Adviento Construyendo los caminos de Jesús    13 dic 2016

Bienvenidos todas y todos hermanos a celebrar el Adviento junto con Iglesia de Base de Madrid,.

El Adviento es tiempo de preparar los caminos de Jesús, el camino que va hacer posible que revivamos de nuevo por qué Jesús se hizo hombre y habitó entre nosotros. Jesús nos enseña que es lo prioritario para la construcción de su reino: la Justicia el amor y la solidaridad fraterna principalmente.

Viniste y te quedaste con nosotros, para que juntos construyéramos tu reino.

Nos enseñas de forma magistral  en aquel sermón de la Montaña quienes son de verdad los Bienaventurados : aquellos que están con los pobres, aquellos  que sufren, que no son violentos y trabajan por la paz en este mundo lleno de violencia, aquellos que tienen hambre y sed de justicia, en este mundo lleno de injusticia, los que están abiertos a los demás para prestarles ayuda, los que son fieles al mensaje porque esos tienen a Dios por Rey.

Este es nuestro reto y nuestro trabajo, en lo que  queremos comprometernos y avanzar juntos con ayuda de la fuerza del espíritu, para descubrir nuestra realidad diaria en  los más necesitados, en los emigrantes, en los que no tienen techo.

Vamos a reflexionar en esta Eucaristía, en todo aquello a lo que nos llamas, en todo aquello que somos capaces de hacer, porque tu estas en nosotros y nos das tu fuerza y quieres que seamos luz del mundo y vida y vida verdadera.

A todo esto nos va ayudar las Lectura de uno de los  artículos publicado  en Éxodo, de la referencias a la Encíclica de Papa Francisco LAUDEATO SI  y del Evangelio de Mateo 5 1-12

Primera lectura (Extraída del artículo de Silvia Martínez de la revista Éxodo nº130, y de Laudato SI)

Se señala en este artículo algunas acciones urgentes, de las que recogemos dos, que pueden ser ejes para la construcción del reino que Jesús nos encargó.

La lucha contra la pobreza:

Recuperamos las palabras de San Gregorio Magno “La tierra es común para todos los hombres, y por consiguiente, los alimentos que proporciona se producen para todos en común. Así, pues, hacen mal en creerse inocentes los que exigen para su uso privado el don que Dios hizo a todos”

Estas palabras de Gregorio Magno sirven de preámbulo a la idea de bien coḿun que se recoge en Laudamos si:

“Necesitamos profundizar en lo que significa el bien común, que presupone el respeto a la persona humana en cuanto tal, con derechos básicos e inalienables ordenados a su desarrollo integral. (…) Toda la sociedad –y en ella, de manera especial el Estado– tiene la obligación de defender y promover el bien común.

La Justicia intergeneracional:

La noción de bien común incorpora también a las generaciones futuras. Las crisis económicas internacionales han mostrado con crudeza los efectos dañinos que trae aparejado el desconocimiento de un destino común, del cual no pueden ser excluidos quienes vienen detrás de nosotros. (…) Si la tierra nos es donada, ya no podemos pensar sólo desde un criterio utilitarista de eficiencia y productividad para el beneficio individual. No estamos hablando de una actitud opcional, sino de una cuestión básica de justicia, ya que la tierra que recibimos pertenece también a los que vendrán. (…) ¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo? (…) Si esta pregunta se plantea con valentía, nos lleva inexorablemente a otros cuestionamientos muy directos: ¿Para qué pasamos por este mundo? ¿para qué vinimos a esta vida? ¿para qué trabajamos y luchamos? ¿para qué nos necesita esta tierra? Por eso, ya no basta decir que debemos preocuparnos por las futuras generaciones. Se requiere advertir que lo que está en juego es nuestra propia dignidad. (…) Es un drama para nosotros mismos, porque esto pone en crisis el sentido del propio paso por esta tierra.

2ª Lectura Evangelio Mateo 5 1-12

Canción:        Somos un Pueblo que camina Pág. 8

Introducción a la reflexión-

En esta época de Adviento es importante que reflexionemos sobre que tenemos que hacer o que estamos haciendo ya para preparar los caminos que hagan posible la plenitud del Reino de Dios, que como decía San Pablo está aquí ya, pero todavía no.

El reinado de Dios se afirma críticamente respecto a los valores que dominan este mundo. El conflicto acompañó toda su vida a Jesús y no es sino la expresión de la novedad de su mensaje y de las resistencias que tuvo que vencer.

Las bienaventuranzas son una explicitación del anuncio del Reino de Dios que trastoca la forma habitual de ver el mundo, siendo la fraternidad el signo histórico del Reino del Padre. Se ha dicho con razón que con el sermón del monte solo no se puede hacer política, pero hay que añadir, que sin el sermón del monte no hay política humana.

Se nos ocurren diversas cuestiones que planteamos para la reflexión:

1-                 Hasta qué punto aceptamos el Reino de Dios y vivimos desde la alternativa cultural e histórica que abre?.

2-                 Cuál es la función social del Reino de Dios en nuestra vida y en nuestra sociedad?.

3-                 Qué hacemos a nivel personal, como comunidad y como Iglesia de Base para hacer todo lo posible para que el Reino de Dios se vaya haciendo realidad?.

Credo Comunitario

Creemos en Dios, creador de un mundo no terminado, que entre todos debemos hacer justo y solidario.

Creemos en Dios Padre, que nos ha hecho a todos iguales, y no quiere que haya ricos y pobres ni diferencias entre unos pueblos y otros.

Creemos en Jesús, el proyecto de Dios hecho carne, que nos descubrió el amor de su Padre y nos enseñó a amarnos como hermanos, a compartir y ayudarnos, y que, por predicarnos este mensaje, murió en la cruz.

Creemos en Jesús que sigue vivo en el seno de Dios y entre nosotros.

Creemos en el Espíritu de Dios que llevamos dentro y nos impulsa a hacer el bien y a luchar contra la pobreza, la incultura y las injusticias.

Creemos en la Comunidad de los que siguen a Jesús.

Creemos que al final de nuestra vida, Dios nos acogerá para vivir en Él por toda la eternidad,

Amén.

Canción:        Oye Padre Pég 65

Ofrendas:       La palabra bienaventuranza, La Flor de Pascua, Las bolsas de la colecta  y Pan y Vino

Anáfora –

Equipo.- Realmente es justo bendecirte, Señor, Padre Santo, fuente de la vida y de la esperanza. Tú eres amor y toda tu obra lo refleja. Tú has volcado tu amor en la Creación y nos pides que participemos en su culminación.

Equipo.- Celebramos hoy el Adviento. Por eso no nos limitamos a recordar y preparar la llegada de Jesús, tu encarnación. Al preparar su llegada trabajamos por anticipar el mundo futuro que Él anunció. Celebrar su llegada es trabajar para construir otro mundo, el que Él llamó el Reino, que exige del trabajo y la solidaridad de todos los que compartimos la Esperanza en su llegada.

Equipo.- Porque tu Espíritu empujó a Jesús a dejar su pueblo para dar la Buena Noticia a los pobres y anunciar el Reino. Ésta fue su gran tarea: poner esperanza en los que sufren. Y esa debe ser también la nuestra. Si lo que hacemos y decimos los cristianos no es captado como «Buena Noticia» por los que sufren, no estaremos predicando tu evangelio.

TODOS.- Gracias, Padre, por haberte manifestado en Jesús de Nazaret. Es tu humana encarnación y, por eso, conociéndolo a él te conocemos a ti, siguiéndolo nos sumamos a la lucha por tu reino. Asumimos el serio compromiso de imitarlo aunque reconocemos que nos es difícil y necesitamos tu ayuda. Jesús liberó de ataduras a los que se sentían oprimidos, ayudó a los más necesitados, sanó a los enfermos, defendió a ultranza la causa de los pobres y antepuso la persona frente a la norma y la tradición. Nos enseñó el camino, no se arredró ante las amenazas y siguió adelante con su misión.

Equipo.- Por todo ello, te cantamos

TODOS.- Santo, santo, santo…..

Equipo.- El compromiso de Jesús, llevado al extremo, lo llevó a la muerte. Al despedirse de sus discípulos y amigos, la víspera, nos pidió que nos reuniéramos en torno a una mesa y nos invitó a compartir un trozo de pan y un vaso de vino en memoria de su vida solidaria y en la esperanza de una nueva humanidad. Tomando el pan, y mientras lo partía y repartía, les dijo:

TODOS.- Tomad y comed todos de él, porque este pan es mi cuerpo.

Equipo.- Luego tomó el vino y, mientras los invitaba a beber, les dijo:

TODOS.- Tomad y bebed todos, porque este vino es mi sangre que será derramada por la humanidad. Y haced esto en mi memoria.

Equipo.- Este pan partido y este vino que compartimos movidos por el espíritu de Jesús es Él, es su vida y se nos hace presente como primicia y sacramento de un mundo nuevo. Compartimos con él nuestro compromiso y voluntad de servicio. Es el sacramento de nuestra fe.

TODOS.- Anunciamos tu reino, proclamamos tu resurrección. Ven Señor Jesús.

Equipo.- Gozosos por su presencia y por su ejemplo, brindamos una vez más.

TODOS.- Por Cristo, con Él y en Él. A Ti honor y gloria por los siglos de los siglos.

Equipo.- Con el compromiso de colaborar en la construcción del Reino, oramos juntos:

TODOS.- Padre nuestro, que estás en nosotros, en lo más profundo de nuestro interior.

Te llamamos santo y eres el principio del bien.

Te bendecimos porque nos impulsas a obrar siempre el bien

Por eso te queremos y queremos a todo la humanidad que es donde resides.

Empújanos a traer tu reino a este mundo tu reino de justicia, verdad, amor fraterno, solidaridad, paz y alegría.

Aliéntanos a cumplir tu voluntad, a practicarla y a difundirla aquí en la tierra.

Que luchemos para conseguir el agua y los alimentos para los hambrientos y sedientos.

Y además la comida, la sanidad, la educación, el trabajo, la felicidad y la dignidad.

Sabes que no podemos ser perfectos, no tengas en cuenta nuestros errores y negligencias.

Nos proponemos ser misericordiosos y amar incluso a los que nos hacen daño, siguiendo tu ejemplo, no albergar odios ni rencores y prescindir de nuestros egoísmos, que nos separan de los demás.

Danos fuerza para no caer en la superficialidad, el olvido de ti y de los hermanos, el desamor, la indiferencia, el creernos el centro en cualquier situación, el despilfarrar nuestra vida y nuestros bienes materiales.

No permitas que practiquemos el mal en ninguna de sus formas: avísanos, frénanos.

Y recibe como ofrenda el dolor físico o moral que nos toque sobrellevar en esta vida

Ojalá sepamos llevar adelante este proyecto que Tú nos propones.

AMÉN (Versión de Alberto Giráldez)

Equipo.- Transmitimos ahora a los que tenemos más cerca, con un abrazo, nuestro deseo de paz y de alegría, como anticipo del abrazo fraternal que compartiremos al final de la celebración.

Equipo.– Dichosos somos los invitados a la mesa del Señor. Este es Cristo, el Cordero de Dios que se repartió por todos y que nos invita a que ahora hagamos nosotros lo mismo.

TODOS.Señor haznos dignos de Ti: ayúdanos a tener fuerzas para mantener nuestro compromiso de anticipar tu reino.

COMUNIÓN Ponemos música  CANCION PARA UN NIÑO EN LA CALLE

Acción de gracias

A veces vamos tan deprisa en nuestro día a día que no tenemos apenas tiempo para pararnos y darte gracias. Incluso cuando esta premura se debe a que estamos ocupados en tareas que creemos que pueden ayudar a construir el Reino, es esencial que reservemos espacios para compartir nuestras experiencias, renovar la Esperanza y darnos cuenta de los muchos motivos que tenemos para darte las gracias. Gracias porque, a pesar de la oscura y difícil situación que vivimos, nos ayudas a verle sentido a nuestras vidas; el sentido de contribuir a que el Amor transforme el sufrimiento al que están sometidos muchos de nuestros hermanos. Gracias por no permitirnos cerrar los ojos.

Hoy queremos darte las gracias también porque hemos tenido la oportunidad de compartir esta celebración de adviento con nuestros amigos de Cristianas y Cristianos de base con los que esperamos celebrar nuestra Esperanza en otras muchas ocasiones.