Querida gente, hermana solidaria, de la Comunidad de Santo Tomás.  La verdad es que estando siempre en comunión, olvidamos un poco la comunicación; y hay que comunicarse para comulgarse…

Hemos ido recibiendo vuestra ayuda y vuestra presencia espiritual. En la comunicación más personal con Evaristo siempre está esa Comunidad, suya y nuestra.

Decimos que la verdadera solidaridad es de doble dirección, de ida y vuelta… Cada vez más, metidos en esa mundialidad tan providencial como sospechosa, hay que universalizar la solidaridad. Aquel campesino «nica» decía que «hay que internacionalizar el amor»; esa es la propuesta del Evangelio.

Seguiremos unidos, día a día, «golpe a golpe» como dice el poeta; días y golpes del Reino.

Para todos y todas un fuerte abrazo en la alegría subversiva del Evangelio

Pedro Casaldáliga