Compartiendo el dolor y la esperanza con los inmigrantes 24 de febrero de 2019
1.- Entrada. Canto Kumbaya pág. 22
2.- Con música de fondo Los emigrantes, ahora del libro “Bocas del tiempo», de (Eduardo Galeano).
- Desde siempre, las mariposas y las golondrinas y los flamencos vuelan huyendo del frío, año tras año, y nadan las ballenas en busca de otra mar. Y los salmones y las truchas en busca de sus ríos.
- Ellos viajan miles de leguas, por los libres caminos del aire y del agua.
- No son libres, en cambio, los caminos del éxodo humano. En inmensas caravanas, marchan los fugitivos de la vida imposible.
- Viajan desde el sur hacia el norte y desde el sol naciente hasta el poniente. Les han robado su lugar en el mundo. Han sido despojados de sus trabajos y sus tierras.
- Muchos huyen de las guerras, pero muchos más huyen de los salarios exterminados y de los suelos arrasados.
- Los náufragos de la globalización peregrinan inventando caminos, queriendo casa, golpeando puerta: pero las puertas que se abren mágicamente al paso del dinero, se cierran en sus narices.
- Algunos consiguen colarse. Otros son cadáveres que la mar entrega a las orillas prohibidas, o cuerpos sin nombre que yacen bajo tierra en el otro mundo adonde querían llegar.
3.- Primera lectura: I.- La realidad de la inmigración es dolorosa.
La realidad de los inmigrantes es dolorosa. Sabemos que sus éxodos son en la mayoría de los casos el resultado de la violencia -militar, civil, económica o cultural- que les despoja de lo que tienen y lo que son, y les expulsa de sus hogares, si quieren seguir viviendo. No vienen por gusto, sino por necesidad.
Sus largos caminos están llenos de peligros, de explotación y de esclavitud (cientos de jóvenes africanos en ruta migratoria hacia Europa son vendidos en Libia como esclavos, en subasta pública, por 400 €.); son sometidos a trabajos forzosos, a matrimonios obligados, a comercio de personas para explotación sexual o para tráfico de órganos…, etc. Y, si superan los controles policiales de los países que han de atravesar, y llegan a nuestras fronteras, se encuentran con vallas y muros insalvables, con violencia de los guardias de frontera, con ilegales devoluciones colectivas y con una brutal negación del derecho al asilo y refugio. (España no es tierra de asilo: en 2018 rechazó 3 de cada 4 solicitudes de asilo, reduciendo las repuestas favorables del 35% en 2017 al 24%, una cifra muy por debajo de los principales países europeos de acogida. Y ahora pretende devolver a Marruecos, donde no hay ley de asilo, a las pateras en peligro que rescate Salvamento Marítimo) Y también sabemos que, si logran atravesar la frontera, les espera… la privación de libertad en CATES o CIEs y la muy probable devolución a sus lugares de procedencia.
Y aún lo hay peor. Muchos, para sortear los vetos en la frontera, se entregan a las mafias para embarcar en pateras destinadas al naufragio (unos 4000/año) y que sólo en algún caso logran arribar a las costas españolas. A partir de ahí son reenviados a los CIEs o, si tiene suerte, comienzan una vida de mendicidad, acosados por las necesidades y la persecución policial. A unos y a otros, el dolor y la angustia les seguirá acompañando de por vida.
Esa realidad dolorosa nos sobrecoge a todos y a los cristianos nos urge a tomar postura practicando la compasión más comprometida. Pues sabemos que en el Cristianismo lo decisivo no es la religión, sino la ayuda solidaria a los que sufren. Y que el gran pecado contra el Reino de Dios consiste, sobre todo, en resistirnos a tomar parte en el sufrimiento de los otros, encerrándonos en nuestro propio bienestar.
Los inmigrantes nos brindan la oportunidad de revitalizar las entrañas de misericordia y compartir su dolor para transformarlo, poco a poco, en acogida e integración, abriendo así las puertas a la esperanza de vida que vienen buscando.
4.- Poema Nadie abandona su hogar
Casi a diario escuchamos noticias como éstas: “Rescatan a 770 inmigrantes frente a las costas de Andalucía y Canarias”, o “Un total de 640 personas de origen subsahariano y magrebí, a bordo de 24 pateras, han sido rescatadas por Salvamento Marítimo en aguas del Estrecho y mar de Alborán”. Otras veces nos bombardean con referencias a los dirigentes europeos que dicen buscar soluciones humanitarias y dignas a este problema.
Pero nadie habla de los sentimientos que se viven en la cara interior de estos rostros macilentos, extenuados por el viaje, por la cercanía de la muerte, por el abandono de su hogar. Una refugiada somalí, Warsan Shire, comparte esos sentimientos con este dramático poema que titula “Nadie abandona su hogar”. Dice así:
“Nadie abandona su hogar, a menos que su hogar sea la boca de un tiburón.
Solo corres hacia la frontera uando ves que toda la ciudad también lo hace. Tus vecinos corriendo más deprisa que tú. Con aliento de sangre en sus gargantas.
Solo abandonas tu hogar cuando tu hogar no te permite quedarte. Nadie deja su hogar, a menos que su hogar le persiga, fuego bajo los pies, sangre hirviendo en el vientre.
Jamás pensaste en hacer algo así, hasta que sentiste el hierro ardiente, amenazar tu cuello. Pero incluso entonces cargaste con el himno bajo tu aliento, rompiste tu pasaporte en los lavabos del aeropuerto, sollozando mientras cada pedazo de papel te hacía ver que jamás volverías.
Tienes que entender que nadie sube a sus hijos a una patera, a menos que el agua sea más segura que la tierra.
Nadie abrasa las palmas de sus manos bajo los trenes, bajo los vagones, nadie pasa días y noches enteras en el estómago de un camión, alimentándose de hojas de periódico, a menos que los kilómetros recorridos signifiquen algo más que un simple viaje.
Nadie se arrastra bajo las verjas, nadie quiere recibir los golpes ni dar lástima. Nadie escoge los campos de refugiados o el dolor de que revisten tu cuerpo desnudo.
Nadie elige la prisión, pero la prisión es más segura que una ciudad en llamas, y un carcelero en la noche es preferible a un camión cargado de hombres con el aspecto de tu padre.
Nadie podría soportarlo, nadie tendría las agallas, nadie tendría la piel suficientemente dura.
Y cuando llegas…, otra tortura: “váyanse a casa, negros”, “refugiados”, «sucios inmigrantes”, “buscadores de asilo”, “quieren robarnos lo que es nuestro”,
¿Cómo puedes soportar las palabras, las miradas sucias? Quizás puedas, porque estos golpes son más suaves que el dolor de un miembro arrancado.
Quizás puedas porque estas palabras son más delicadas que catorce hombres entre tus piernas. Quizás porque los insultos son más fáciles de tragar que el escombro, que tu cuerpo de niña despedazado.
Quiero irme a casa, pero mi casa es la boca de un tiburón. Mi casa es un barril de pólvora, y nadie dejaría su casa a menos que su casa le persiguiera hasta la costa; a menos que tu casa te dijera que aprietes el paso, que dejes atrás tus ropas, que te arrastres por el desierto, que navegues por los océanos,
Nadie deja su hogar hasta que su hogar se convierta en una voz sudorosa en tu oído diciendo: “Vete, corre lejos de mí ahora.
No sé en qué me he convertido, pero sé que cualquier lugar es más seguro que éste”.
5.- Respuesta positivas crecen a diario
A pesar del drama de los inmigrantes antes descrito sumariamente, constatamos que hay motivos para la esperanza. A diario observamos cómo la conciencia solidaria colectiva se va imponiendo frente al anquilosado discurso del rechazo o la xenofobia. He aquí algunos hechos que estimulan moderadamente el optimismo:
a) La Firma del Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular. En Diciembre 2018, más de 150 Estados de las Naciones Unidas adoptaron formalmente ese Acuerdo, el primero que se alcanza a escala internacional, con el objetivo –dice– de “aprovechar los beneficios de la migración y proteger a los inmigrantes indocumentados«.
b) La Alianza de ciudades solidarias. La alcaldesa de Madrid, la de Barcelona, y el de Zaragoza, junto a los alcaldes Milán, Nápoles, Latina, Siracusa, Palermo y Bolonia, han suscrito una declaración en busca de una alianza de “ciudades solidarias” a favor de quienes intentar llegar a Europa en pateras por el Mediterráneo, y apoyar iniciativas que detengan que éste siga siendo “una fosa común”
c) RIACE, un modelo de acogida de inmigrantes. Este pueblo del Sur de Italia, que registraba una grave despoblación, se ha convertido en un modelo de integración de inmigrantes, aún sin ayudas estatales. Su alcalde ha sido acusado de favorecer la inmigración ilegal, pero el juez lo ha puesto en libertad, aunque le prohíbe residir en el pueblo. La asociación creada por el alcalde asegura que seguirán practicando la misma política de integración de inmigrantes, hasta donde el pueblo pueda aguantar.
d) BAYONNE: Algo similar ocurre en Bayonne, a 30 km. de Irún, donde su alcalde desafía la política nacional al dar refugio temporal a migrantes africanos llegados a su ciudad. Ha requisado un viejo cuartel militar y construido un albergue que da cobijo temporal a todos los africanos que llegan al pueblo. El gobierno francés desaprueba su labor, pero él se mantiene firme, porque se trata de una emergencia humanitaria y es un deber de todo alcalde dar respuesta a ella.
e) Clamor contra el bloqueo del gobierno al OPEN ARMS: Bajo el lema Rescatar personas no es delito, y entonando la canción Bella Ciao, cientos de personas se manifestaron por el centro de Barcelona hace un mes para reclamar que la administración permita zarpar al buque de salvamento OPEN ARMS, al que Capitanía Marítima deniega permiso para operar, por razones administrativas.
f) Recuperación de la Sanidad casi universal. En España, hace 7 meses, se ha aprobado un decreto por el que se recupera la sanidad universal, con algunas excepciones, para todos los inmigrantes residentes, con papeles. La medida beneficiaría a 280.000, según Sanidad.
g) Justicia reabierta para las muertes en TARAJAL de 2014. Tras un primer archivo del caso por la Audiencia de Cádiz, las declaraciones públicas de Hervé, un joven camerunés que contó lo que vio aquella trágica mañana, han permitido reabrir la causa, ya que según la propia Audiencia, no se había realizado “el más mínimo intento de oír a los testigos propuestos y admitidos”.
h) Y, sobre todo, nos anima el compromiso de tantas y tantas Organizaciones de acogida e integración de inmigrantes que vemos en nuestro entorno de Madrid. A modo de ejemplo, cabe citar la Red Solidaria de Acogida (RSA), que promueve la “Caravana Abriendo Fronteras”; la Red Interlavapiés, como prolongación de ‘Ferrocarril clandestino’; el Sindicato de Manteros y Lateros de Madrid, una asociación de migrantes de diversas nacionalidades, que defienden sus derechos contra las políticas de extranjería; KARIBU, de todos conocida; San Carlos Borromeo, y muchos otras iniciativas de la Red de barrios, de parroquias, de ayuntamientos pequeños…etc.
…..Toda esa multitud de personas que trabajan para aliviar las heridas de las políticas antiinmigración, son parte también de la realidad de los inmigrantes. Y son estímulos que nos animan a vivir con esperanza el sueño de “un mundo sin fronteras” entre etnias, religiones o condición social.
Esa es la realidad que nos invita también a nosotros a presionar a nuestros gobernantes en favor de políticas con fronteras más abiertas y flexibles, y a ofrecer respuestas de acogida, de acompañamiento y de solidaridad radical con su aventura vital. Porque, como nos dice Jesús, lo que hacemos a gentes hambrientas, a inmigrantes indefensos, a enfermos desvalidos, a encarcelados olvidados,… eso nos hace a todos dichosos.
6.- Canto: Donde están los profetas pág. 55
7.- Evangelio. Mt 25:31-40. Cuando el Hijo del hombre llegue en su gloria acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono real y reunirá ante él a todas las naciones. El separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras, y pondrá a las ovejas a su derecha y a las cabras a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha:
-Venid, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque, tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me recogisteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, estuve en la cárcel y fuisteis a verme.
Entonces los justos replicarán:
-Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te dimos de comer o con sed y te dimos de beber? ¿Cuándo llegaste como forastero y te recogimos o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo estuviste enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?
Y el rey les contestará:
–Os lo aseguro: Cada vez que lo hicisteis con uno de esos hermanos míos tan insignificantes, lo hicisteis conmigo.
8.- Introducción al dialogo Compartiendo el dolor y la esperanza de los inmigrantes
Los lugares habitables se construyen poco a poco y se destruyen rápidamente. Estos lugares o espacios simbólicos posibilitan el desarrollo de la vida y de los colectivos culturales en armonía con el hábitat socio-ecológico que les rodea. Pero también se destruyen rápidamente con las guerras, los espolios, el deterioro de su entorno y la profanación de sus identidades culturales, con el resultado indeseado de la migración.
A partir de 2015 hemos visto como las columnas de refugiados y pateras atiborradas de migrantes aparecían por todo el mediterráneo, buscando compasión, posada y unos derechos que les habían sido arrebatados en sus propios pueblos de los que nunca hubieran querido salir.
Si somos capaces de mirar sus rostros atormentados y compartir su dolor y tristeza, nos daremos cuenta que no podemos quedarnos tranquilos porque siempre habrá otros migrantes que seguirán endeudándose de por vida para poder subirse a una de esas embarcaciones que zozobran cada día.
Y si logran llegar a las costas españolas, ya sabemos qué les espera: alambradas, concertinas y unos CIE´s que son verdaderas cárceles
Queridas y queridos comuneros, frente a una política injusta y xenófoba de la unión Europea que solo piensa en fortificar sus fronteras ¿nos queda algo de esperanza para unos hombres y mujeres que solo piden asilo y trabajo?
¿Sentimos interés de integrarnos a estos movimientos y colectivos que se preocupan por su estado y que trabajan acompañándolos y ayudándolos?
Ante tantas respuestas de estos movimientos que hemos visto ¿qué hacemos nosotros?
¿Podemos aportar y compartir alguna experiencia propia que nos anime a los demás?
9.- Ofrendas
- Respuestas ante la discriminación de la población migrante
- Ofrecemos algunas de las respuestas que se están dando ante tanto dolor, algunas muy cercanas, otras más universales pero todas válidas y llenas de esperanza
- Invitación a ofrecer los distintos compromisos en los que trabajan personas de nuestra comunidad
- Bolsas
- Pan y vino
10.- Anáfora
L1. Mucho tiempo ha pasado desde aquel día de 1998 en que apareció un cadáver en las playas de Tarifa. Hubo mucha expectación al comienzo pero nada ha cambiado desde entonces. Cada año los ahogados han ido en aumento, hasta llegar a cifras nunca imaginadas de 25.000 ahogados que por buscar un nuevo sitio dónde vivir con más dignidad, se atreven a cruzar el Mediterráneo en condiciones inhumanas y peligrosas.
Todos. En “el naufragio” vimos proyectadas en nuestro muro los únicos recuerdos que quedan de estos ahogados. En los cementerios del sur con lápidas de cemento frío y gris leíamos “inmigrante”, y pareciera que, incluso después de su muerte, queremos olvidar y borrar su nombre. A todas y a todos ellos los lloramos y les pedimos perdón.
L2. Eran mujeres, niñas y hombres con nuestros mismos derechos, que escaparon de la pobreza, perseguidos o expulsados de sus países en busca de compasión y posada. Su tragedia pesará siempre sobre nuestras conciencias.
L3. Detrás de cada lápida olvidada en nuestros cementerios hay familias que lloran su desaparición por ver frustradas sus esperanzas y por haber sido pasto de poderes criminales que actúan sobre las migraciones más pobres.
L4. Pero, si es verdad que en nuestra Europa del siglo XXI no corren buenos aires para los migrantes y refugiados, hemos visto como surgen movimientos esperanzadores que nos animan a trabajar y a responder a estas corrientes migratorias que no cesan y no cesarán en el futuro.
L5. Pero tenemos esperanzas en el Pacto Mundial para una Migración segura, ordenada y regular, para poder responder adecuadamente a los desplazamientos de refugiados, brindando el apoyo a países y comunidades afectadas.
L6. Tenemos ejemplos que nos alegran y motivan, como el pueblo de Riace que ha surgido gracias a los 6.000 refugiados que conviven en armonía con los lugareños y que han sido capaces de dar vida a un pueblo al borde de su desaparición.
L7. O como el alcalde de Bayona que requisó un cuartel militar y lo acondicionó como albergue de los inmigrantes, para que vivan en condiciones dignas.
Todos. Son gestos, Señor, pero estos gestos nos recuerdan que debemos responder con generosidad a la presión humana de pueblos enteros que huyen de las guerras y de sus zonas devastadas por la codicia humana, en busca de soluciones de supervivencia. Infúndenos tu espíritu y fortaleza Señor. Por esto te cantamos:
L8. SANTO, SANTO, SANTO. (Salvadoreño)
L9. Al emprender las acciones más importantes de tu vida, te reunías con los tuyos para orar y hablarles de tu proyecto. Pero este día quisiste que fuera en el calor de una cena, rodeado de tus seguidores hombres y mujeres, para dejarnos un mandamiento nuevo, el más importante: “amaos unos a otros como yo os he amado” y tomando el pan y lo partiste diciendo:
Todos. Tomad y comed todos de él, porque este es mi cuerpo, que será entregado por vosotros.
L9. Del mismo modo, cogiste la copa y la ofreciste diciendo:
Todos. Tomad y bebed todos de él, porque este es el cáliz de mi sangre, sangre de la nueva alianza, que será derramada por todo el género humano. Haced esto en memoria mía
L9. Este es el sacramento de nuestra fe.
Todos. Anunciamos tu muerte proclamamos tu Resurrección ¡Ven Señor Jesús!
L10. Por este motivo, tú serás siempre nuestro modelo Jesús, porque te entregaste por completo a la causa de los marginados y nos enseñaste a darlo todo sin reservas.
Todos. Gracias Señor por los médicos, enfermeras, jóvenes voluntarias y voluntarios en el rescate y salvamento de los naufragios que piensan más en la vida de los demás que en la suya propia.
L11. Te pedimos consuelo para los huérfanos, viudas, padres y madres que perdieron a sus seres queridos que han naufragado y por todas y todos los que murieron en el intento por salvarlos. Acógelos Señor.
Todos. Y a todos nosotros danos fuerza para denunciar los hechos y a luchar contra estas injusticias: Por cristo con Él y en Él, a ti Dios padre omnipotente en la unidad del Espíritu Santo todo honor y gloria; por los siglos de los siglos. Amén
Padre nuestro
Nos damos la paz
11.- Invitación a comunión
12.- Comunión con la canción No me llames extranjero
13.- Acción de Gracias
En medio de tantos mensajes desalentadores damos gracias por la esperanza que surge ante las respuestas que se extienden en la sociedad, la conciencia de que las fronteras no pueden ser insalvables.
Gracias también por esta comunidad que nos da ánimo y fuerzas para no caer en el desaliento, teniéndonos siempre alertas para no dejar de sentir la realidad que están viviendo tantas personas solo por querer vivir con dignidad.
14.- Canto Solidaridad pág. 96 estrofas 1-2-3