Canonización Oscar Romero 14 de octubre de 2018

Presentación:

En un mundo como el nuestro, de crueldad y mentira, de vez en cuando hace su aparición lo humano cabal, la compasión sin componendas, la verdad sin segundas intenciones, el compromiso hasta el final. Y entonces, a los seres humanos se nos escapa la palabra santo

De santo salvadoreño Monseñor se convirtió muy pronto en santo universal. «Les tengo una mala noticia», dijo alguien venido de Francia. «Monseñor Romero ya no es de ustedes. Es de todos».

Monseñor Romero no fue bien visto, en general, por la jerarquía eclesiástica.  Después de su asesinato -–aunque no fuese más que por pudor-–, la tesis oficial, que sospechaba del ministerio de Monseñor, se hizo más benigna, pero en definitiva seguía siendo de desaprobación hacia su persona. La verdad es que Monseñor Romero, con su fidelidad a Medellín y Puebla, al Evangelio y a los pobres, introducía el conflicto en la Iglesia, sacaba a luz actitudes eclesiales poco coherentes, y con su ejemplo interpelaba a la honradez.

 

Ojalá que en la canonización de Monseñor Romero estén presentes Ellacuría y Julia Elba, Monseñor Angelelli y los indígenas del Quiché, los niños de Somalia y de Ruanda, las madres de Timor del Este y de Bosnia. Ojalá esté presente un continente mártir, los pueblos crucificados”.

Canción: Cristo Libertador,  primera estrofa.

1ª lectura – de la pastoral y eclesiología del martirio (Oscar Romero)

… y siempre que se ha denunciado, desde la palabra de Dios, todos los abusos de los poderes del mundo, surgen las persecuciones.

Cristo nos invita a no tenerle miedo a la persecución porque, créanlo hermanos, el que se compromete con los pobres, tiene que correr el mismo destino que los pobres. Y en el Salvador ya sabemos lo que significa el destino de los pobres: ser desaparecido, ser torturados, ser capturados, aparecer cadáveres…

2ª lectura – Evangelio Lucas, 6, 22- 24.

Canción: Cristo Libertador,  segunda y tercera  estrofas.

Reflexión participada: Cómo nos interpela la vida de compromiso de San Oscar Romero.

Canción: Yo te ofrezco Señor, página 60

Ofertorio

  • ·Vasija tierra e información de la reunión en Medellín
  • ·Contenido Asamblea Comunitaria
  • ·Ofrendas de la asamblea: Si alguien de los presentes quiere hacer una ofrenda.
  • ·Bolsas
  • ·Pan y Vino

Anáfora “El pueblo te hizo santo”

(Basada en los textos de Monseñor Romero, Jon Sobrino y Pedro Casaldáliga)

Equipo: Celebramos hoy, junto con los hermanos y hermanas de todo el mundo, pero especialmente de nuestra siempre tan presente América Latina, la canonización de Monseñor Romero. “El pueblo te hizo santo”.

Equipo: La Iglesia, siempre tan a rebufo de la Historia, ha tardado casi 40 años en terminar su proceso de canonización. ¡Un milagro!, hacía falta un milagro para poder poner la cruz en la casilla de Santidad… pero la canonización popular de Monseñor Romero fue inmediata. Ocurre como en las canonizaciones por aclamación popular del cristianismo primitivo, pero añadiendo un matiz importante: Monseñor Romero es aclamado porque es querido, y es querido porque él en verdad amó a su pueblo.

Todos. – ¡San Romero de América, pastor y mártir nuestro!

Romero de la paz casi imposible en esta tierra en guerra.

Romero en flor morada de la esperanza incólume de todo el Continente.

Romero de la Pascua latinoamericana.

Pobre pastor glorioso, asesinado a sueldo, a dólar, a divisa

Equipo: “…es duro perdonar después de tantos atropellos; y sin embargo, esta es la palabra del Evangelio: «Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian y persiguen, sed perfectos como vuestro Padre celestial, que hace llover su lluvia e iluminar con su sol a los campos de los buenos y de los malos». Que no haya resentimientos en el corazón”

Todos.

El corazón de El Salvador marcaba

24 de marzo y de agonía.

Tú ofrecías el Pan,

el Cuerpo Vivo

-el triturado cuerpo de tu Pueblo;

Su derramada Sangre victoriosa

-¡la sangre campesina de tu Pueblo en masacre

que ha de teñir en vinos de alegría la aurora conjurada!

Equipo: “…No hay derecho para estar tristes. Un cristiano no puede ser pesimista. Un cristiano siempre debe alentar en su corazón la plenitud de la alegría. Hagan la experiencia, hermanos. En las horas más amargas, cuando más arrecia la calumnia y la persecución, únanse íntimamente a Cristo, el amigo, y vivan la alegría de sentirse íntimo de Dios. Es la alegría más profunda que pueda haber en el corazón”. Por eso cantamos:

Todos: SANTO LATINOAMERICANO

Equipo: “Un cristiano que se alimenta en la comunión eucarística, donde su fe le dice que se une a la vida de Cristo, ¿cómo puede vivir idólatra del dinero, idólatra del poder, idólatra de sí mismo, el egoísmo? ¿Cómo puede ser idólatra un cristiano que comulga? Pues queridos hermanos, hay muchos que comulgan y son idólatras”

Todos: «Si creemos de verdad que Cristo, en la eucaristía de nuestra Iglesia, es el pan vivo que alimenta al mundo, y que yo soy el instrumento como cristiano que creo y recibo esa hostia y la debo llevar al mundo, tengo la responsabilidad de ser fermento de la sociedad, de transformar este mundo tan feo”

Equipo: Nos atrevemos a tomar el pan y repartirlo diciendo:

Todos: “Tomad, comed, éste es mi cuerpo”.

Que este Cuerpo inmolado nos alimente también para dar nuestro cuerpo al sufrimiento y al dolor, como Cristo, no para sí, sino para dar conceptos de Justicia y de paz a los desheredados de la Tierra.

Equipo: Del mismo modo, acabada la cena, tomo una copa, la levantó y dijo:

Todos: “Bebed de ella todos, porque ésta es la sangre de la Alianza de Dios con su Pueblo, que es derramada por muchos para perdón de los pecados”.

Equipo: Esta es la Eucaristía anuncio de la muerte del Señor, proclamación de su vida eterna, optimismo de unos hombres y de unas mujeres que sabe que están siguiendo -aun en medio de la obscuridad y de la confusión de nuestra historia- la luz luminosa de Cristo, vida eterna.

Todos:

Jamás hemos predicado violencia.

Solamente la violencia del amor,

la que dejó a Cristo clavado en una cruz,

la que se hace cada uno para vencer sus egoísmos

y para que no haya desigualdades

tan crueles entre nosotros.

Esa violencia no es la de la espada,

la del odio.

Es la violencia del amor,

la de la fraternidad,

la que quiere convertir las armas

en hoces para el trabajo.

Unimos nuestras manos y voces para repetir la oración que Tú nos enseñaste,     Padre Nuestro

E3.- Antes de compartir este pan y este vino queremos unirnos en un abrazo que nos de fortaleza para seguir el ejemplo de tantas y tantos cristianos que nos han iluminado en este camino. Nos damos la paz.

Comunión

Acción de Gracias:

Te damos gracias Señor por la vida de Óscar Romero y la de tantos mártires y tanta gente generosa, que no dudan en darse a los demás, hasta la muerte si es preciso, por defender a los más débiles.

También te damos gracias por nuestra comunidad y por nuestra reciente Asamblea. Que nos fortalezcamos unos y otras en tu nombre para trabajar por la justicia y para acoger amorosamente a todas las personas que vamos encontrando en nuestro camino.

Canción: Solidaridad.