CELEBRACIÓN APROMAR 2016                                                                      28 02 2016

(Música de entrada)

  1. 0. Introducción y acogida

Hoy celebramos la eucaristía con APROMAR, proyecto con el que esta Comunidad colabora.

Queremos fijarnos en un colectivo olvidado e invisible para la sociedad, son personas en prisión o que han salido de ella, a las que el estigma de la cárcel les hace muy difícil reincorporarse a la sociedad.

Como cristianos nos duele, y no podemos aceptar que viva con menos dignidad una persona por el hecho de estar cumpliendo o haber cumplido una condena de privación de libertad.

Como tema central de nuestra celebración reflexionaremos sobre el principal mandamiento de Jesús “Amarás al Señor tu Dios… y amarás a tu prójimo…”. Reflexionaremos sobre el cómo se traduce aquí y ahora este mandamiento.

  1. Petición de perdón. Señor, antes de compartir esta celebración contigo y con los hermanos, es necesario que te pidamos perdón.

Vivimos en una sociedad que ignora, que no quiere ver, ni escuchar, ni hacerse cargo de pobres, enfermos, niños, ancianos, mujeres discriminadas y maltratadas, personas sin trabajo y sin recursos, sin acceso a educación, sanidad, vivienda, inmigrantes y refugiados, presos, expresos y tantos otros.   A esta sociedad todos ellos le sobran; sin embargo, según tus enseñanzas, todos ellos son nuestros prójimos. Nosotros somos parte de esa sociedad y reconocemos que no hemos hecho, ni hacemos, todo lo que está en nuestras manos para resolver esta situación. Por todo ello, te pedimos perdón.

TODOS: Perdón, Señor, perdón.

Reconocemos que las diferencias entre las personas y entre los países, la miseria en que vive un tercio de la humanidad, las guerras provocadas, el hambre, el armamentismo, el expolio de la naturaleza…éstos son los grandes pecados. A Ti, que nos enseñaste el camino para llegar al Padre, “si me amáis, guardad mis mandamientos”, te pedimos perdón.

TODOS: Perdón, Señor, perdón.

Y también a vosotros hermanos, por nuestra falta de amor, os pedimos perdón.

TODOS: Perdón, Señor, perdón.

  1. Lecturas

Introducción

Jesús nos enseñó quien es nuestro prójimo, nos enseñó a conocerlo y cómo actuar. El amar al prójimo supone ocuparnos de sus necesidades inmediatas sin olvidar que la solución adecuada es la construcción de una sociedad justa.

2.1.   Lectura Ezequiel 34

PRIMERA LECTURA: Ezequiel Cap. 34 (selección de versículos)

“Esto dice el Señor: ¡ay de los pastores del Señor que se apacientan a sí mismos!

Os coméis su enjundia, os vestís con su lana. No fortalecéis a las débiles, ni curáis a las enfermas, ni vendáis a las heridas. No buscáis a las perdidas y maltratáis a las fuertes.

Al no tener pastor, se desperdigaron y fueron pasto de las fieras salvajes. Por eso, Dice el Señor: los quitaré de pastores de mis ovejas.

Yo mismo las buscaré siguiendo su rastro, y las libraré, sacándolas por todos los lugares por los que se dispersaron, un día de oscuridad y nubarrones! Las haré sestear, yo mismo vendaré sus heridas y las apacentaré como es debido.

Sabrán que soy yo, el Señor, cuando haga saltar las coyundas de su yugo.

No volverán a ser botín de las naciones ni las devorarán los animales salvajes; vivirán seguras, sin sobresaltos. No volverá a haber muertos de hambre en el país, ni tendrán que soportar la burla de los pueblos. Y sabrán que yo, el Señor, soy su Dios y ellas son mi pueblo.”

2.2  Lectura del Evangelio, Mateo 22, 34-40

2.3  Entonces los fariseos, oyendo que había hecho callar a los saduceos, se juntaron a una. Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo: Maestro, ¿Cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús les dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y gran mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De este mandamiento depende toda la ley y los profetas.

  1. Introducción al diálogo

Este doble y único mandamiento “Amarás al Señor tu Dios… y amarás a tu prójimo…” constituye la esencia de la ética, de la moral, de la religión.  Este mandamiento del amor nos exige un corazón nuevo, un espíritu nuevo, una mentalidad y una sensibilidad nuevas.

3.1. Invitación a la participación

Como decíamos al inicio, el tema central de nuestra celebración es reflexionar sobre el principal   mandamiento de Jesús “Amarás al Señor tu Dios… y amarás a tu prójimo…”. Reflexionemos sobre el cómo se traduce aquí y ahora este mandamiento. Esperamos vuestras aportaciones.

3.2 Intervenciones

Canción: Hombres Nuevos, pg. 9.

4. Ofertorio

4.1 Flores. Con estas flores queremos representar la alegría, que compartimos con todos los que este año, gracias a la labor de APROMAR han conseguido superar, con su voluntad y esfuerzo, las injustas barreras a que se ve sometida la población reclusa.

4.2 Foto de patera. Son los restos de un naufragio humano al que tenemos que oponernos

4.3 Gran corazón. Presentamos este gran corazón como símbolo de amor y generosidad.

4.4 Reloj. Presentamos este reloj como símbolo del ofrecimiento de nuestro tiempo al prójimo.

4.5 Proyectos y bolsas La solidaridad económica de la Comunidad se canaliza especialmente a través de los Proyectos de ayuda. Uno de los compromisos más antiguos de la comunidad, fue el de participar personalmente y, además económicamente, en distintos proyectos solidarios que se adjuntan como ofrendas en esta celebración.

4.6 Invitación a hacer más ofrendas (Música)

4.7 Pan y vino.

Siguiendo el ejemplo de Jesús, ponemos en la mesa el pan y el vino, como símbolo de nuestro compromiso de compartir alimentos y alegrías con todos aquellos que más lo necesitan, con todos aquellos marginados por motivos económicos, religiosos, sociales o de cualquier otra índole.

  1. 4. ANÁFORA
  2. GRUPO: Estamos reunidos en tu nombre, Señor de los olvidados, de los marginados, de los excluidos, para volver nuestra mirada y nuestro corazón hacia las personas privadas de libertad de las que apenas nadie se acuerda y para quienes no resulta nada fácil volver a incorporarse a la sociedad…

1.- Necesitamos la ayuda que supone estar en tu presencia para ser conscientes del esfuerzo con sufrimiento de estas personas, que tienen que luchar por volver a integrarse en una sociedad que las olvida y que, “a priori” las rechaza…

2.- Esa ayuda que te estamos pidiendo, Señor, es también para que seamos capaces de superar todo aquello que pueda alimentarnos recelo y de mirar a estas personas con amor, con manos tendidas y corazones abiertos, como se mira a un hermano que te necesita… como Tú nos enseñaste a mirar a las personas que sufren…

3.- Estamos viviendo tiempos de turbación con demasiadas cosas en entredicho, con demasiadas cosas por recomponer y reordenar, con poca o ninguna confianza en muchas instituciones, con la justicia frecuentemente titubeante… Demasiada convulsión en la vida política que no debe minimizar la atención hacia los olvidados…

4. Siempre es un buen momento para dirigir la mirada hacia aquellos que se esfuerzan por alcanzar una segunda oportunidad después de haberse visto recluidos, en bastantes ocasiones durante años…

1.- El esfuerzo de estas personas que tienen que superar situaciones de soledad, de puertas cerradas por rechazo, de olvido y de marginación, es digno de ser apoyado…

2.- Las organizaciones que trabajan para ayudar a estas personas a salir adelante en la sociedad cuando el recorrido de su período de reclusión permite poder pensar en ello, desempeñan una labor hacia la que la Comunidad se siente motivada y cercana pues son transmisoras del mensaje de Jesús…

3.- Somos conscientes de la posibilidad cierta de hacer una labor positiva de ayuda a quienes cumplen una condena y del derecho de estas personas a reconstruir su vida y la de aquellos que están cercanos a ella…

4.- Somos conscientes de nuestro olvido y de nuestra indiferencia frecuente que nos hacen cómplices de situaciones injustas que dificultan a estas personas la recuperación de su dignidad y de sus plenos derechos, por lo que queremos unir nuestras voces hacia ellas, a quienes ama el Señor, y proclamar con esperanza

TODOS: SANTO, SANTO, SANTO ES EL SEÑOR QUE AMA A TODOS EN TODOS LOS CONFINES DE LA HUMANIDAD. LLENOS ESTÁN EL CIELO Y LA TIERRA DE TU GLORIA. ¡BENDITO EL QUE VIENE A LA TIERRA EN TU NOMBRE!

1.- No tenemos dudas acerca de que todos somos hijos de un mismo Padre ni de la necesidad de amor y de justicia que tienen y que nuestra condición de cristianos nos está interpelando a ello y nos exige no volver la mirada.

TODOS: Por ello nos esforzamos en tomar conciencia de estas realidades y como Comunidad queremos compartir nuestro apoyo con el afán de que estas personas tengan el derecho a las oportunidades necesarias para que, siendo libres, encuentren el cariño, la comprensión y la confianza que no tuvieron por parte de los que hemos tenido mucha mejor suerte en esta vida.

5.- Una vez decididos a compartir lo poco o lo mucho que tengamos, podemos celebrarlo recordando los gestos y palabras de Jesús, cuando reunido con sus discípulos, tomó pan, lo partió y lo repartió diciendo:

TODOS: Tomad y comed todos de él, porque esto es mi cuerpo que será entregado por vosotros.

5.- Del mismo modo, acabada la cena, tomó la copa llena de vino, dio gracias al Padre y la entregó a sus discípulos diciendo:

TODOS: Tomad y bebed todos de él, porque este es el cáliz de mi sangre, sangre de la Alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía.

2.- Por ello, en este sacramento de compartir tenemos un compromiso: Él nos dejó un único mandamiento: «amaos los unos a los otros como yo os he amado». Que sea el norte que nos guíe en nuestro caminar al lado de los que sufren y de los que tienen hambre y sed de justicia.

TODOS: Este es el sacramento de nuestra fe. Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ven Señor Jesús.

3.-  Este memorial de tu muerte y resurrección, nos recuerda el sufrimiento diario de estos hermanos nuestros, que, olvidados y solos, aspiran a recuperar su dignidad y a encontrar su lugar en el mundo.

4.- Es hora de mirar a las víctimas de este sistema que a nosotros protege, como Dios las mira, como miembros de su única familia y de volver la mirada a los que sufren aprendiendo y comprendiendo por qué.

1.- Por todo ello, levantamos el pan y el vino y lo ofrecemos diciendo: “Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, todo honor y toda gloria…

2.- Y unidos como la Comunidad que somos vamos a rezar la oración que Jesús nos enseñó:

TODOS: PADRE NUESTRO…

3.- Y que la paz del Señor esté con todos nosotros

8.- Comunión

9.-Acción de Gracias

Te damos gracias, Señor, porque, en medio de nuestra poca capacidad de acoger, en medio de nuestras reservas para actuar por los demás, nos has dado la oportunidad de conocer, de intentar ayudar a otros. Y, en particular, de aprender de la gente que trabaja para APROMAR, para hacer un poco más fácil la vida de esa minoría de excluidos que demasiadas veces olvidamos.» (Invitación a dar gracias)

10.- Avisos y Comunicados

11.- Bendición