Incorporamos en la web el documento recibido de Iglesia de Base

Borrador de documento para el tema de la asamblea de IB de Madrid

Este borrador de documento (para nuestra reflexión y debate en las comunidades y en el propio momento culminante de la asamblea) se compone de dos partes que se implican mutuamente, que no es fácil diferenciar y que solo deben separarse como método de trabajo: unas líneas de pensamiento o criterios para la acción, que son también al mismo tiempo parte de nuestra identidad,  y unos compromisos derivados de tales líneas o criterios.

El documento pretende ser una síntesis lo más clara y sencilla posible de las aportaciones de las comunidades a través de las respuestas a los dos cuestionarios antes enviados, resumen que no resulta nada fácil dada la densidad, amplitud y variedad de dichas respuestas. Las correcciones (añadiendo, quitando, modificando) deberéis enviarlas al equipo de preparación (a través de la coordinadora de IB) para incorporarlas al documento. Para facilitar esa tarea se ha puesto la numeración en puntos, lo que no tiene ningún carácter normativo ni valorativo sino simplemente metodológico.

 

Líneas de pensamiento o criterios de acción

1. En la valoración de nuestras comunidades aparece como criterio muy generalizado y mayoritario el rechazo al capitalismo neoliberal con sus nefastas consecuencias económicas y sociales y con el inevitable compromiso práctico de combatirlo en todas las formas posibles, introduciendo una racionalidad económica que no existe en la actualidad. Para dicho rechazo es necesario conocer más a fondo el contenido y dinamismo de ese capitalismo neoliberal.

2. En términos también muy destacados figura en las respuestas a los cuestionarios el valor de lo público y la opción inequívoca por su defensa y apoyo en todos los ámbitos, principalmente los de la sanidad y la educación, en conexión y colaboración con los movimientos sociales. Tal defensa de lo público no debe reducirse a la mera práctica sino que ha de inspirar una ética global o escala de valores entre los que tiene un carácter prioritario.

3. Otro criterio destacado es el posicionamiento contra el pensamiento único y la afirmación del pluralismo y del pensamiento crítico en contra de todo dogmatismo o fundamentalismo de cualquier tipo o estilo, lo que implica el conocimiento de entidades o movimientos de ideología diferente (aunque dentro de una línea común) y la colaboración respetuosa con ellos. Asimismo,  la necesidad de acceder a una información veraz y objetiva de los hechos, que a veces se  trata de una información alternativa, y que debemos también difundir en la medida de nuestras posibilidades.

4. Merece resaltarse también la relativa insistencia de algunas comunidades en el método de trabajo que se considera más adecuado para nuestra reflexión y debate: un método inductivo, “desde abajo”, partiendo de la realidad y tratando de profundizar en ella, y no un método abstracto y generalista, basado solo en  principios y puramente teórico.

5. Los elementos que debe contener asimismo ese estilo de trabajo son: un análisis de la realidad, una alternativa, una organización y una acción (todo lo cual equivale al ver, juzgar y actuar de la revisión de vida); una gestión transparente, un respeto a las decisiones mayoritarias mediante un control democrático y popular, y un cierto liderazgo o coordinación. Y  todo ello tratando de evitar cualquier tipo de retórica o demagogia, la repetición de tópicos o un cierto aire “eclesiástico” en nuestras expresiones y modo de actuar. Nuestra mentalidad y planteamientos han de ser verdaderamente laicos, ya que “Dios actúa a través de nosotros”

6. Se impone, como sentimiento y demanda generalizados, un análisis riguroso de la crisis actual para encontrar una salida digna a la misma.

7. La síntesis entre conciencia ciudadana y creyente es otro punto importante al que, salvo algunas excepciones, no se le ve ningún problema, sino todo lo contrario, en la convicción de que ambas están profundamente relacionadas y deben llevar al equilibrio y a la colaboración. Ser cristianos no es algo “añadido” a nuestra condición de ciudadanos.

8. La coherencia y el compromiso han de ser notas características de esa condición a la vez ciudadana y creyente que nos configuran.

Líneas de compromiso

9. Acaso con carácter previo puede decirse que partimos de una situación de “indignación activa” en todos los órdenes de la vida (personal y público), muy constatable actualmente sobre todo a nivel ciudadano. Es un condicionante que lo engloba todo,  al que los creyentes incorporamos la dimensión de la fe, y a lo que se añade la consigna de “no resignarnos” como horizonte de realización y de trabajo.

10. La defensa de los servicios públicos (sanidad, educación, etc.) es una línea prioritaria.

11. El apoyo a las iniciativas y movimientos ciudadanos y la implicación en ellos (superando la actitud de espectadores y el mero asistencialismo) constituye otra prioridad incuestionable: ONGs, movimiento del 15 M, ATTAC, movimientos de resistencia en América Latina, movimientos ecologistas, partidos de izquierda…

12. La implicación en dichos movimientos ha de llevarnos a otros apoyos concretos, como la lucha contra los desahucios y a favor de las okupaciones, la dación en pago, la lucha contra la corrupción e todas sus formas (exigir la legislación y su cumplimiento frente a la corrupción y el fraude), el acometer todas las reformas legales necesarias, la implantación de un sistema fiscal progresivo… Hemos de desafiar también al miedo que tenemos a una implicación más radical y global ante las demandas que la realidad sociopolítica nos plantea.

13. Un sentimiento claramente mayoritario entre las comunidades apunta a la necesidad de la austeridad solidaria o decrecimiento con repercusión en nuestro estilo de vida, en la organización de la economía doméstica y en el apoyo solidario a distintas causas (que es insuficiente pero necesario), la opción de “desmercantilizarnos” mediante vías como la banca ética, etc. y siempre en la dirección de la gratuidad y del compartir.

14. En esta línea se plantean otras iniciativas concretas, como la de acoger en nuestra casa a las personas sin techo, la de denunciar los paraísos fiscales y los impuestos injustos, colaborar con Cáritas u otras entidades en el tema de los albergues para personas sin hogar, llevar  a cabo acciones que favorezcan la humanización y la autonomía de las personas, participar en foros plurales con no creyentes, trabajar en la lucha contra el hambre y contra el paro, en la cooperación al desarrollo, en los objetivos generales del milenio…

15. De forma minoritaria se señalan algunas actitudes más específicamente “cristianas” como la humildad o la oración.

16. Se expresa mayoritariamente (aunque con algunas excepciones)  la opinión de que Iglesia de Base no debe tener un compromiso global, sino más bien ser un eje coordinador para motivar y estimular a las comunidades (y a los colectivos o iniciativas en los que ellas participan), especialmente en los terrenos  de la protesta y la denuncia, así como animar también a participar más activamente en las comisiones de trabajo de IB (laicidad, movimientos sociales, etc.) y en la vinculación a Redes Cristianas. Es importante contar con las limitaciones que la realidad nos impone, como por ejemplo la edad media –más bien alta- de los miembros de la Iglesia de Base.

17. Alguna comunidad sugiere que el equipo de preparación del tema de la asamblea presente al final de la misma un gesto provocador que nos sensibilice y nos cuestione. Con ese fin  os solicitamos a las comunidades ideas o sugerencias para poder elegir alguna que nos parezca adecuada. Os damos las gracias por ello y por vuestra atención y colaboración en el envío de las enmiendas o correciones a este borrador que consideréis oportunas, a través de la Coordinadora,  antes del 1 de marzo de 2012. Con la incorporación de dichas enmiendas tendremos el documento definitivo que será la base del debate en la asamblea final.

Un cordial saludo,

            El equipo de preparación del tema de la asamblea de Iglesia de Base de Madrid

 

                                                                                              Madrid, enero de 2012.