CON LAS MANOS UNIDAS
Con las manos unidas, formamos grupo junto a Ti, Jesús. Sentimos el calor del compañero.
Nuestra fuerza une las manos, nuestros corazones los unes Tú.
Y al sonreírnos entre nosotros, es tu alegría la que asoma a nuestros labios.
Tu amor, tu alegría y tu fuerza habitan en cada uno de nosotros y nos impulsan a formar un grupo unido.
Señor, nosotros queremos amarnos, sin que nadie quede excluido.
Queremos vivir alegres, y no dejaremos que el enfado nos separe.
Queremos ser una fuerte cadena y entre todos haremos cosas grandes.
Que ninguno se sienta marginado ni haya nadie despreciado entre nosotros.
Al que esté triste o preocupado, trataremos todos de ayudarle.
PORQUE ERES TÚ QUIEN NOS UNE, JESÚS.
GRACIAS, JESÚS AMIGO
Me siento contento, Jesús, entrada la noche.
Feliz porque sé que eres mi amigo y me has hecho saber todo cuanto el Padre a Ti te ha dicho.
Me alegro de oír tu Palabra, Buena Noticia y encontrar en ella luz y fuerza.
Jesús, Tú has sabido llegar hasta dentro hablar a mi corazón de hombre. Gracias.
Me siento feliz por tu pan y tu vino repartido con nosotros. Feliz a tu mesa como amigo convidado. Gracias.
Tengo el corazón contento porque en él salta tu vida, tu gracia, tu amor. Gracias.
Jesús amigo, te agradezco tu vida en mí, el amor del Padre en mí,
y la amistad de tu Espíritu en mí. Gracias.
Me siento grupo, pueblo, Iglesia,y el vivir de mis hermanos en mí y su amor y su fe y su esperanza en mí.
Hoy he visto, Jesús, el rostro del Padre en tu rostro.
Hoy he visto, Jesús, tu rostro en el de mis hermanos.
Haz que mi mirada, tranquila e iluminada, sea un testimonio viviente
de que te llevo conmigo, de que estoy en paz.
Cuando Tú mismo pongas a prueba mi confianza permitiendo que el aire se vaya enrareciendo
y que embargue la sensación de que el suelo se está resquebrajando bajo mis pies,
que mi mirada les recuerde a todos que no hay nadie que cuente con la fuerza suficiente
para arrancarme de Ti, en quien caminamos, respiramos y somos…
Y si un día Tú mismo permites que el odio me salpique, y me prepare trampas,
y falsee mis intenciones y las desfigure,
que la mirada de tu Hijo vaya repartiendo serenidad y amor a través de mis ojos.
Helder Cámara. “Gritos y Plegarias”