“HIJOS DE UN MISMO PADRE” 4 de marzo de 2012
- ENTRADA:
Introducción a la celebración
Buenos días,
Hoy estamos aquí, en nuestra cita anual, para celebrar de manera especial con todos vosotros, la existencia de APROMAR, organización que como todos sabéis, se dedica a la acogida de presos, para ayudar y hacer posible su reinserción en la sociedad.
Cuando nos preguntamos “después de la cárcel ¿qué?”, sabemos, intuimos, que, a nuestro pesar, después de la cárcel viene el desprecio, el desamparo, y, por tanto, muy probablemente, la reincidencia.
En la medida en que con mucha frecuencia, el delito es fruto, al menos en parte, de la condición social, ésta también pesa de manera muy importante en las posibilidades de reinserción, pues va a depender muchas veces de si existe un núcleo familiar o social que acoja al ex preso, que le permita cubrir las necesidades básicas y le aporte una estabilidad afectiva… y todo ello depende también, en gran medida, de su condición social.
Ante ello, es inevitable la pregunta ¿Pero no somos todos hijos de un mismo padre?
2. Canto: Llegará la Libertad (nº39. pg.35)
3. Lecturas:
1ª Lectura “En” y “después” de la cárcel
Nos ha parecido interesante que nuestra primera lectura de esta celebración sea la de dos párrafos extraídos de las opiniones expresadas recientemente por dos personas muy vinculadas profesionalmente a la situación que viven los reclusos “en” y “después” de la cárcel. El primero de estos párrafos esta contenido en la publicación de “EL PAÍS” del pasado 10 de febrero de unas manifestaciones realizadas por un Alto Cargo de Instituciones Penitenciarias con el Gobierno anterior. Dice lo siguiente:
“Antes no soportábamos la idea de que un inocente estuviese en la cárcel. Nos parecía mucho más difícil de asimilar que el hecho de que diez culpables estuviesen en libertad. Ahora no soportamos que alguien aparentemente culpable no esté en la cárcel, sin preocuparnos de las garantías que deben proteger su presunción de inocencia.
Las cárceles están habitadas mayoritariamente por personas pobres. Es verdad que la pobreza y la marginalidad son caldo de cultivo de conductas antisociales, pero el porcentaje de maldad humana que hay en nuestras sociedades no se corresponde con las que pagan por ello.”
El segundo párrafo corresponde a parte del escrito incluido en la presentación de la MEMORIA de APROMAR de este año y que ha sido realizado por la psicóloga que trabaja en la Asociación dirigiendo las tareas de terapia grupal destinadas a las personas en “tercer grado penitenciario” o con “libertad condicional o total”. Opina lo siguiente:
“Dicen que las personas se hacen más sabias con el sufrimiento. Los seres humanos normales no se percatan, estando en libertad, de los pequeños detalles que les ofrece la vida. Sin embargo, una vez que pierden esa libertad, esa comodidad, es cuando se dan cuenta del valor que puede tener la sonrisa de un niño, una caricia, el aroma de un perfume, poder coger un autobús, o simplemente andar sin que haya un muro que te detenga.
Pero aquí no se acaba la historia. Llueve desde hace años un gran estigma social hacia la imagen de una persona presa, que cuando sale en libertad e intenta reincorporarse a la sociedad, esta le rechaza con palabras y actuaciones muy dolorosas, y, por eso requiere tanta laboriosidad entender a esas personas, puesto que ellos, cuando salen de la cárcel, no se atreven a contar de donde salen, por miedo al prejuicio.”
2ª Lectura
- Corresponde a los versículos “3 a 10 del Capítulo 11 del Libro del profeta Isaías”.
- Nos ha parecido oportuno complementar esta lectura con el comentario que respecto a su contenido hace Diez Alegría en su libro “Rebajas teológicas de otoño”. Dice lo siguiente:
“A la luz de esta utopía mesiánica, el problema que se plantea a la reflexión de un cristiano de nuestro tiempo es este:¿qué podemos hacer nosotros para encaminarnos hacia esta meta, para progresar (histórica, real y socialmente) en el camino de la superación de la violencia?”.
3ª Lectura
- Vamos a leer los versículos “1 a 11 del Capítulo 8 del Evangelio de San Juan: “el que esté libre de pecado que tire la primera piedra”
- Al igual que hemos hecho con la lectura de Isaías, nos ha parecido interesante complementar esta lectura evangélica con otro párrafo extraído del mismo libro de Diez Alegría. Dice lo siguiente:
“La violencia que hay que superar es, ante todo, la “violencia institucional”, porque esa es la que está en la base de todas o casi todas las explosiones de violencia armada, de casi todos los actos de violencia cruenta. Se trata de la existencia de estructuras económicas, sociales, jurídicas y culturales (también religiosas), que causan la opresión del hombre e impiden que el hombre sea liberado de esa opresión.”
- 5. INTRODUCCIÓN AL DIÁLOGO
Decíamos en la presentación del tema que existía una tarea a la que todos hemos sido
convocados. Como dice Díaz Alegría en su libro “Rebajas teológicas de otoño”: “la utopía escatológica judeo-cristiana apunta hacia una superación total de la violencia, como destino de la humanidad”.
Es evidente que se trata de una tarea inacabable y utópica planteada en su conjunto. Pero aunque no estemos obligados a hacer realidad esta fraternidad universal en su totalidad, si estamos todos obligados a intentarlo, a hacer cuanto esté en nuestras manos para conseguir que realmente todos seamos hijos de un mismo padre y vivamos como tales.
Por todo ello os pedimos hoy que entre todos podamos respondernos a nosotros mismos, iluminándonos mutuamente, a tantas preguntas pendientes:
- ¿Pensamos, realmente, que “todos somos iguales ante la ley”?
- ¿Cómo de iguales somos no solo en el castigo, sino en el modo en que se cumplen las condenas?
- ¿De verdad creemos posible la reinserción de la mayoría de los presos? ¿Qué sería necesario hacer para ello?
- ¿Pensamos que hay gente irrecuperable por la que no merezca la pena trabajar? Psicópatas, drogadictos, etc?
- Qué queremos hacer? Qué queremos en el fondo conseguir como sociedad? Venganza, Seguridad, Justicia?
- ¿Hasta qué punto este tema de los presos, sus condiciones de vida en las cárceles, y su reinserción cuando salen, nos deja indiferentes?
- ¿Qué lugar reservamos, en este contexto, para la misericordia?
6. PERDON “Hijos de un mismo padre”
Qué difícil nos resulta sentir como hermanos nuestros a los que son diferentes! Diferentes por condición social, por raza, por religión, por cultura… si además hablamos de delincuencia, de prisión… el abismo aun se agranda más. Sin embargo, con frecuencia nos atrevemos a rezar entre nosotros el “Padre Nuestro”, y lo hacemos, sin duda, con cierta sinceridad, esforzándonos, al pronunciar las palabras, en sentirnos hermanos unos de otros e incluso en abarcar el mundo en esa fraternidad recitada y hasta sentida en abstracto… solo que cuando nos topamos en la calle, en el metro, o en el asiento de al lado del autobús, con un pobre, con un emigrante, con alguien cuyo aspecto es el de un excluido… más bien procuramos que no nos roce, no sea que… esa es realmente nuestra pobre condición humana pecadora que nos incapacita cada día para sentirnos hermanos de los pobres, de los presos, de los mendigos… en definitiva de los que no son, más o menos, como nosotros.
Por todo ello, antes de acercarnos a la mesa de la fraternidad y compartir el pan, símbolo del amor, necesitamos hoy, pedir perdón.
Letanía de perdón.
- .-Porque predicamos lo que no vivimos y no creemos lo que predicamos, Perdón ,Señor
- .-Porque nos cuesta ver en los presos a nuestros hermanos, Perdón, Señor
- -Porque, ante el delincuente, valoramos más nuestra seguridad que el amor, Perdón, Señor
- -Porque nos falta compromiso con los que sufren, Perdón, Señor
- -Porque nos sobran desalientos y nos faltan esperanzas, Perdón, Señor
- -Porque nos sobran palabras y nos faltan hechos, Perdón, Señor
- -Porque nos sobran temores y nos falta espíritu profético, Perdón, Señor
- -Porque nos sobran leyes y nos falta misericordia, Perdón, Señor
- -Porque nos sobran seguridades y nos faltan riesgos, Perdón, Señor
- -Porque nos sobran cerrojos para cerrar y nos faltan llaves para abrir, Perdón , Señor
- 7. CANTO: Tiempo de despertar (nº28. pg24
- 8. OFRENDAS
Memoria de APROMAR: Presentamos la “Memoria de APROMAR” del pasado ejercicio como símbolo del esfuerzo y buena voluntad de todos aquellos que individual o colectivamente colaboran en tareas de solidaridad y ayuda a las personas que por distintas razones, dentro y fuera de nuestro país, están sufriendo diferentes tipos de penalidades, sin que institucionalmente reciban el apoyo que en justicia necesitan para superar o sobrellevar su situación.
Llaves de coche: Con estas llaves queremos poner encima de la mesa el cariño y apoyo que recibimos por parte de la Comunidad de Santo Tomás, tanto de carácter económico como de colaboración que prestáis en las tareas de APROMAR, como por ejemplo es vuestra ayuda en la redacción de la próxima memoria o en las visitas a las cárceles y en el traslado de los reclusos desde la prisión a la residencia que para ellos tiene habilitada APROMAR en Concejo de Teberga.
Bolsas de colecta: Con las bolsas de la colecta queremos ofrecer además del apoyo económico que ayuda a cumplir los objetivos de los distintos “proyectos” de nuestra Comunidad, algo tan importante como es la unidad con que debemos abordarlos, independientemente de la mayor o menor vinculación que, individualmente, tengamos con cada uno de ellos. (A continuación música mientras se efectúa la colecta)
Cuadro: El cuadro, acuarela, que ofrecemos es un símbolo de la riqueza de la vida, de la armonía de colores y de paisaje y de la libertad. Todo esto es negado, en gran medida, por la sociedad a las personas que son recibidas y acogidas en APROMAR. Nosotros deseamos y os invitamos a bregar y perseverar, todos juntos, para hacer posible que estas personas puedan disfrutar de su derecho a la libertad y, en suma a la felicidad.
Este cuadro ha sido pintado por una directísima colaboradora de APROMAR. El grupo de reflexión, lo adquirió en una exposición que realizó esta integrante de los voluntarios/as de APROMAR, para recaudar fondos destinados a los fines de la Asociación. Nosotros incorporamos este cuadro a los símbolos de los compromisos de solidaridad, que ya existen en esta sala.
Pan y vino: Con este pan y este vino queremos hoy poner de manifiesto nuestra solidaridad con el sufrimiento de todos los que se ven privados de libertad y especialmente con aquellos para los que esta situación es una consecuencia, prácticamente inevitable, de las condiciones de vida insoportables en que les sumerge la injusticia social que cada día es mas manifiesta. Condiciones de vida que, además, se agravan extraordinariamente cuando recuperada la libertad quieren iniciar una nueva vida.
- 9. ANAFORA
EQUIPO: Hoy Señor, en tu presencia y con el aliento y el espíritu de una puesta en común, volvemos por tercer año a tratar de acercarnos a esa realidad incómoda y dura que solemos tener apartada de nuestras miradas pero que en ningún momento ha dejado de estar ahí: la de aquellos que están privados de libertad por decisión de la justicia.
LECTOR 1: En años anteriores nos hemos preguntado por la función de las cárceles y por el sufrimiento de las personas que están en ellas, por lo que supone vivir con privación de libertad y también por el interrogante que planea sobre sus cabezas: ¿podrán ser aceptados por la misma sociedad que les ha juzgado y condenado…?
LECTOR 2: Aunque la situación no es nueva, malos tiempos también para la justicia: pensada para atajar los delitos generalmente vinculados a las situaciones de exclusión y sin medios ni voluntad decidida de servir en primer lugar para su reinserción social, cada día podemos evidenciar que la justicia no es igual para todos y que los pequeños, los olvidados, son los que, finalmente, siempre pagan
LECTOR 3: Siempre es momento de hacernos preguntas e incluso de interpelarnos sobre los muchos interrogantes que rodean a este mundo marginal y marginado de los reclusos que aspiran a tener una segunda oportunidad para lo cual necesitan cambiar su vida…
LECTOR 4: Es el momento de considerar los afanes legítimos de estas personas, casi siempre en una situación de soledad, sin tener a donde ir ni con quién contar; de sumergirnos en las situaciones de rechazo que se manifiestan de forma tan generalizada y sin más hacia esos hombres y mujeres que necesitan volver a ser y sentirse ciudadanos…
TODOS: Por ello valoramos el trabajo de organizaciones que dedican sus esfuerzos a recuperar a todos los excluidos y, como Comunidad, nos sentimos cerca de ellos y tenemos presente ese espíritu netamente cristiano de luchar a favor de los más pobres, de los que menos cuentan.
LECTOR 5: Casi nunca somos conscientes de lo que estas personas se están jugando para merecer esa segunda oportunidad: tienen que afrontar cambios radicales en su vida para ganarse la confianza de la gente , aun siendo ex presidiarios y poder aspirar a las mismas oportunidades que tienen las demás personas…
LECTOR 6: Somos conscientes de que es posible hacer una labor positiva por ayudar a que los que cumplen una condena puedan afrontar un proyecto de vida sin impedimentos y reconstruir su vida y la de los suyos…
LECTOR 7: Valoramos la importancia que tiene romper el rechazo, la indiferencia y el abandono a su mala suerte, y bucear en cada historia, en cada alma, en cada pasado, con la vista puesta en la posibilidad de que estas personas recuperen la confianza en sí mismas y también la confianza de todos los que les rodeamos.
LECTOR 8: Sabemos que nos resulta difícil y lejano acordamos del sufrimiento de las personas presas, y nuestro olvido y nuestra indiferencia nos hace cómplices de situaciones injustas que no ayudan a que puedan recuperar su dignidad. Por ello queremos unir nuestras voces con las suyas y proclamar con esperanza:
TODOS: SANTO, SANTO, SANTO ES EL SEÑOR QUE AMA A TODOS EN TODOS LOS CONFINES DE LA HUMANIDAD. LLENOS ESTÁN EL CIELO Y LA TIERRA DE TU GLORIA. BENDITO EL QUE VIENE A LA TIERRA EN TU NOMBRE!!!
LECTOR 9: No tenemos dudas acerca de que todos somos hijos de un mismo Padre, ni de la necesidad de amor y de justicia que todos tenemos, también ellos, los presos. Nuestra condición de cristianos nos interpela y nos exige no volver hacia otro lado la mirada.
TODOS: Por ello nos esforzamos en tomar conciencia de estas realidades y como Comunidad queremos compartir nuestro apoyo a estas personas y trabajar para que tengan derecho a las oportunidades necesarias y, siendo libres, encuentren el cariño, la comprensión y la confianza que no tuvieron por parte de los que hemos tenido mucha mejor suerte en esta vida.
CELEBRANTE: Una vez decididos a compartir lo poco o lo mucho que tengamos, podemos celebrarlo recordando los gestos y palabras de Jesús, cuando reunido con sus discípulos, tomó pan, lo partió y lo repartió diciendo:
TODOS: Tomad y comed todos de él, porque esto es mi cuerpo que será entregado por vosotros.
CELEBRANTE: Del mismo modo, acabada la cena, tomó la copa llena de vino, dio gracias al Padre y la entregó a sus discípulos diciendo:
TODOS: Tomad y bebed todos de él, porque este es el cáliz de mi sangre, sangre de la Alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía.
LECTOR 10: Este pan y este vino compartidos nos comprometen: Él nos dejó un único mandamiento: «amaos los unos a los otros como yo os he amado». Que sea el norte que nos guíe en nuestro caminar al lado de los que sufren y de los que tienen hambre y sed de justicia.
Todos: Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ven Señor Jesús.
LECTOR 11: Este memorial de tu muerte y resurrección, nos recuerda el sufrimiento diario de estos hermanos nuestros, que aspiran a recuperar su dignidad y a encontrar su lugar en el mundo.
LECTOR 12: Aunque nunca lleguemos a sembrarnos como semilla en campo abierto, ni lleguemos a empapar como la lluvia, la tierra reseca, es hora de mirar a las víctimas, de este sistema que a nosotros protege, como Dios las mira, como miembros de su única familia, de volver la mirada a los que sufren. Y unidos como la Comunidad que somos, vamos a rezar la oración que Jesús nos enseñó:
TODOS: PADRE NUESTRO…
10. Comunión, Canto: Con vosotros esta y no le conocéis, (nº 35, pg. 30)
11. Acción de gracias
TE AGRADECEMOS, Señor, tu presencia entre nosotros, compartiendo este acercamiento a la reinserción de los reclusos y marginados. Que el amor y la justicia de los que Tú nos diste ejemplo, se hagan realidad para todos nosotros.
Te damos gracias por la dedicación y el coraje de todos los que trabajan en APROMAR, algunos aquí presentes, y que son todo un ejemplo de actuación cristiana.
También te damos gracias por los que apoyan a las organizaciones, como Apromar y otras muchas, que buscan la incorporación de los más desfavorecidos a la sociedad, entendiendo que todos somos hijos de un mismo Padre.
12. DESPEDIDA