9 de noviembre de 2015

Muy queridas Toñi y Mari Cruz:

No nos cansamos de dar gracias a Dios porque existen y por nuestra hermandad – sororidad que nos une desde hace tantos, tantos años, fraternidad que se basa en el don de la amistad sincera tal como expresa Mons. Proaño en uno de sus poemas

«Amistad, vínculo fuerte,

de unión íntima y eterna,

eterna como las almas

entrelazadas por ella»  

Ustedes, como los que más, entienden nuestras necesidades y las alivian. El ofrecimiento de enviarnos en este año  3.800 €  constituye para nosotros un aporte invaluable… resulta como la harina y el aceite de la viuda de Sarepta de este domingo cuyo cántaro y alcuza nunca quedaron vacíos, luego de compartir el pancito con el profeta. 

Reciban al menos por estas letritas, mi y nuestro profundo agradecimiento que es gratitud creciente pues también conocemos perfectamente los momentos difíciles que viven y sin embargo dan -como el óvolo de la viuda- todo lo que tienen a los más necesitados.

Vuestro aporte unido a algún otro que logremos conseguir, por que Dios no falta y su providencia nos sostiene, nos posibilitará seguir con nuestra lucha y nuestro afán de construir el Reino, tras las huellas de Taita Leonidas.

Abracitos y gratitudes para ustedes y para toditos,

Nidia