Construimos el reino de Dios, hoy 12 de junio de 2016
INTRODUCCIÓN A LA CELEBRACIÓN
Lector. En primer lugar, los miembros de Fe y Cultura que estamos hoy aquí, agradecemos al grupo de preparación de esta Eucaristía que nos hayan permitido colaborar con ellos, para plantear la celebración como cierre del curso de reflexión, al no poder hacerlo en una sesión específica, dadas las fechas de que se disponían.
En la Asamblea de Pascua del año pasado decidimos que el tema conductor de nuestras reflexiones y celebraciones del curso fueran en torno al tema: “CONSTRUIMOS EL REINO DE DIOS, HOY. RETOS PARA UNA ESPIRITUALIDAD LAICA Y COMUNITARIA”.
Para ello, propusimos dividir el curso en dos cuatrimestres. En el primero aconsejamos varias lecturas, entre las cuales, estaban: ”Laudato, si” del Papa Francisco y “Los Grupos de Jesús” de Pagola.
En el segundo recomendamos leer un texto de Leonardo Boff sobre la espiritualidad ecológica, titulado “Soplo de Amor en la Tierra Liberada” y un artículo de Marcelo Barros, sobre una mística más pluralista y abierta a toda persona de buena voluntad y al misterio del cosmos, titulada “Esbozo de una espiritualidad socialista para el siglo XXI.
Hoy queremos cerrar este curso y, en concreto, las reflexiones del segundo cuatrimestre, bajo un solo lema que le llamaríamos “Espiritualidad laica y ecológica”, para no cerrar la posibilidad a otra espiritualidad multicultural y más abierta a grupos que trabajan por la paz, la justicia y el respeto a todo lo creado.
1ª Lectura.
Lector. Lectura tomada del artículo “Espiritualidad laica y ecológica” de Marcelo Barros.
Expresa el paralelismo entre el cristianismo, “que vive la fe en Dios como una implicación con el ser humano y la valoración de la vida”, con “el socialismo que propone creer en la comunidad humana y la esperanza de construir el ser humano nuevo”. Recoge igualmente la extensión de la espiritualidad desde el punto de vista ecológico:
“Una primera expresión de la espiritualidad insertada en el proceso de construcción de un nuevo socialismo supone, en primer lugar, reconocer y valorar la dignidad de la política como lucha por el bien común. En el pasado, en los círculos espiritualistas existió muchas veces la tendencia a considerar la política como “cosa del mundo”; por el contrario, debíamos interesarnos por lo que es eterno y está más allá de las cosas materiales.
Algunas tradiciones religiosas ligan la espiritualidad a la búsqueda de intimidad con la divinidad, pero es necesario destacar, con la tradición bíblica, que el primer lugar en el que Dios encuentra al ser humano es en el otro.
Sin disminuir la importancia de una espiritualidad específicamente cristiana, aquí busco profundizar una mística más pluralista y macro ecuménica, que pueda servir a toda persona de buena voluntad que desee avanzar por un camino de intimidad con el Misterio divino desde la solidaridad y la participación en las luchas sociales para cambiar el mundo.
Creemos en un Dios que muestra su predilección manifestándose en medio de los empobrecidos. La solidaridad amorosa con estos que el padre Ignacio Ellacuría llamaba «pueblo crucificado» es el elemento fundamental de nuestra espiritualidad.
Ahora bien, la espiritualidad está llamada a ampliar la percepción de este otro, que no es solamente el otro humano, sino todo ser vivo y también la creación. Nos unimos a todas las tradiciones espirituales que recuerdan a la humanidad la presencia divina en todos los seres y apelan para que el encuentro con la divinidad se dé en esta comunión con la naturaleza.”
Lector. Canción “El Espíritu de Dios llena la tierra” nº. 88. Pago. 74
2ª Lectura.
Lector. Evangelio de la Realidad transfigurada, según Lc. 1, 26 – 38.
Introducción:
Toda la visión del mundo que expone Leonardo Boff cuando habla de la Ecología, por ejemplo, en su libro “Ecología: grito de la tierra, grito de los pobres” parte del acto de la Creación del mundo por Dios, condensado en aquellas palabras de “Y vio Dios que era bueno”.
Era un mundo simbolizado en el paraíso terrenal, en el Edén, con una convivencia estructurada e inimaginable, entre tierra, animales y seres humanos. Un mundo eficazmente ecológico.
Pero todo se vino abajo con el devenir histórico de la Humanidad, también simbolizado con la expulsión de Adam y Eva del Edén por el ángel del Señor.
Pero este desastre evidentemente no podía quedar así, todo tendría que recomponerse; el Espíritu de Dios seguía moviéndose en un mundo con intensas nieblas y oscuridades desestructuradas. Y apareció el novissimus Adam.
Y es connatural, en palabras de Leonardo Boff, que el novissimus Adam (1 Cor 15, 45), Jesús, tenga por madre a la novísima Eva. Jesús y María, el Hijo de Dios y la Madre de Dios. Sólo Dios puede generar a Dios. Si Dios quiere generar a Dios, en alguien que no es Dios, deberá elevar a esa criatura a la altura de Dios. Ella será unida a Dios, hipostáticamente. Lo que de ella nazca será, como dice el texto lucano, Hijo de Dios (1,35). Eso es lo que ocurrió con Miriam de Nazaret.
Los Padres del Concilio Vaticano II afirman con acierto: “María es como plasmada por el Espíritu Santo y convertida en nueva criatura” (Lumen Gentium, 56). La relación Espíritu Santo y María es tan íntima que implica el misterio de la creación, creación que es por excelencia obra del Espíritu.
(Creo que se podría añadir al comentario)
Igualmente, la relación Espíritu Santo y Universo Natural es tan íntima que implica el misterio de la creación, que es por excelencia obra del Espíritu.
Lectura dramatizada.
CRONISTA. En el sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea cuyo nombre era Nazaret, a una doncella desposada con un varón cuyo nombre era José, de la casa de David; y el nombre de la doncella era María. Cuando entró adonde ella, dijo:
ANGEL. “¡Salve, llena-de-gracia! El Señor está contigo”.
CRONISTA. Ella se asustó ante aquellas palabras, y pensaba qué podría significar aquel saludo. Y el ángel le dijo:
ANGEL. “No temas, María, pues hallaste gracia ante Dios. Mira, concebirás en tu seno, y darás a luz un hijo al que pondrás por nombre Jesús. El será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de su padre David, reinará sobre la casa de Jacob eternamente, y su reino no tendrá fin”.
CRONISTA. María dijo al ángel:
ANGEL. ” ¿Cómo será eso, puesto que no conozco marido?”
CRONISTA. El ángel le respondió así:
ANGEL. “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cobijará bajo su sombra; por eso también lo que nacerá se llamará santo, Hijo de Dios. Mira tu pariente Isabel, incluso ella ha concebido un hijo en su vejez, y este es el sexto mes de la llamada “la estéril”, porque para Dios nada será imposible”.
CRONISTA. María dijo:
MARÍA. “Aquí está la esclava del Señor. Hágase en mí según su Palabra”.
INTRODUCCIÓN A LA REFLEXIÓN (Espiritualidad laica y ecológica)
Lector. Durante este año, hemos reflexionado en grupos y celebrado eucaristías sobre el tema central que nos propusimos en la Asamblea de 2015: la “espiritualidad”.
Hoy queremos cerrar estas reflexiones con una puesta en común sobre las ideas, frases o comentarios que consideramos importantes, y que nos han podido marcar o que han sido puntos de inflexión en nuestra vida cotidiana o en la manera de ver las cosas. Si así lo consideramos, pongámoslas en común:
* ¿El tema central propuesto para este curso, ha despertado tu interés y ha propiciado reflexión y diálogo?
* ¿Consideras que la reflexión sobre un tema común, como hilo conductor, nos ha ayudado a profundizar y a implicarnos más en una política de amor a “nuestra madre tierra” y de servicio y respeto a la dignidad humana?
* ¿Qué nos aporta en nuestro proceso de integración personal y comunitaria la espiritualidad laica?
Lector. Tenemos tiempo para el diálogo
Penitencia y Perdón.
Lector. Señor nuestro, Padre-Madre de la Humanidad y de la Naturaleza viviente. Nos sentimos marcados por un orden económico y social antiecológico. Penetra nuestras estructuras mentales y nos conduce a los mayores abusos. Podemos estar enfermos por dentro. Basta mirar el deterioro de las relaciones sociales, de la violencia y degradación del medio. Se impone el sistema económico global sin importar los daños que causa. Se contamina todo hasta producir muerte. Se priva de alimento a millones de hermanos y se desechan un tercio de los alimentos producidos. Se ensucian los espacios comunes sin miramiento.
Todos. Perdona, Señor, nuestro pecado. Nuestra voluntad es débil y la tarea inmensa y urgente. Que tu misericordia nos haga compasivos samaritanos con nosotros mismos, con nuestros hermanos y con la Naturaleza. Y que sepamos cuidar con amor la casa de todos.
Profesión de fe.
Lector. Casi nunca incluimos en nuestra Eucaristía la profesión de nuestra fe. Sin embargo, esa fe nuestra explica el recorrido humano y espiritual de nuestra comunidad. Por eso, hoy la vamos a hacer de la mano de Teilhard de Chardin, que funda su teoría de la Evolución Universal en las primeras líneas del Génesis.
TODOS. “Al principio ya existía la Palabra, la Palabra se dirigía a Dios y la Palabra era Dios. Mediante ella se hizo todo; sin ella no se hizo nada de lo hecho. Ella contenía vida y esa vida era luz del hombre; esa luz brilla en las tinieblas…” Por eso,
- Creemos en un Universo en evolución.
- Creemos que la evolución avanza hacia el Espíritu.
- Creemos que el Espíritu desemboca en la Persona.
- Creemos que la Persona Suprema es el Cristo Universal.
- Creemos que Dios mismo está presente en el proceso evolutivo del Universo.
- Somos Hijos del Cielo; pero también Hijos de la Tierra.
- Ella, la Materia, embarazada de Espíritu, es la que nos llevará hasta Dios.
Ofrenda:
Lector. Te ofrecemos, Señor, el pan y el vino del ritual, que realizó el mismo Jesús en la Cena de su despedida.
“Pero, por encima de los símbolos, nos elevamos hasta la pura Majestad de lo Real, y te ofrecemos, nosotros que formamos un sacerdocio santo, (1 Pe. 2,5) el trabajo y el dolor del Mundo… Colocamos sobre esta patena la esperada cosecha del nuevo esfuerzo de cada día y derramamos en este cáliz la savia de todos los frutos que serán molidos…
Tratamos de concentrar aquí, para ofrecértelo, el profundo murmullo de la multitud doliente; las frecuentes oscilaciones que introducen la turbación en los corazones más creyentes; todo lo que va a aumentar en el Mundo en el transcurso de este día, todo lo que va a disminuir; todo lo que va a morir también… Todo esto es la ofrenda que a Ti más te gusta…” (La Misa sobre el Mundo)
(Ofrecer la posibilidad de otras ofrendas)
Lector. Ofrecemos también eso tan sensible y necesario, como nuestra aportación en dinero.
(Silencio y música durante la colecta)
Anáfora:
Lector. Esta anáfora quería haber surgido de las expresiones vivenciales en esta celebración, o de las reflexiones de los grupos sobre los textos propuestos. Ante la dificultad de hacerlo así, hemos extraído fragmentos significativos de los mismos textos.
Lector. Estamos, Señor, en una especie de repaso de final de curso. Hemos aprendido que Espíritu es todo lo que respira y proporciona Vida. Que lo contrario al Espíritu no es el cuerpo, lo material, sino la Muerte.
Todos. Buscamos la experiencia interior de la realidad toda, tanto material como espiritual; el otro lado de la realidad; la realidad Última; la realidad que constituye al ser humano.
Lector. En nuestra búsqueda descubrimos incontables buscadores. Vienen cada uno de sus propias fronteras, de su educación, de su cultura, de su religión. Sin embargo no los vemos como extraños o enemigos en sus diferencias.
Todos. Vivimos el sabor nuevo de encontrarnos entre amigos y gozamos la experiencia nueva de trabajar juntos por una Humanidad mejor desde nuestras respectivas riquezas.
Lector. Con ellos descubrimos una ecología espiritual; abrazamos la vivencia de pueblos indígenas que sienten la Tierra como algo vivo, que produce todas las formas de Vida, como la Gran Madre. Y se sienten hijos de ella.
Todos. Nosotros somos parte de ella; no estamos encima de ella, como quien la domina; estamos en medio de la Naturaleza como quien convive con ella.
Lector. Necesitamos rescatar la dimensión del corazón; percibir su belleza; escuchar sus mensajes; acoger el asombro de ver lo que antes no se veía; superar el paradigma de la razón analítica, que nos lleva a torcer la Naturaleza hacia la autodestrucción.
Todos. Nos urge una ecología interior profunda. Somos Tierra. Tenemos el mismo destino que la Tierra. Pero hemos recibido de la evolución y de Dios una misión: cuidar y guardar el Jardín del Edén, la Tierra. Solo ella nos puede ofrecer las condiciones para un nuevo modelo de producción y de consumo, que nos haga salir de la actual crisis.
(Aquí cabría la posibilidad de que algún comunero recordara algún texto, que llamó la atención en el grupo. Equivaldría al diálogo, pero sin diálogo).
Lector. Ahora, una vez más, nos serenamos y vamos a cumplir el encargo de Jesús: “haced esto en memoria mía”. Cuidar todo lo que tenemos, compartirlo y cuidar que nadie – quede fuera de la mesa, ni tenga que rebuscar las migajas.
Lector. Jesús cogió el pan en sus manos, lo partió y se lo fue repartiendo de uno en uno, mientras les decía:
Todos. Tomad y comed todos, porque esto es mi cuerpo que será entregado por – vosotros.
Lector. Del mismo modo, cogió la copa de vino y se la ofreció diciendo:
Todos. Tomad y bebed todos de ella, porque es la copa de mi sangre, que será – derramada por vosotros.
(Un espacio de silencio, contemplativo de lo que estamos viviendo…)
Lector. Toda la vida de Jesús nos pide un brindis, ese gesto con el que solemos agasajar, felicitar o agradecer por algo. ¿Qué menos que el brindis ritual, hecho con todo nuestro mejor entusiasmo, al Padre y al Espíritu con Jesús?
Todos. Por Cristo, con Él y en Él a ti, Dios Padre Nuestro con el Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. AMEN. ALELUYA.
Lector. Si no estamos ya en comunión, con el gesto y con nuestra palabra nos lo demostraremos ahora. Y la fuerza del Espíritu hará lo demás, hasta abrazarnos con todos los hermanos; más con los más abandonados; y con todos los seres vivos, que pueblan nuestra madre Tierra; y con todo el Universo, casa común, con el que, al final, seremos acunados en el abrazo de Dios.
PADRE NUESTRO
Saludo de paz.
Comunión. (Música)
Acción de Gracias.
LECTOR. Damos gracias al Padre, por este trabajo realizado durante el curso.
TODOS. Gracias a la Comisión de hermanos nuestros, que han preparado los materiales necesarios.
- Gracias por los grupos que los hemos meditado y puesto en común.
- Gracias por la madurez que este esfuerzo ha dado a la Comunidad.
- Gracias porque esta iniciativa nos hace sentir más comunidad.
- Gracias, Padre, porque nos sentimos animados de tu Espíritu.
- Gracias, Padre, porque tu Hijo, hecho uno de nosotros, sigue yendo delante y nosotros tenemos la gran suerte de seguir humildemente sus pasos.
Canción. Himno a la Alegría. Nº. 87. Pago. 74
Avisos