Ir a las causas que originan las desigualdades e injusticias             Celebración 11 oct 2020

Introducción. Acaba de publicarse la última encíclica que ha escrito el Obispo de Roma, Francisco y que viene al pelo con este tema. Es densa, dura y bastante acertada. Es muy difícil resumirla, porque cada frase, cada palabra tiene su valor, pero vamos a hacer un intento de destacar ideas que ha expuesto en el capítulo primero “las sombras de un mundo cerrado” y que encajan bastante bien con nuestro tema de buscar las causas que originan las desigualdades e injusticias. Lo tomaremos como la primera lectura.

1ª Lectura.  Sin estridencias, con pluma suave pero firme nos va desgranando el papa Francisco vivencias presentes en nuestra actualidad, que favorecen la desigualdad creciente entre unos países y otros, entre unos seres humanos y otros, a causa de injusticias que rompen la fraternidad universal y parece nos hacen olvidar la Historia.

Aparte de animar a su lectura, entresaco algunas frases del capítulo primero: Las sombras de un mundo cerrado

…parecía que había avanzado el sueño de una Europa unida, capaz de reconocer raíces comunes y de alegrarse con la diversidad, pero parece que se ha olvidado y bien podemos decir que los logros no se alcanzan de una vez para siempre, han de ser conquistados cada día y no podemos desconocer que muchos hermanos nuestros sufren hoy situaciones de injusticia, que nos reclaman a todos.

…Es cierto que hemos alcanzado una cultura que unifica al mundo, pero divide a las personas y a las naciones, porque la sociedad cada vez más globalizada, favorece a los más fuertes, pero hace más vulnerables y dependientes a los pobres.

…Descubrimos nuevas formas de colonización cultural. Un modo eficaz de licuar la conciencia histórica, el pensamiento crítico, la lucha por la justicia y los caminos de integración. Es vaciar de sentido o manipular las grandes palabras, ¿Qué significan hoy algunas expresiones como democracia, libertad, justicia, unidad…?

…Sin un proyecto para todos, la mejor manera de dominar sin límites es sembrar la desesperanza y suscitar la desconfianza constante, manipulando el debate hacia el estado permanente de cuestionamiento y confrontación. En esta pugna de intereses que nos enfrenta a todos contra todos, donde vencer pasa a ser sinónimo de destruir, ¿cómo es posible levantar la cabeza para reconocer al vecino o para ponerse al lado del que está caído en el camino?

Partes de la humanidad parecen sacrificables en beneficio de una selección que favorece a un sector humano digno de vivir sin límites. En el fondo «no se considera ya a las personas como un valor primario que hay que respetar y amparar especialmente si son pobres o discapacitadas, ancianos—…. Derechos humanos no suficientemente universales, persecuciones por motivos raciales o religiosos, y tantas afrentas contra la dignidad humana se juzgan de diversas maneras según convengan o no a determinados intereses, fundamentalmente económicos. Lo que es verdad cuando conviene a un poderoso deja de serlo cuando ya no le beneficia

Este desengaño que deja atrás los grandes valores fraternos lleva «a una especie de cinismo. Esta es la tentación que nosotros tenemos delante, si vamos por este camino de la desilusión o de la decepción. […] El aislamiento y la cerrazón en uno mismo o en los propios intereses jamás son el camino para devolver esperanza y obrar una renovación, sino que es la cercanía, la cultura del encuentro. El aislamiento, no; cercanía, sí. Cultura del enfrentamiento, no; cultura del encuentro, sí».

El mundo avanzaba de manera implacable hacia una economía que, utilizando los avances tecnológicos, procuraba reducir los “costos humanos”, y algunos pretendían hacernos creer que bastaba la libertad de mercado para que todo estuviera asegurado. Pero el golpe duro e inesperado de esta pandemia fuera de control obligó por la fuerza.  El dolor, la incertidumbre, el temor y la conciencia de los propios límites que despertó la pandemia, hacen resonar el llamado a repensar nuestros estilos de vida, nuestras relaciones, la organización de nuestras sociedades y sobre todo el sentido de nuestra existencia. Si todo está conectado, es difícil pensar que este desastre mundial no tenga relación con nuestro modo de enfrentar la realidad, pretendiendo ser señores absolutos de la propia vida y de todo lo que existe. . Pero olvidamos rápidamente las lecciones de la historia, «maestra de vida».  Pasada la crisis sanitaria, la peor reacción sería la de caer aún más en una fiebre consumista y en nuevas formas de autopreservación egoísta. Ojalá no nos olvidemos de los ancianos que murieron por falta de respiradores, en parte como resultado de sistemas de salud desmantelados año tras año. Ojalá que tanto dolor no sea inútil, que demos un salto hacia una forma nueva de vida y descubramos definitivamente que nos necesitamos y nos debemos los unos a los otros, para que la humanidad renazca con todos los rostros, todas las manos y todas las voces, más allá de las fronteras que hemos creado.

Para colmo «en algunos países de llegada, los fenómenos migratorios suscitan alarma y miedo, a menudo fomentados y explotados con fines políticos. Se difunde así una mentalidad xenófoba, de gente cerrada y replegada sobre sí misma”. Los migrantes no son considerados suficientemente dignos para participar en la vida social como cualquier otro, y se olvida que tienen la misma dignidad intrínseca de cualquier persona “Las migraciones constituirán un elemento determinante del futuro del mundo».

Las relaciones digitales, que eximen del laborioso cultivo de una amistad, de una reciprocidad estable, e incluso de un consenso que madura con el tiempo, tienen apariencia de sociabilidad. No construyen verdaderamente un “nosotros” sino que suelen disimular y amplificar el mismo individualismo que se expresa en la xenofobia y en el desprecio de los débiles. La conexión digital no basta para tender puentes, no alcanza para unir a la humanidad. La agresividad social encuentra en los dispositivos móviles y ordenadores un espacio de ampliación sin igual Ello ha permitido que las ideologías pierdan todo pudor. Lo que hasta hace pocos años no podía ser dicho por alguien sin el riesgo de perder el respeto de todo el mundo, hoy puede ser expresado con toda crudeza aun por algunas autoridades políticas y permanecer impune. No cabe ignorar que «en el mundo digital están en juego ingentes intereses económicos, capaces de realizar formas de control tan sutiles como invasivas, creando mecanismos de manipulación de las conciencias y del proceso democrático. Estos circuitos cerrados facilitan la difusión de informaciones y noticias falsas, fomentando prejuicios y odios sabiduría 47. La verdadera sabiduría supone el encuentro con la realidad. Pero hoy todo se puede producir, disimular, alterar. Esto hace que el encuentro directo con los límites de la realidad se vuelva intolerable. Como consecuencia, se opera un mecanismo de “selección” y se crea el hábito de separar inmediatamente lo que me gusta de lo que no me gusta

El sentarse a escuchar a otro, característico de un encuentro humano, es un paradigma de actitud receptiva, de quien supera el narcisismo y recibe al otro, le presta atención, lo acoge en el propio círculo. Pero «el mundo de hoy es en su mayoría un mundo sordo. […] A veces la velocidad del mundo moderno, lo frenético nos impide escuchar bien lo que dice otra persona.

El engaño del “todo está mal” es respondido con un “nadie puede arreglarlo”, “¿qué puedo hacer yo?”. De esta manera, se nutre el desencanto y la desesperanza, y eso no alienta un espíritu de solidaridad y de generosidad. Hundir a un pueblo en el desaliento es el cierre de un círculo perverso perfecto: así obra la dictadura invisible de los verdaderos intereses ocultos, que se adueñaron de los recursos y de la capacidad de opinar y pensar. Miremos finalmente al hombre herido.

2ª Lectura. Evangelio. Lucas 10 (25-37).

Introducción: En el Evangelio que vamos a leer hoy se hace hincapié en un mensaje que ya aparece en la Biblia desde el principio. En el Levítico vemos que ya dice “amaras a tu prójimo como a ti mismo”. En el Nuevo Testamento, Mateo dice en el capítulo 7 “trata a todos los demás como tú quieres ser tratado” y en el capítulo 5 “El padre hace salir el sol para buenos y malos”. También Lucas en capítulo 6 dice “se misericordioso como el padre de todos es misericordioso”. En el mensaje de Jesús resuena con fuerza el Amor fraterno que motiva la encíclica que francisco hoy nos ofrece y que se resume en un “Amaras a tu prójimo como a ti mismo”

Leemos el evangelio:

En esto se levantó un jurista y le preguntó para ponerlo a prueba:

Maestro ¿Qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?

Él le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Como es eso que recitas?

El jurista le contestó: “Amarás al señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y a tu prójimo como a ti mismo”.

El le dijo: Bien contestado. Haz eso y tendrás vida.

Pero el otro queriendo justificarse, preguntó a Jesús: Y ¿Quién es mi prójimo?

Jesús le contestó: Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y lo asaltaron unos bandidos; lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon dejándolo medio muerto. Coincidió que bajaba un sacerdote por aquel camino; al verlo dio un rodeo y paso de largo. Lo mismo hizo un clérigo que llegó a aquel sitio, al verlo dio un rodeo y pasó de largo. Pero un samaritano, que iba de viaje, llegó donde el hombre estaba y al verlo, le dio lastima, se acercó a él, le vendo las heridas echándole aceite y vino, lo montó en su propia cabalgadura y lo llevo a la posada cuidándolo. Al día siguiente sacó 40 monedas y dándoselas al posadero, le dijo: “cuida de él y lo que gaste de más te lo pagare a la vuelta”.

¿Qué te parece? ¿Cuál de los tres se hizo prójimo del que cayó en manos de los bandidos?

El letrado le dijo: El que tuvo compasión de él.

Jesús le contestó: Pues anda, haz tu lo mismo.

Es palabra de Dios

Introducción al diálogo. Realmente con las lecturas está todo dicho, pero se me viene a la cabeza esa idea que se expresó en la Asamblea sobre lo bien que esta que nos reunamos, nos fijemos metas, nos alabemos, pero si no nos comprometemos a tope con ese reino de Dios tan cacareado, nunca lo tendremos.

Lanzaría la pregunta para que cada uno se conteste así mismo: ¿realmente estamos dispuestos a poner toda la carne en el asador para eliminar lo que origina las injusticias, o tenemos algún reparo para conseguir esa utopía que Jesús nos aconseja? ¿tenemos miedo de poner toda la carne en el asador?

Perdón. Pedimos perdón por ese rasgo común del humano que es el egoísmo que hace crecer las desigualdades e injusticias en nuestra sociedad

Pedimos perdón por no escuchar a los que lo necesitan. También por ser cínicos en nuestros actos

Pedimos perdón por no estar muy atentos a quienes nos necesitan a lo largo del camino.

Perdón Señor.

Ofrendas.  A.- Ofrecemos los frutos que salgan de la Asamblea, como recordatorio de nuestra entrega para la construcción de una sociedad más justa y solidaria / B.- A los distintos samaritanos, cercanos, anónimos y a los que en distintos países están cuidando y acogiendo a los más vulnerables. Como vemos mínimamente en los proyectos en los que colaboramos personal y comunitariamente. / C.- Bolsas

Anáfora.

1- “El Señor siempre camina con nosotros, y muchas veces nos acompaña de la mano para guiarnos y que no nos equivoquemos en este camino tan difícil”

2– Por todo ello, cantamos este himno de alabanza

3: “Santo, santo, santo, santo, santo, santo es nuestro Dios, Señor de toda la tierra…

4 – Jesús, tenemos motivos suficientes para creer que reunidos y unidos en tu nombre estás entre nosotros, como lo estuviste aquella noche rodeado de tus discípulos, cuando tomaste el pan, lo partiste y lo repartiste diciendo:

5: Tomad y comed todos de él, porque este es mi cuerpo, que será entregado por vosotros.

6- Del mismo modo, acabada la cena, tomaste la copa y dando gracias, la entregaste a tus discípulos diciendo:

7: Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por todos para el perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía.

8- Este es el sacramento de nuestra fe

9: Anunciamos tu muerte y proclamamos tu resurrección. ¡Ven, señor Jesús!

10– Con el recuerdo y la presencia de todos los que nos han precedido, juntamos nuestras manos con la oración que nos enseñaste

11: Padrenuestro       Música “Padre nuestro de los mártires”

Nos damos la Paz

Comunión– En esta reunión, al compartir el pan y el vino, nos sentimos unidos y cogemos fuerza para reemprender la tarea

Música “No hay mayor amor que el que da la vida”

Acción de gracias. Gracias, porque todos los planteamientos de las personas que buscamos un mundo mejor sin injusticias ni desigualdades, nacen de la compasión que llevamos impresa en el fondo de nosotros mismos, sentimiento que pone en cuestión otro rasgo profundo de nuestra naturaleza, el egoísmo.

Gracias, porque reafirmando esto, Jesus nos enseñó que el único sentido posible de la vida es el amor entre nosotros, buscando lo mejor para los demás, especialmente de los que más lo necesitan.

Avisos y comunicaciones.

Id todos en paz y feliz y provechosa semana