0. Introducción y acogida 26 de febrero de 2017
Como en años anteriores, hoy nuestra celebración tiene como referencia APROMAR, proyecto con el que esta Comunidad colabora y cuyos objetivos son bien conocidos por todos nosotros.
Queremos, en primer lugar, dedicar nuestro saludo a las personas de APROMAR que hoy nos acompañan en estos nuevos locales. Seguís contando con nuestra admiración y cariño.
Nuestras celebraciones este año vienen teniendo como hilo conductor la solidaridad, la fragilidad, la acogida… temas que siguen teniendo vigencia cuando nos referimos a las personas a las que APROMAR dedica su trabajo, con las especiales circunstancias que dificultan su integración en la sociedad en la que ya residen.
1. Petición de perdón.
Señor, antes de compartir contigo y con los hermanos esta celebración, queremos pedirte perdón
Reconocemos que nuestros buenos deseos de solidaridad y acogida dejan, en la práctica, bastante que desear. Por ello, te pedimos perdón
TODOS: Perdón, Señor, Perdón.
¡Cuántas veces nos acercamos a los más necesitados con arrogancia y luego nos llenamos la boca hablando de lo que hacemos! Por ello, te pedimos perdón
TODOS: Perdón, Señor, Perdón
Sabemos que los más necesitados son “carne de Jesús” y, aun así nos acercamos a ellos con vanidad. Por ello te pedimos perdón, Señor
TODOS: Perdón, Señor, Perdón
Y a todos vosotros, hermanos, por nuestra falta de amor y nuestra indiferencia en tantas ocasiones, os pedimos perdón.
TODOS: Perdón, Señor Perdón
Canción: Cristo Libertador (pg.28. nº31)
2. Lecturas
2.1. Primera lectura.
Vamos a empezar nuestras lecturas con un resumen de las palabras que el Papa Francisco dirigió a los presos que se reunieron con él en la catedral de Cagliari.
Gracias a todos por estar aquí hoy. En vuestros rostros veo fatiga, pero también esperanza. Sentíos amados por el Señor y también por tantas personas buenas que con sus obras y sus oraciones ayudan a aliviar los sufrimientos de las personas. Y lo primero que quiero compartir con vosotros es la alegría de tener a Jesús como maestro y modelo de vida. Todos nosotros tenemos dificultades, todos. Todos, todos los que estamos aquí tenemos miserias, fragilidad. Ninguno aquí es mejor que el otro. Todos somos iguales ante el Padre. Todos.
Mirando a Jesús vemos que eligió el camino del amor. El camino de la humildad y del servicio. No hay otro. El amor, la caridad son una elección de vida. No hay otro camino para este amor: ser humildes y solidarios. Esta palabra, solidaridad, corre el riesgo de que la borren del diccionario. Porque molesta, porque obliga a mirar al otro y entregarte a él con amor. La elección de Jesús es real: es un camino, una senda, y este camino es para recorrerlo. Os agradezco el esfuerzo por seguirlo, también en la fatiga, en el sufrimiento, entre las paredes de una cárcel. Es la elección de ser pequeño, de estar con los pequeños, con los excluidos.
Para seguir a Jesús en el camino de la caridad, hay que ir con El en las periferias existenciales… Para el buen pastor, lo que está perdido y se desprecia, es objeto de mayor atención. En la Iglesia, los primeros son aquellos que tienen más necesidad: humana, espiritual y material.
Hemos elegido como segunda lectura esta parábola que, en primer lugar, nos habla sobre el valor y la necesidad de elegir la humildad como actitud en la vida y, en segundo lugar, nos indica la actitud de desinterés que debe caracterizar nuestra actuación con nuestros prójimos.
2.2 Lectura del Evangelio:
Lucas 14, 1, 7-14
Y un día de reposo aconteció que, habiendo entrado en casa de un principal de los fariseos a comer y observando cómo los convidados escogían los primeros asientos a la mesa, relató una parábola diciéndoles:
Cuando seas convidado por alguno a una boda, no te sientes en el primer lugar, no sea que otro más honorable que tú esté convidado por él, y viniendo el que os convidó a ti y a él, te diga: “Da tu lugar a este”; y entonces tengas, con vergüenza, que ocupar el último lugar.
Mas cuando seas convidado, ve y siéntate en el postrer lugar, para que cuando venga el que te convidó, te diga: Amigo, sube más arriba; entonces tendrás gloria delante de los que se sientan contigo en la mesa. Porque cualquiera que se ensalza será humillado; y el que se humilla será ensalzado.
Y dijo también al que le había convidado: cuando hagas una comida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes ni a tus vecinos ricos, no sea que ellos, a su vez, te vuelvan a convidar y seas recompensado.
Más cuando hagas banquete, llama a los pobres, a los mancos, a los cojos y a los ciegos; y serás bienaventurado, porque ellos no te pueden retribuir; pero te será recompensado en la resurrección de los justos.
3. Reflexión comunitaria.
Introducción
Hoy queremos reflexionar sobre lo que Jesús nos dice en esta parábola: la humildad y el desinterés, no la oportunidad y la recompensa, deben caracterizar nuestra conducta. Los pobres y excluidos son los invitados al banquete. Los sufrimientos y las necesidades de tantos pobres y excluidos cuestionan nuestra capacidad de acogida y solidaridad.
. ¿Nos sentimos verdaderamente cuestionados por la realidad inhumana e injusta que nos rodea por todas partes?
. Cuando damos, ¿esperamos recompensa?
4. Ofertorio
4.1 Memoria de APROMAR. Con la memoria de APROMAR queremos representar y poner sobre la mesa el cariño y esfuerzo desinteresado que se dedica a conseguir que el acceso a una vida digna se haga realidad para muchas personas con las que la sociedad mantiene fronteras aunque hayan nacido o teóricamente sean residentes en nuestro país. Con esta memoria reconocemos y ofrecemos el trabajo de todas las organizaciones que realizan proyectos de acogida a los necesitados, que dan forma a la realidad de la necesaria solidaridad interpersonal y social.
4. 2 Llaves. Con estas llaves queremos manifestar que es inútil abrir las puertas de las celdas si al mismo tiempo no se abren las puertas de la solidaridad, de la acogida y del respeto.
4.3 Proyectos y bolsas. Para que la solidaridad que buscamos con la realización de los Proyectos de la Comunidad sea viable es necesaria la colaboración económica. A continuación pasamos las bolsas para procurar conseguir este objetivo.
4.4 Pan y vino. Jesús nos ha enseñado nuestros deberes con la vida: tenemos que conocer la realidad de la situación de nuestros prójimos y poner remedio a sus necesidades. Siguiendo su ejemplo, ponemos en la mesa el pan y el vino como símbolo de nuestro compromiso de solidaridad con todos los marginados por motivos económicos, sociales, religiosos o de cualquier otra índole.
5. Anáfora.
Introducción: Bienvenidos a esta reunión de hermanos y hermanas, convocados en nombre del Amigo de los excluidos, los marginados y los sobrantes de la sociedad, en nombre de quien siempre tenía un sitio cerca de él para los últimos.
- Comenzamos pidiéndote, Señor, la apertura y la cercanía necesarias para entender su situación: soledad, escasez, falta de esperanza, de expectativas, sensación de desamparo, etc…, y ofrecerles nuestra ayuda.
- Estamos viviendo tiempos de turbación con demasiadas cosas en entredicho, con demasiadas cosas por recomponer y reordenar, con poca o ninguna confianza en muchas instituciones, con la justicia frecuentemente titubeante… Demasiada convulsión en la vida política que no debe minimizar la atención hacia los olvidados…
- Siempre es un buen momento para dirigir la mirada hacia aquellos que se esfuerzan por alcanzar una segunda oportunidad después de haberse visto recluidos, en bastantes ocasiones durante años…
- Sabemos que para curar el mal hay que amar al enfermo, pero la raíz del mal está en todos nosotros. Por ello queremos pedirte que nos cures, y lo hacemos entonando el himno de alabanza:
- TODOS: Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo, llenos están el Cielo y la Tierra de tu gloria, ¡hosanna en el cielo!, bendito el que llega en nombre del Señor, ¡hosanna en el cielo!
- ¿En cuántas ocasiones nosotros, más o menos acomodados, miramos a los excluidos desde la prepotencia, el desprecio o la indiferencia? ¿No somos de corazón duro cuando enjuiciamos las conductas socialmente desviadas?
- TODOS. Por ello, Señor, reconociendo nuestras dificultades para sentir, como verdaderos hermanos a los excluidos, al acercarnos a tu mesa para compartir este pan y este vino, queremos con tu ayuda recordar aquella otra mesa en la que Tú, con tus amigos, partiste el pan y lo repartiste con ellos diciendo:
- “Tomad y Comed todos de este pan porque este es mi cuerpo que se entrega por vosotros.”
- Del mismo modo, acabada la cena, tomaste la copa en tus manos y se la ofreciste a todos ellos diciendo:
- TODOS. “Tomad y bebed todos de él porque este es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna que se derrama por vosotros y por todos los hombres y mujeres para su liberación. Haced esto en mi recuerdo».
- Por ello en este sacramento de compartir tenemos un compromiso: Él nos dejó un único mandamiento: «amaos los unos a los otros como yo os he amado». Que sea el norte que nos guíe en nuestro caminar al lado de los que sufren y de los que tienen hambre y sed de justicia.
- TODOS.- Este es el sacramento de nuestra fe; Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ven Señor Jesús.
- Te pedimos que nos hagas capaces de romper las barreras entre ricos y pobres, entre los diferentes, esas barreras que levantamos con nuestros miedos personales, y podamos alcanzar así el reino de la esperanza, de la igualdad, de la dignidad y de la justicia.
- Tu Reino, Señor. Y ahora uniendo “mentalmente” nuestras manos, recemos cantando el Padre Nuestro de la pg.92.
6. Introducción a la paz. Que la paz esté con nosotros. Nos damos la paz.
7. Comunión (Música.)
8. Acción de gracias.
Hoy Señor te queremos dar gracias por estar cerca de estas personas, presos y expresos atendidos por APROMAR, que nos recuerdan nuestra obligación de compartir. Estamos agradecidos por tener la oportunidad de aprender de ellas, por ser capaces de valorar su esfuerzo para integrarse en esta sociedad que les es adversa.
Estas personas nos están demostrando que, si somos capaces de facilitarles, ayudarles y apoyarles en su proceso de integración en la sociedad, pueden llegar a construirse una sana convivencia.
También queremos hacer una mención especial al esfuerzo realizado por los chicos de APROMAR por salir adelante. Somos conscientes y valoramos su sensibilidad a la ayuda recibida, ellos son un ejemplo valioso y un testimonio de vida para todos aquellos que apoyamos este proyecto.
Danos Señor las fuerzas para que nuestro corazón y nuestra vida estén abiertos a sus necesidades de compañía y acogida.
Canción: Cuando el pobre nada tiene (pg.52. nº62)
9. Avisos y comunicados
10. Bendición. La bendición de Dios todopoderoso, descienda sobre todos nosotros y permanezca para siempre.