Celebración de Pascua 2.014 La resurrección de las víctimas                    19 abril 2.014

EL  FUEGO.

Pte-.    Los que hemos nacido y vivido en un pueblo tenemos recuerdos muy fuertes de lo que es una tormenta; el temor a los rayos era cerval; había prácticas sociológico-religiosas para ahuyentarlos. Como echar desde la ventana a la calle piedras recogidas al paso de la procesión del Corpus… Un rayo podía destruir una casa o asolar la cosecha de cereales…       (Se enciende la bengala. Y, seguido, se enciende la fogata preparada en un recipiente con gasolina o alcohol, que agilice el fuego).

Lector-.           No ha sido un rayo. Tranquilos. Solo ha sido eso: una bengala, que usan para señales en alta mar.

Lector-.           Pero su luz, su resplandor, su fuerza… nos han asombrado un poco: quizás, asustado también un poco.

Lector-.           Así sucede con todo lo que nos llama la atención. Así sucedió el día en que Jesús se hizo cargo del dolor de la Humanidad. Hasta los soldados romanos cayeron en la cuenta. Algo sucedió en  la profunda realidad del Misterio, que empezó a gestarse en la tarde dolorida del Gólgota. Un inocente asumía en su entrega todo el sufrimiento injusto de

Pte-.                Cuando el dolor sumía en la muerte a Jesús, ajusticiado según las leyes, un rayo zenital, una energía nueva penetró en la realidad ordinaria del mundo. Y la transformó. Al tercer día, el de la Pascua, amaneció la realidad impensada, en forma del hombre –Jesús- resucitado…

Lector-.           No lo podían creer. Solo asombro les producía. Sorpresa inimaginable….El sepulcro, vacío. Ni los soldados de guardia estaban allí. Si acaso, un jardinero, a quien preguntar dónde lo han puesto..

Lector-.           La obediencia de Jesús a la realidad de la vida, abrió paso al Amor del Padre, que siempre quiere derramarse sobre nosotros y sobre el mundo… Especialmente sobre los que más sufren los desmanes de la insensatez humana, las víctimas de todos los tiempos.

Pte-.                Sigue siendo un Misterio. Misterio, que en el asombro, en la sorpresa, quiere calar en nuestra andadura y transformarla toda. Jesús es una de esas víctimas. Pero el Amor gratuito del Padre ha hecho que el Amor obediente del Hijo-víctima se convierta en Vida resucitada.

Lector-.           Esta fe nos introduce en una Realidad completamente Nueva, la del Espíritu del Padre y del Hijo. Realidad de creyentes en un Dios de entraña maternal, de Vida, de Liberación. Solo falta que nos dejemos sorprender… impactar por la obra del Espíritu.

Lector-.           En un silencio interior, contemplativo… acogemos esta Realidad nueva, que ya nadie nos puede cambiar. Conscientes de lo que significa esta Luz en nuestras manos y en nuestro corazón.

(Se enciende el cirio y las velas).

Lector-.           Somos portadores necesarios de la Luz; no dejemos que se nos caiga de las manos, ni se nos apague en el corazón.

Lector-.           Somos testigos de Resurrección. No nos quedemos dormidos, ni dejemos bajar la guardia.

Lector-.           Somos el prójimo de cada hombre y mujer; no hagamos nunca un rodeo, para dejar a alguien maltrecho en el camino. Jesús no lo haría.

Lector-.           Agarremos fuertemente esta Luz; que la noche tiene mil formas. La tarea tiene todas las complicaciones humanas y parece que el Señor se tarda.

(Se hace la procesión de entrada. Durante la procesión se canta:… )

ESTE ES EL DÍA EN QUE ACTUÓ EL SEÑOR, SEA NUESTRA ALEGRÍA Y NUESTRO GOZO. DAD GRACIAS AL SEÑOR PORQUE ES BUENO, PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA. ¡ALELUYA! ¡ALELUYA!

  1. Que lo diga la casa del Señor: es eterna su misericordia.                Que lo diga la casa de Aarón: es eterna su misericordia.                  Que lo digan los fieles del Señor: es eterna su misericordia.
  2. Escuchad, hay cantos de victoria en las tiendas de los justos.    La diestra del Señor es poderosa; es excelsa la diestra del Señor. La diestra del Señor es poderosa, es excelsa la diestra del Señor.

(Ya dentro, se encienden las luces… Se coloca el cirio en su peana, o en el altar).

Lector-.           Una antigua ceremonia solemniza el rito de la presencia de Jesús Resucitado, que se revivirá en todas las reuniones y actividades de la comunidad.

Pte-.    (Con un punzón va marcando en el cirio a tenor de las palabras:)

-Cristo ayer y hoy.  Principio y Fin.(sobre los dos brazos de la cruz)

– Alfa y Omega. (sobre las dos letras griegas)

– Centro de la Historia Humana, Señor del Universo. (Sobre las            cifras del año 2014).

– Con su Vida, con su muerte y con su Resurrección nos abre las puertas de la Liberación, que nunca más se cerrarán. (Con sus manos abraza el cirio).

PREGON PASCUAL

Hermanas, hermanos,

¡Bienvenidos a la LUZ del Señor!

¡Demos la bienvenida a su LUZ

ofrecida, dispuesta, renovada en una noche como esta;

la NOCHE inundada por el DÍA; la NOCHE-DÍA.

Aquella NOCHE DÍA no sólo fue; aquella NOCHE DÍA es.

Es esta noche. Es este día.

¡Hermanas, hermanos!

¡Cristo resucitó! ¡Cristo resucita!

¡Que la alegría, la alegría pascual, sea profundamente real!

Creer en la resurrección no es fruto de un deseo, ni es un sueño ni una añoranza.

Creer en la resurrección es fruto del encuentro con Cristo, con su persona, con sus causas, con su mensaje

Creer en el resucitado es poder decir:

“¡Vida mía!”, “¡Vida nuestra!” “¡Cristo, nuestra Pascua!”

Pero el Cristo Pascual también nos invita a contemplar su compromiso de humanidad y a asumir el nuestro.

Vivimos con dolor y rebeldía la desafección política, sindical, social, religiosa…a la que nos hemos abocado y nos han abocado.

Vivimos con dolor y rebeldía la falta de sensibilidad y de compasión que hemos generado como cultura

Vivimos con dolor y rebeldía la indiferencia ante los que huyen de la pobreza dejándose su piel y su sangre en las vallas o exponiendo sus cadáveres en la playa para decirnos: ¡BASTA!

Vivimos con dolor y rebeldía la desolación y muerte, efectos de comportamientos humanos: las guerras, el terrorismo, la opresión, la dominación de muchos en provecho de otros

Vivimos con dolor y rebeldía el sufrimiento y la muerte a causa del odio, la violencia y la guerra generados en nombre de Dios, de cada uno de los Dioses verdaderos

Lo vivimos con dolor y rebeldía. ¡ NOS DUELE Y NOS REBELAMOS !

Nos duele el dolor ajeno, nos duele el dolor que unos seres humanos causan a otros. No podemos volver la cara ante él.

Nos rebelamos contra la opresión, contra la muerte buscada, contra la infelicidad y el dolor que causa quien mientras sólo busca su propio provecho o cree defender sus ideas, desprecia la vida y el sufrimiento ajenos.

Y nosotros, como Iglesia, queremos vivir -a la luz del Evangelio- la pasión obsesiva de Jesús, el Reino.

Queremos ser Iglesia de la opción por los pobres, queremos ser comunidad ecuménica.

El Dios en quien creemos, el Abbá de Jesús, nunca puede ser causa de fundamentalismos,

de exclusiones, de inclusiones absorbentes, de orgullo proselitista.

Ya basta de hacer de nuestro Dios el único Dios verdadero.

El diálogo interreligioso no sólo es posible, es necesario.

Y la corresponsabilidad eclesial ha de ser la expresión legítima de una fe adulta.

Por todo ello creemos en la Resurrección

Por todo ello vivimos la Resurrección

que no es algo del pasado; entraña una fuerza de vida que ha penetrado el mundo.

Donde parece que todo ha muerto, por todas partes vuelven a aparecer los brotes de la resurrección.

Es una fuerza imparable. Es verdad que muchas veces parece que Dios no existiera cuando vemos injusticias, maldades, indiferencias y crueldades que no ceden. Pero también es cierto que en medio de la oscuridad siempre comienza a brotar algo nuevo, que tarde o temprano produce su fruto.

Queremos trabajar por ser parte de ese brote permanente, queremos ser fieles al Reino que cada día renace pese a todo, queremos trabajar por la opción por los pobres, queremos ser fieles al mensaje del Reino.

Nos negamos a renunciar a estos sueños aunque puedan parecer quimera.

Nos atenemos a la palabra de Jesús:

«Fuego he venido a traer a la Tierra; qué puedo querer sino que arda» (Lc 12,49).

Con humildad y coraje, en el seguimiento de Jesús,

Lucharemos por vivir estos sueños en el cada día de nuestras vidas.

Y seguiremos viviendo como anticipo de la Pascua definitiva,

todas y cada una de las pequeñas victorias que vayamos consiguiendo,

y todas y cada una de celebraciones pascuales como esta

y todas y cada una de nuestras eucaristías.

El encuentro con el Cristo resucitado así nos lo susurra.

¡Hermanas y hermanos la tarea pascual nos espera!

¡BIENVENIDOS A LA VIDA PASCUAL RENOVADA!

Rito del AGUA

El agua, de fórmula química H2O, es el elemento de mayor presencia, tanto superficial como volumétrica, en la corteza terrestre.Su captación, almacenamiento y distribución han sido y continúan siendo uno de los principales objetivos de la ingeniería civil. Sin embargo respondiendo en muchas ocasiones más a criterios de poder y riqueza que de justicia y solidaridad.

Tanto su aportación natural en forma de lluvia como mediante los sistemas  diseñados  por el hombre, constituye un elemento básico para la producción de alimentos y también está presente en la inmensa mayoría de las actividades humanas.

Es tan básica para la vida de las personas que el acceso al agua potable ha sido considerado como un derecho humano fundamental y  vinculante,  en 2010 por la Asamblea General de Naciones Unidas

Su uso está regulado por multitud de disposiciones jurídicas que pretenden conseguir un control socialmente justo y respetuoso con la naturaleza aunque, desgraciadamente,  la realidad luego sea muy diferente.

De hecho, hoy,  casi 800 millones de personas carecen de agua potable en el mundo.  Por otra parte hay una ofensiva privatizadora de la gestión del agua en muchos países, que puede poner en riesgo su justa distribución o dificultar el acceso  a muchas personas sin capacidad para pagarla.

El agua ha estado siempre presente y continúa estándolo en la cultura, el arte y la religión. Una muestra de ello son las celebraciones cristianas del sacramento del bautismo y de las eucaristías.

Continuando esta tradición hoy queremos: A ti Jesús de Nazaret, que te sumergiste en las aguas del Jordán en tu bautismo, que bebiste del agua del pozo de la samaritana, que caminaste sobre ella sin hundirte, que la convertiste en vino…. ofrecerte esta agua como símbolo de que es posible un mundo sin víctimas del egoísmo humano.

Conserva nuestra esperanza y danos fuerzas para luchar por conseguirlo

(Cada uno de nosotros lee uno de los apartados y simultáneamente echa un poco de agua con la jarra en la palangana. La última frase, en negrita la leemos todos.  Mientras se lee, se hacen sonar los palos de lluvia. Al final, con unos ramitos, se salpica a la audiencia)

OFRENDAS PASCUA 26-04-2014

Te ofrecemos Señor en esta Pascua el esfuerzo, el trabajo y el compromiso de todos los miembros de nuestra Comunidad para alumbrar un mundo nuevo, más justo y solidario, más fraternal y libre.

Porque hemos comprobado que se pueden hacer cosas y que ya las estamos haciendo, te ofrecemos Señor :

El esfuerzo, profundización y tareas de sensibilización crítica que ayudan a un cambio de mentalidad, a eliminar los miedos y a crecer como ciudadanos libres y participativos.

El trabajo con los inmigrantes en las distintas organizaciones en

las que colaboramos; así como  con los presos en las facetas de acogida, reinserción y cuidado.

Y el compromiso con los sectores de nuestra sociedad y los pueblos del mundo que sufren más intensamente la violencia del sistema establecido.

Así mismo ofrecemos todas estas herramientas de transformación de la sociedad, que han ido surgiendo entre los ciudadanos:

1-         La Plataforma de Afectados por Hipoteca

2-         La Marea Blanca de la Sanidad

3-         La marea Verde de la Educación

4-         La Marea Naranja de los Servicios Sociales

5-         La Marea Rosa de los parados

6-         La Marea Negra de los funcionarios

7-         Las Marea Amarilla de la justicia

8-         La Marea Azul del agua

9-         La Marea Violeta de las mujeres

Te presentamos también el esfuerzo de todos los caminantes que han venido a Madrid el 22 de marzo para reclamar dignidad y justicia.

Por último ofrecemos el pan y el vino para recordarnos, que tu entrega Señor, sin límites, hasta dar la vida, es para nosotros siempre el ejemplo a seguir.

Anáfora de Pascua 2014         Resurrección de las víctimas

P. ¿Quién nos dará la dicha, si la luz de tu rostro ha huido de nosotros?

L1. ¿Quién nos hará sentir el gozo, si la oscuridad nos oculta las dimensiones de la realidad, nos borra la forma de las cosas y nos desfigura  el rostro de las personas?

Cdad. Le hemos preguntado al fuego ¡y el fuego se ha desentrañado  en múltiples lenguas de luz!

L2. ¿Quién nos hará sentir el gozo,  si la  sed nos está pegando la lengua al paladar y la garganta se nos reseca  como una teja?

Cdad. Le hemos preguntado al agua ¡y el agua se ha desatado en manantiales  refrescantes  y en ríos de plata  fértil sobre la aridez de la tierra!

L3 ¿Quién nos hará recuperar la alegría,  cuando nos falta el pan y el hambre nos está mordiendo en la carne?

Cdad. Le hemos preguntado a la tierra y al  cielo ¡y la tierra y el cielo han desplegado una mesa de pan reciente ante nuestros ojos!

L4 ¿Quién pondrá en nuestros labios palabras ardientes de amor y de esperanza, si el tsunami que nos abate nos está  sumergiendo  en una ola de  tristeza?

Cdad. Y en las sobrias palabras de Marcos nos llega la caricia de tu respuesta: ¡vosotras y vosotros, en Jesús de Nazaret y en el centro del universo, despertáis  hacia la luz y hacia la vida! ¡Porque yo, Dios y Padre, os llevo en la palma de mis manos!

P. Y nuestro  corazón,  lleno de dicha y de gozo,  desborda de alegría como la mañana ante de luz incontenible del alba, como la tierra reseca ante la lluvia, como el grito que rompe el silencio, como las tahonas de pan fresco que se ofrecen en  gratitud, como la ternura en las lágrimas de Jairo al recobrar a su hijita despierta… Con esta alegría en el  corazón,  cantamos:

ALELUYA, ALELUYA, EL SEÑOR ES NUESTRO BIEN… (bis)

1 Los confines de la tierra

han contemplado

la victoria de nuestro Dios.

Aclamad al Señor, tierra entera;

gritad, vitoread, tocad.

2 Retumbe el mar y cuanto contiene,

la tierra y cuantos la habitan;

aplaudan los ríos,

aclamen los montes al Señor,

que llega para regir la tierra.

P. Despertados —por la luz— del sueño de la noche que borra la imagen de las cosas,  a una tierra que el agua hace fértil y fecunda, donde el pan se ofrece generosa y gratuitamente a todos los seres humanos y donde la palabra todo lo recrea y recuerda el sentido de la vida, miramos con ojos nuevos los gestos de Jesús.  En su noche de despedida, tomó pan…

P. Quienes estamos siendo parte del problema, en esta noche santa deberíamos aceptar la invitación a participar en la solución.

L5.  La luz y el fuego hacen visible la rica biodiversidad que embellece el universo. Resucitar es llenar el mundo de formas y de cosas. Como la luz que rompe la noche y abre el alba, resucitar es salir de la oscuridad y de la nada y poner un arcoíris sobre la tierra. Porque Dios se complace en la diversidad y los colores.

Cdad. Quienes estamos siendo  causa de su agotamiento y empobrecimiento, apostamos hoy por la defensa de la biodiversidad.

L6. El agua da energía y movilidad a las cosas; el agua reverdece las praderas y las esmalta de flores, da agilidad al vuelo de las aves y movimiento a los animales; el agua da vida y bienestar al ser humano. Resucitar es abrir manantiales y hacer correr ríos sobre la superficie de la tierra; resucitar es dar agua de vida a todas las vidas.  Porque Dios Padre es Dios de la vida y se complace en que  todas las vidas vivan.

Cdad. Quienes estamos siendo causa de exclusión y de muerte entre lo más  débil de  la humanidad y del cosmos apostamos por su defensa y acogida.

L7. La palabra rompe el silencio y es puente de comunicación entre los seres; la palabra está llamada a crear cercanía y amistad, alianza entre personas  diferentes y aun enemigas; la palabra manifiesta las más recónditas intenciones del corazón humano: la pasión y la compasión con los pobres, la cercanía y amistad con los diferentes… Resucitar es poner palabras de concordia y de amistad, de  amor ardiente en la vida. Porque Dios se hizo palabra y la palabra es el primer testigo de la resurrección.

Cdad. Quienes estamos siendo hoy cómplices con nuestro silencio de la orfandad y tristeza que se cierne sobre la historia, apostamos por gritar  con todas nuestras fuerzas en defensa de la dignidad universal de todas la víctimas.

4 Resucitar es poner el trigo en el surco y velar mientras crece la semilla, mientras florece y llega a las multiplicación de la espiga; resucitar es poner el fermento en la masa y velar la multiplicación de las hogazas; es repartir el pan entre los hogares hasta que llegue hasta la última e innecesaria chabola; resucitar es dar también de comer  a las hijitas dormidas de Jairo cuando despierten del profundo sueño en que están sumergidas…

Cdad. Quienes hasta ahora hemos estado durmiendo bajo el sueño de unas ideologías, frecuentemente ignoradas, aunque siempre selectivas, partidistas y discriminatorias, apostamos hoy por la universalidad de nuestro ser humano.

5. Resucitar es reconocer que no estamos solos en el mundo, que existimos desde el cuidado de muchas otras y otros, que necesitamos  compañía y apoyo, comunidad donde el yo y el tú se asocian en un nosotras y nosotros para protegerse, soñar  y esperar,  con los ojos abiertos como Jairo y los pies en camino como Jesús de Nazaret. También Dios se siente más cómodo estando acompañado, siendo Trinidad.

Cdad. Quienes hemos cedido al egoísmo o a la tentación del aislamiento, quienes no hemos descubierto aún el cuidado que debemos a las y los demás, queremos apostar  hoy,  desde la resurrección de Jesús,  por una comunidad humana multicultural y multiétnica, cosmopolita y universal.

P. Estas apuestas las ponemos en tus manos, Dios Padre y Madre, que, en la resurrección de Jesús, nos has mostrado el sentido último de la humanidad y del universo, y te pedimos que nos des la fuerza de tu Espíritu para ponerlas en práctica. Te lo pedimos, unidas las manos, con la oración que nos enseñó el mismo Jesús. PADRENUESTRO