidad y la amistad social son los caminos indicados para construir un mundo mejor, más justo y pacifico. En este momento histórico (como anteriormente en muchas ocasiones) estamos muy lejos de esas indicaciones. Reflexionemos hoy sobre, que sentimos y que experiencias tenemos para construir ese mundo mejor, más justo y más pacífico.
- Petición de perdón.
- Perdón Señor, por las veces en que hemos pasado de largo, mirando para otro lado, ante el sufrimiento de los hermanos.
- Perdón por las veces en que hemos hecho más hincapié en los ritos que en su significado.
- Perdón por tantas veces, que hemos hecho oídos sordos a tus palabras:
Como el Padre me amó / yo os he amado / Permaneced en mi amor
- Ofrendas
A.- La Encíclica Fratelli tutti. Que habla de la Fraternidad y la Amistad Social
B.- Pan y vino .
C.- Bolsas
- Oración eucarística. Anáfora
L1 En esta eucaristía agradecemos tus enseñanzas Jesus, gracias a ti y a tu modo de vida sabemos con certeza que el camino para alcanzar un mundo mejor, más justo y pacifico, no es otro que el amor total a través del cual llegaremos a conocernos y conocer al otro
TODOS. Tu Camino, Jesús, no es otro que el camino de la Vida, es el camino que conduce a esa casa común que se construye con el amor, es el que nos ancla en lo que realmente somos, el que nos conduce al fondo que constituye nuestra verdadera identidad.
L2 Entre todos y por supuesto en esta Comunidad, nos ayudamos a caminar en amor, a la escucha del espíritu, a la escucha de los que nos necesitan, a la escucha de la humanidad herida, es decir a escuchar, porque sabemos que a Dios se le encuentra caminando juntos.
L1 Jesús, te reconocemos en la Eucaristía, por eso vamos a repetir el gesto que tuviste aquella noche, rodeado de tus discípulos, en la que después de la cena tomaste el pan; el mismo pan, que genera la vida cuando la entregamos; también provoca la muerte, cuando la arrancamos unos a otros. Diste gracias a tu Padre, y lo repartiste diciendo:
TODOS Tomad y comed, esta es mi vida, compartidla con toda la humanidad.
Del mismo modo, levantaste la copa de vino, diste gracias al Padre y la repartiste a tus discípulos diciendo:
TODOS Tomad y bebed, este es el caliz de mi sangre, esta es mi alianza, que será derramada por todos los hombres. Llevadla hasta el final de la historia.
Este es el sacramento de nuestra fe.
TODOS Anunciamos tu muerte y proclamamos tu Resurrección, ven Señor Jesús.
L2 Recordamos a todas las personas que forman y formaron parte de nuestra vida, que nos precedieron en el anuncio y la construcción del Reino.
- Padre Nuestro. Padre nuestro que estas aquí / en la lumbre, en la ceniza / en el amor y en el desamparo. / Sea tu nombre pronunciado con los labios del corazón / que no tiene palabras. / Quédate con nosotros / así como somos, monótonos / cotidianos, casi aburridos. / Haz coincidir tu plan de cada uno / en el aquí y en el ahora / preparándonos para el siempre / Danos cada hoy, cada mañana, cada noche / la sed de querer y de desear amor. / Perdona y acepta el no entender / las dudas, la pereza, las intransigencias / nosotros lo intentamos. / No nos dejes / seriamos como marionetas sin hilos / playa sin mar / sol sin calor / lluvia sin agua. / Libranos del desamor / de la enfermedad / del poder que avasalla. / Ayúdanos a inventar cada día / la libertad.
Y ahora cogidos de la mano recitamos el Padre Nuestro.
- Comunión. En esta reunión, al compartir el pan y el vino, nos sentimos unidos y cogemos fuerza para seguir el difícil consejo de Jesús, “sed compasivos como vuestro Padre es compasivo” así como fortaleza para continuar con las enseñanzas que él nos dejó y que son la base de una vida plena.
- Acción de Gracias. Jesús te damos gracias por esta eucaristía con la que nos das señales de tu amor.
Gracias por permitir que nos reunamos para recordarte y conmemorar tu vida y tu muerte, tal y como lo indicaste “hacer esto en conmemoración mía”
Gracias porque nos permitiste reconocerte en el gesto de partir el pan y repartirlo.
- Nos damos la Paz. Que llevemos la paz allá donde vayamos: La paz esté con nosotros y nos damos la Paz
Avisos y despedida.