Celebración del Domingo de Ramos 10 de abril de 2022
Introducción. Nos damos todos la bienvenida y nos alegramos al reencontrarnos otro Domingo de Ramos en torno a Jesús de Nazaret.
El relato del evangelio nos muestra una explosión colectiva de alegría, admiración, confianza… “Cuando Jesús entró en Jerusalén toda la ciudad se conmovió”.
Sin embargo, en unos días toda esa ebullición de júbilo se tornó en dolor, tristeza, muerte, y poco después en incertidumbre, sorpresa, dudas, confianza, alegría (Emaús)
También nosotros experimentamos estas vivencias, tanto por lo que ocurra fuera o dentro de nosotros. Y sin duda, en el contexto actual, se dan unos hechos que generan miedo, tristeza, sufrimiento, desasosiego, …y pueden hacernos dudar del sentido de la vida, de cómo seguir, qué hacer para no quedarnos bloqueados.
Nos preguntábamos cómo viviría Jesús internamente estos contrastes. ¿Su confianza en el Padre sería el pilar fundamental? ¿La convicción profunda de su papel en la vida?…
Y nos parecía interesante que en esta Celebración pudiéramos ahondar en esas posibles convicciones que guiaron a Jesús, así como en las qué nos sostienen a cada uno de nosotros.
1ª Lectura.
La vida es dura, aunque no para todos de la misma manera, ya lo sabemos y sabemos que el compromiso, la opción por los demás tienen un alto coste, pero hoy igual que Jesús con sus amigos celebramos la vida, hacemos un alto en el camino para orar, para gozar de la compañía de los hermanos, para prepararnos para lo que ha de venir y alabamos a Dios agitando palmas, olivos o romero florecido: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!
Es la alegría de la entrada en Jerusalén, es el compromiso de acompañar a Jesús con los ramos, de reconocer que merece la pena vivir como él vivió.
2ª Lectura. Introducción: Se enmarca el Evangelio de Mateo, en la preparación de la entrada de Jesus en Jerusalén, sobre un pobre pollino sin fastuosidad.
Es el momento, como hemos anunciado antes, de júbilo, de alegría, con los amigos, hermanos y el pueblo. Es el reconocimiento de Jesus como profeta. Celebramos asi hoy el Domingo de Ramos.
Mateo 21,1-11. Cuando se acercaban a Jerusalén y llegaron a Betfagé, al monte de los Olivos, Jesús envió a dos discípulos con este encargo: «Vayan a la aldea que tienen enfrente, y ahí mismo encontrarán una burra atada, y un pollino con ella. Desátenlos y tráiganmelos. Si alguien les dice algo, respóndanle que el Señor los necesita, pero que ya los devolverá».
Esto sucedió para que se cumpliera lo dicho por el profeta:
«Digan a la hija de Sion: “Mira, tu rey viene hacia ti, humilde y montado en un burro y con un pollino, cría de una bestia de carga”».
Los discípulos fueron e hicieron como les había mandado Jesús. Llevaron la burra y el pollino, y pusieron encima sus mantos, sobre los cuales se sentó Jesús. Había mucha gente que tendía sus mantos sobre el camino; otros cortaban ramas de los árboles y las esparcían en el camino.9 Tanto la gente que iba delante de él como la que iba detrás gritaba:
—¡Hosanna al Hijo de David!
—¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!
—¡Hosanna en las alturas!
Cuando Jesús entró en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió.
—¿Quién es este? —preguntaban.
—Este es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea —contestaba la gente.
Es palabra de Dios.
Introducción al dialogo. Las emociones están bien pero no es lo único, faltan razones (racionalidad) y tiene que haber voluntad de compromiso para transformar la realidad.
Si nos dejamos llevar sólo por las emociones, nos ponemos en una situación muy vulnerable
Las emociones, que ahora tenemos, en su mayoría, nos hace aflorar el miedo, la inseguridad, el individualismo, es decir nos paraliza. Necesitamos reflexionar, orar, y generar convicciones fuertes positivas, que nos lleven a comprometernos con los valores del Reino.
Lo que nos mantiene para no ser simples marionetas, es tener la convicción profunda de que merece la pena caminar, ir adelante.
Con estas ideas nos preguntamos
¿Qué podemos aprender de la vida de quienes se comprometen con la justicia?
¿Cuáles son tus convicciones profundas personales que te mueven?
Ofrendas.
A.- El ramo de olivo, fruto de la Madre Tierra, es un símbolo de alegría, la alegría de cualquier compañía, de sabernos hermanos acompañados, en unión con una Tierra que nos sostiene y que necesita que la cuidemos.
B.- Ofrecemos el sufrimiento en general de tanta gente para sobrevivir, para acceder a la vivienda, educación, a la sanidad y al pan de cada día. Ahora con la guerra, tan visible de Ucrania, y del resto de guerras anónimas como la de Mali, (por su silencio en los medios) no podemos olvidar a todas las que sufren violencias, especialmente mujeres y niños
También queremos ofrecer toda la solidaridad, y el valor de los/las que por transmitir la realidad de los hechos están poniendo en riesgo sus vidas
C.- Ofrecemos el pan y el vino, para que todos podamos disfrutar de él y compartir la alegría del compartir que es una de las cosas más grandes que podemos hacer.
Anáfora.
Desde la fe, en Jesús de Nazaret, que nos ha llegado por el testimonio de otras personas, que también han creído y que nos dejaron su experiencia de fe en los escritos muy vivos del N.T, sobre todo en los evangelios, fe existencial, pero razonable, que busca a tientas, como siguiendo un rastro y con una decisión afectivo-volitiva que se verifica en la praxis (De Jose María Díez Alegría en “Yo todavía creo en la esperanza”. Nos atrevemos a decir:
L1.- Creemos en un Dios, que es amor y por amor ha creado todo el Universo, sus leyes, su belleza y su misterio. De su amor infinito han brotado este planeta., Creemos en un Dios que es infinitamente más que Padre y Madre, Creemos que Él nunca nos abandona.
L2.- Creemos en Jesucristo, que nos fue enviado por el Padre para que conociéramos que Dios es Amor. Que fue verdadero hombre y dio testimonio del Padre con su vida y con su muerte para que en el mundo pueda hacerse presente el verdadero Reino de Dios: que propugna la liberación de los pobres y oprimidos, que se opone al egoísmo, la injusticia y la explotación
L3,- Creemos en el Espíritu de Jesús y del Padre que vela por toda la comunidad de los creyentes y de todos los seres humanos. Creemos que todas las personas no están totalmente condicionadas por los determinismos y las estructuras y que necesitamos la ayuda del Espíritu
L4.- Creemos en la Iglesia de los que intentamos ser seguidores de Jesús de Nazaret. Pueblo sacerdotal donde no hay ni superiores ni inferiores, hombres y mujeres, porque todos somos hermanos, hijos del mismo Padre. Una Iglesia que queremos sea signo de unión, de hermandad, de servicio a los marginados, de defensa de la justicia y los derechos humanos ante el mundo entero. Lamentamos los pecados personales e institucionales de las personas que componemos la Iglesia que velan el verdadero rostro de Dios ante el mundo.
L5.- Creemos que el odio, la injusticia y la violencia no podrán vencer la fuerza del Amor, la razón y la Paz. Creemos que la vida y la muerte de Jesús no han sido un fracaso, ni tampoco lo serán las vidas de todas las personas que han luchado, luchan y lucharán como Jesús por un mundo más justo, un mundo en el que todos podamos llamarnos hermanos y serlo en realidad, donde Dios sea todo en todos
L6-. Agradecidos cantamos con gozo nuestro canto.
L7–“Santo, santo, santo, santo es nuestro Dios, Señor de toda la tierra
L8–Jesús, tenemos motivos suficientes para creer que reunidos y unidos en tu nombre estás entre nosotros, como lo estuviste aquella noche rodeado de tus discípulos, cuando tomaste el pan, lo partiste y lo repartiste diciendo:
L9– Tomad y comed todos de él, porque este es mi cuerpo, que será entregado por vosotros.
L10–Del mismo modo, acabada la cena, tomaste la copa y dando gracias, la entregaste a tus discípulos diciendo:
L11– Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por todos para el perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía.
L12– Este es el sacramento de nuestra fe
L13– Anunciamos tu muerte y proclamamos tu resurrección. ¡Ven, señor Jesús!
L14– Con el recuerdo y la presencia de todos los que nos han precedido, juntemos nuestras manos con la oración que nos enseñaste
PADRENUESTRO
Nos damos la Paz
Comunión– En esta reunión, al compartir el pan y el vino, nos sentimos unidos y cogemos fuerza para reemprender la tarea sabiendo que ese compartir es la base que hace crecer la alegría
Acción de gracias. Gracias Padre, porque Jesús nos enseña cual es nuestro lugar a ocupar, ya que nuestro Maestro, el Mesías esperado en Jerusalén, no llega con gran Pompa y Gloria sino con los últimos, en un pollino. Y en la Cena lavando los pies a sus discípulos se pone en el lugar más bajo y sucio
Te damos gracias, porque de nuevo hemos celebrado y recordado el mensaje del Amor que Jesús nos dejó en su Testamento
En esta semana que hoy empieza conmemoramos también que Jesús en la Eucaristía se quiso quedar con nosotros para darse “tomad lo que soy” “Bebed y embriagaros de mi”
Gracias porque también, cada vez con mayor firmeza, caemos en la cuenta de que hemos de construir un mundo en el que todos los seres humanos vivamos compartiendo su Mensaje de justicia y hermandad
Gracias porque tu presencia al reunirnos en tu nombre, nos va abriendo los ojos y los oídos y nos ayuda a seguir adelante.
Si alguien más quiere dar gracias, este es el momento.
Avisos y comunicaciones.
Vayamos todos y todas en paz y feliz y provechosa semana