APROMAR 2019. Justicia Restaurativa 10 de febrero de 2019
0. Introducción y acogida
De nuevo celebramos con APROMAR. Como todos sabemos, APROMAR es la organización ejecutora del proyecto “y después de la cárcel qué”, con el que colabora nuestra comunidad desde hace años. Este proyecto, recordamos, se centra en el acogimiento y la atención de presos y ex-presos para ayudarles a reconstruir sus vidas.
Damos la bienvenida a quienes nos acompañan hoy…
Cada estado, al regular con sus leyes la convivencia, define los valores y principios sociales por los que se rige. El Derecho penal se concibe como instrumento de control político, económico y social, refleja la preocupación de la sociedad por la inseguridad, la delincuencia y la reincidencia, y también de cómo reclamamos el mantenimiento del orden público con la tipificación de nuevos delitos, mayores penas, más policía…
En el Sistema Penal Español, corresponde al Código Penal la tipificación de los delitos y la cuantificación de las penas a cumplir por quien delinque, a la Judicatura el juzgar la comisión de los hechos tipificados como delitos e imponer la pena prevista y al Sistema Penitenciario la aplicación de la pena a quien ha delinquido y ha sido condenado.
A la sociedad le preocupa la delincuencia y la reincidencia. Continuamente, ante casos mediáticos, oímos: “el que la haga, la pague”, “que se pudra en la cárcel, “entran por una puerta y salen por otra”; también leemos titulares sobre propuestas de modificar el Código Penal incorporando nuevos tipos delictivos y endureciendo las penas a cumplir por los infractores. Por otra parte, la mayor preocupación de los condenados a prisión es la reinserción social.
Desde un punto de vista como cristianos, y también como ciudadanos preocupados por la delincuencia y la reincidencia, no podemos ignorar que los delincuentes son personas a recuperar para la sociedad. Es, pues, necesario y conveniente buscar, plantearnos alternativas a un sistema penal que no es capaz de reducir ni la delincuencia ni la reincidencia y que no facilita la reinserción.
Es difícil, pero hemos de avanzar y cambiar. Pensemos, planteémonos y trabajemos por un sistema penal mas humano, en términos de reconciliación, compasión, perdón, reparación, restauración de la convivencia, prevención, alternativas a la prisión y a las largas condenas y no solo en el castigo y la venganza.
1. Petición de perdón
1.1 En nuestros comportamientos habituales, cuando queremos reparar un posible daño que nos afecte directa o indirectamente, la mayoría de las veces creemos que se debe aplicar el “castigo” sin intentar utilizar los métodos que propone la “justicia restaurativa”.
Por ello, Padre, te pedimos perdón.
TODOS: Perdón, Señor, perdón
1.2 Señor, al rezar reclamamos tu Justicia cuando decimos que te hemos ofendido y esperamos tu perdón pero también decimos “así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden” y somos conscientes de que nuestro orgullo y falta de humildad nos dificultan a perdonar a quienes nos han ofendido, y así nos “resistimos” a cumplir con esta última parte. Compadécete de nosotros y perdona nuestra inconsistencia.
Por ello, Padre, te pedimos perdón.
TODOS: Perdón, Señor, perdón.
Música CLAUDIO MONTEVERDI – CANTATE DOMINO Pinchar para escuchar
2. Lecturas
2.1. Primera lectura.
Apostemos por la filosofía de la Justicia Restaurativa porque trata de resolver los conflictos introducidos por el delito, minimizando el uso de la violencia, procurando devolver el protagonismo a los directamente afectados, responsabilizando al infractor por las consecuencias de su acción, protegiendo y reparando a la víctima e implicando a la comunidad en la prevención y tratamiento de la criminalidad y en la reintegración social del delincuente.
Supone ahondar en la concienciación social, en la atención, en la prevención y el tratamiento de la criminalidad y en la reintegración social del delincuente.
De José Luis Segovia Bernabé, Jurista, criminólogo, sacerdote, profesor de la Universidad Pontificia de Salamanca. Propuestas para avanzar en la Justicia restaurativa y humanizar el Sistema Penitenciario.
2.2 Lectura del Evangelio
Lucas 13:6-9
Dijo también esta parábola: Tenía un hombre una higuera plantada en una viña, y vino a buscar su fruto y no lo halló.
Y dijo al viñador: He aquí que hace tres años que vengo a buscar fruto en la higuera y no lo hallo; córtala; ¿para qué inutiliza también la tierra?
El entonces, respondiendo, le dijo: Señor, déjala todavía este año, hasta que yo cave alrededor de ella, y la abone.
Y si diere fruto, bien; y si no, la cortarás después.
Lucas 7: 41-43
Un acreedor tenía dos deudores: uno le debía quinientos denarios y el otro cincuenta. No teniendo ellos con que pagar, perdonó a ambos. Di, pues ¿cuál de ellos lo amará más?
Respondiendo Simón, dijo: pienso que aquel a quien perdonó más.
Él le dijo:
Rectamente has juzgado.
Mateo 18: 21-22
Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?
Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aún hasta setenta veces siete.
3. Reflexión comunitaria.
Después de leer estos tres textos, queremos explicaros porqué hemos elegido reflexionar sobre los modelos de Justicia. Como grupo, estamos sensibilizados con todo lo relativo a la Justicia Penal, no solo reflexionamos sobre la reinserción, que es el objetivo central de APROMAR. Pretendemos comprender la situación de un modo más global.
Nuestro sistema de justicia penal se basa en un concepto de Justicia Retributiva. Este sistema se centra en el castigo del culpable, defiende la autoridad de la ley y la aplicación del castigo por vulnerar la norma, fija la pena y se ocupa de su cumplimiento.
Traemos aquí una información que consideramos relevante y es que existe otro modelo, la Justicia Restaurativa o Reparadora que se centra en el daño causado, trata de atender a las necesidades de las personas que están implicadas en el delito a través de la reconciliación y se plantea cómo disminuir el riesgo de que vuelva a suceder.
¿Creéis que en nuestro comportamiento habitual nos planteamos alternativas?
¿Estamos abiertos, creemos en, o nos interesa, un modelo penal distinto que no se centre en el castigo y la venganza?
Música Lo conocéis. Estrofa 3, pág.30
4 Ofertorio
4.1 Queremos poner sobre esta mesa el esfuerzo y dedicación de todas las personas que trabajan por la Paz y la Justicia.
4.2 Quiero ofrecer en este momento al pueblo palestino y al pueblo judío, para que entiendan que la restauración de la convivencia no pasa por la venganza y el castigo al otro, sino por el perdón y la reconciliación. La venganza lleva al odio y el perdón a la reconciliación.
La ley del Talión, justicia retributiva, fue dejada sin efecto por el Cristianismo a raíz del Sermón de la Montaña.
4.3. Te ofrecemos Señor esta Memoria de APROMAR, en la que se contiene un resumen del trabajo de quienes participan en las labores de reinserción de los presos y ex-presos, mujeres y hombres.
APROMAR, está en la línea, además, de alcanzar la justicia restaurativa o reparadora, entre ofensor y víctima, pero son conscientes de la carencia de medios materiales y personales para trabajar en esa perspectiva, y de la poca sensibilidad, que, todavía, muestran las autoridades para iniciar esa ruta.
4.4 Así mismo ofrecemos los esfuerzos de los que, desde esa situación de ser excluidos, tanto por la sociedad, como a veces, por su propia familia, intentan volver a integrarse personal, social y profesionalmente.
4.5 Bolsas. Por favor, como ya se ha dicho alguna otra vez, no debiera interpretarse esto como un aguijonazo a las conciencias y a los bolsillos. De sobra sabéis cual es el destino de esta colecta que, aunque no sea una cantidad extraordinaria, si lo es el corazón de quienes participan.
Música ELENI KARAINDROU – TEMA DE LA PELÍCULA “THE WEEPING MEADOW” Pinchar para escuchar
4.6 Pan y vino. Compartir este pan y este vino con quienes hoy nos acompañan debe ser símbolo de que tenemos que hacerlo también con aquellos que más lo necesitan.
5. Anáfora.
1.- Hoy Señor, en tu presencia y con el aliento y el espíritu de una puesta en común, nos acercamos de nuevo a esa realidad que tantas veces olvidamos. Es una realidad dura e incómoda pero ante la cual no podemos mirar a otro lado pues no debemos dejar de abordar el mundo de las cárceles y de quienes están dentro de ellas… y este es un buen momento para hacerlo.
2.- Hay muchos hombres y mujeres privados de libertad y de quienes apenas sabemos nada más que no sea la realidad de que están condenados por algo…
3.- No se nos ocultan tampoco las situaciones de rechazo y de marginación ante las que se enfrentan esos hombres y mujeres que necesitan reinsertarse como ciudadanos y para quienes la justicia social no siempre aparece…
4.- Cómo no valorar el trabajo de organizaciones que dedican sus esfuerzos a recuperar a todas estas personas marginadas y, como la Comunidad que somos, cómo no tratar de acercarnos a ellas, de tomar conciencia de la labor que realizan y de poner a disposición nuestro apoyo…
5.- Conscientes de que aquellos que tienen más necesidad humana, espiritual y material han de ser objeto de mayor atención por la sociedad y por la Iglesia, desde esta Comunidad nos comprometemos a trabajar en esta tarea de construir una sociedad distinta y lo hacemos entonando el himno de alabanza.
Todos: Santo, santo, santo es el Señor, Dios del Universo; llenos están el cielo y la tierra de tu Gloria… ¡Hosanna en el cielo! Bendito el que viene en del Señor, ¡Hosanna en el cielo!
6.- Los tiempos que vivimos en los que la justicia social no siempre hace acto de presencia en tantas situaciones que lo exigen, nos deben obligar a no minimizar la atención hacia tantos olvidados…
7.- Por eso siempre, y ahora más, es llegado el momento de interesarnos en llegar más lejos y más en profundidad a la hora de ayudar a quienes están involucrados en algún delito, intentando profundizar en la reconciliación de todas las personas implicadas preocupándonos por los daños que se hayan causado, superando la idea del castigo con el espíritu restaurador del daño y siempre encarando el futuro…
8.- Por ello, Señor, reconociendo nuestras dificultades para sentir, como verdaderos hermanos a los excluidos, al acercarnos a tu mesa para compartir este pan y este vino, queremos con tu ayuda recordar aquella otra mesa en la que Tú, con tus amigos, partiste el pan y lo repartiste con ellos diciendo:
Todos: Tomad y comed todos de él, porque esto es mi cuerpo que será entregado por vosotros.
9.- Del mismo modo, acabada la cena, tomó la copa llena de vino, dio gracias al Padre y la entregó a sus discípulos diciendo:
Todos: Tomad y bebed todos de él, porque este es el cáliz de mi sangre, sangre de la Alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía.
10.- Por ello, al compartir este sacramento, adquirimos un compromiso: Él nos dejó un único mandamiento: «amaos los unos a los otros como yo os he amado». Que sea el norte que nos guíe en nuestro caminar al lado de los que sufren y de los que tienen hambre y sed de Justicia.
Todos: Este es el sacramento de nuestra fe. Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ven Señor Jesús.
11.- Te pedimos, Señor, que nos ayudes a ser capaces de romper las barreras que nosotros mismos levantamos con nuestra comodidad y con nuestros miedos personales, y podamos alcanzar así el reino de la esperanza, de la igualdad, de la dignidad… Tu Reino, Señor.
12.- Y ahora, uniendo ahora nuestras manos, recemos el Padre Nuestro, la oración que Él nos enseñó… “Padre Nuestro…”
6. Introducción a la paz.
Que la paz esté con nosotros. Nos damos la paz.
7. Comunión. Música RICHARD WAGNER – PRELUDIO DE “LOHENGRIN” Pinchar para escuchar
8. Acción de gracias.
8.1 Vivimos en nuestros pequeños mundos, llenos de confianza y seguridad, porque formamos parte de esa minoría que tiene un lugar para recostar su cabeza. Por ello te damos gracias, Padre.
Hoy te las damos también por otra cosa, porque conocemos a gente que sufre con dignidad y que desde su situación de excluidos nos recuerda nuestra obligación de compartir.
En particular, nos referimos a este colectivo, presos y ex-presos, tan cuestionados por nuestra sociedad.
Danos Señor las fuerzas para que nuestro corazón y nuestra vida estén abiertos a sus necesidades de compañía y acogida.
8.2 Queremos participar en esta oración de Acción de Gracias, por esta celebración, que ofrecemos, fundamentalmente, por los hombres y mujeres, que desde su situación de presos y ex-presos, nos importan, como se puede comprobar aquí y ahora.
9. Avisos y comunicados:
10. Bendición.
La bendición de Dios todopoderoso, descienda sobre todos nosotros y permanezca para siempre.