Apostar por la vida: Nuestra responsabilidad y nuestras propuestas         3 de febrero de 2019

 

 

1 Música de Entrada–                                 Pinchar en    Ubi caritas est Deus (Taizé)

Acogida

3 Introducción a la celebración– Apostar por la vida: nuestra responsabilidad y nuestras propuestas

Nos gustaría transmitiros la idea que queremos expresar con esta propuesta. Pensamos que nuestra apuesta como cristianos, compartida con muchas personas que se declaran ateas o simplemente agnósticas o de otras religiones, debe ser una apuesta valiente defensora de  un sistema que conduzca a crear vida, a cuidarla, a respetarla…. ¿y como? ¿y dónde? Desde la responsabilidad que cada uno tenemos, desde lo que cada uno podemos aportar, desde nuestras inquietudes que nos mueven a reflexionar y a actuar.

Cada uno o una de nosotros y nosotras, podemos ser pequeñas gotas que contribuyen a formar  un océano en el que sea posible vivir en armonía y así contribuir a generar y hacer posible una  vida plena.

No tengamos miedo a reflexionar,  a adentrarnos en nuestras propias contradicciones, a ser revulsivos de nosotros mismos y llegar a concluir que debemos colocar en el centro de nuestras vidas lo que realmente  importa que es la VIDA, pero  no solo unas pocas, sino todas las VIDAS y que estas vidas transcurran en condiciones de verdadera DIGNIDAD.

Si mantenemos nuestros ojos, nuestros oídos y nuestros corazones bien abiertos, y nos unimos a los que luchan por la misma causa, seremos capaces de ser luz que brille para atraer a otros hacia esa tarea de creación de una alternativa justa, equitativa y creativa para la humanidad.

Jesús fue un ejemplo para nosotros en esta apuesta, procuró con sus acciones la mejor vida para todos los seres humanos. Seamos cómplices de esa tarea en la que Él nos invita siempre a participar.

4 Primera lectura– Del cap. 9 del libro  “Cambiar las gafas para mirar el mundo”; Yayo Herrero y otros

La cultura occidental alaba las grandes gestas de la humanidad que llevan al ser humano más allá de la existencia cotidiana. Sin embargo, cuando la gesta termina, se olvida de narrar lo que ocurre el día después. Apenas sabemos nada sobre los acontecimientos de la vida diaria. A nuestra cultura (la escrita con mayúsculas) no parece importarle demasiado el devenir de los pueblos, la historia del territorio, la de  la enfermedad, la de la producción de alimentos, la de la artesanía, la experiencia del dolor humano y su consuelo, la de la crianza y tantas otras. En definitiva, la historia de la recreación y mantenimiento de la vida, en la que las mujeres han sido y son protagonistas indiscutibles.

La supervivencia de las sociedades humanas y de la vida es más dependiente de estas tareas oscuras que procuran la permanencia que de esas otras más deslumbrantes señaladas como hitos. Batir el récord de los 100 metros lisos o poner un pie en la luna han tenido bastante menos importancia práctica para la mayor parte de la humanidad que cultivar determinadas plantas medicinales, alimentar bebés o mediar en situaciones de violencia.

Los trabajos de crianza, de mantenimiento de la capacidad productiva de un terreno, de mediación en conflictos, de regeneración de un territorio devastado, de transmisión de saberes sobre salud o sobre alimentos, los trabajos de cuidados…son puntales de la vida y, por tanto, claves para la sostenibilidad.

El hecho llamativo de que los seres humanos hayamos despreciado aparentemente nuestra propia supervivencia como asunto digno de atención tiene que ver con dos elementos nucleares de nuestra cultura: la desvalorización del trabajo de las mujeres promovido por el orden social patriarcal y el tratamiento que la cultura occidental y el capitalismo dan a la naturaleza como recurso susceptible de apropiación.

La apropiación, el desprecio y la invisibilización de los trabajos en los que se asienta la supervivencia y la vida buena son herramientas que tanto el patriarcado como el capitalismo moderno (dos sistemas que actúan de forma sinérgica) usan en su provecho con éxito.

5 Canción–                                                                            Hombres Nuevos- Pag. 7

6 Segunda lectura– Evangelio Mc. 5 & 21-43

7 Introducción al diálogo

En estos tiempos sabemos que la muerte y todo lo que la precede: el abandono, el maltrato, el dolor, la opresión, la mentira, la explotación…, es el medio y la consecuencia de que otros saquen beneficios de todo tipo. Son muchas las personas que malviven y mueren víctimas de este sistema, que además conduce a la destrucción del planeta.

Conocemos las causas, sentimos el sufrimiento de tantos hermanos condenados a vivir sin dignidad, sin recursos y avocados a la muerte… Por todo ello, nos pareció sugerente profundizar en la  meta de “poner la vida en el centro”.

Poner la vida en el centro, término acuñado por el ecofeminismo, supone crear un sistema que permite una vida digna para todas las personas; se actúa y se desarrollan proyectos sin que el dinero sea la meta fundamental; se propicia un estilo de relación dónde se logre el bienestar común; se abordan los conflictos a través del diálogo; se crean espacios comunitarios abiertos donde se desarrollen estos valores…

Nos parecía importante reflexionar entre todos, el calado que puede tener esta propuesta. Sugerimos estos interrogantes

– ¿Nos sentimos responsables de las diferentes formas de ir contra “poner la vida en el centro” que se dan en nuestra sociedad y en el planeta?

– ¿En qué se puede concretar apostar por la vida en nuestra  cotidianidad?

– ¿Qué propuestas de cambio nos surgen?

8 Ofrendas– Abierto a toda la comunidad

Pan y Vino-

Bolsas-                  Música mientras se pasan las bolsas pinchar en  “Marcha de los Sardos” de Ivanov

9 Anáfora– Apostar por la Vida

  1. Inspirados por la apuesta por la vida que hemos compartido en común, expresamos nuestra esperanza y nuestro gozo en ser cooperadores activos de tu obra creadora amorosa para toda la humanidad. No ignoramos las graves lacras que acosan a tantos pueblos y colectivos humanos para alcanzar la dignidad y la justicia, pero sabemos que podemos luchar contra ellas y así cumplir los designios de tu reino.
  2. Contamos con tu luz y tu fuerza para ser verdaderos coautores y corresponsables de tu acción liberadora a favor de esa humanidad que gime con dolores de parto, pero que recibirá el impulso de tu Espíritu para superar su quebranto y su desesperanza. Por, ello, unimos nuestras voces para cantar tu himno de alabanza:

Todos. Santo                                                 Misa salvadoreña.         Pág. 78

  1. Al poner la vida en el centro, estamos comprometidos a no desconocer ni eludir ningún reto donde la calidad de vida de las personas y de los grupos sociales esté en juego. Nuestra sociedad, no solo es profundamente desigual, lo que ya implica una grave injusticia social; sino que abandona a los más pobres en una exclusión social casi irreversible para su futuro. Las capas de pobreza severa crecen constantemente, al margen de los datos económicos que hablen de recuperación y de salida de la crisis.
  2. Pero además este sistema neoliberal que nos envuelve, margina con total insensibilidad a las mujeres, que padecen una brecha salarial y de oportunidades absolutamente determinante para su realización personal y profesional; olvida a los mayores en la soledad no deseada y en la falta de recursos económicos con pensiones de miseria, en medio de una sociedad opulenta en muchos aspectos; discrimina a colectivos como las personas con discapacidad, los refugiados e inmigrantes, los gitanos, o los grupos LGTBIQ, que por diferentes razones no representan la normalidad social convencional del sistema dominante.
  3. Nosotras y nosotros no podemos ni queremos contribuir a esa deriva nefasta y por eso nos apoyamos en tu mensaje liberador para aportar nuestro esfuerzo a un cambio radical de la situación para construir tu Reino en la historia. Conocemos que sobran las dificultades para lograrlo, sin embargo tenemos conciencia clara del valor de los intentos para que nunca se pierda esa corriente transformadora de la historia con la que buscamos alentar los valores de amor y paz que tu nos transmitiste en el momento más extremo de tu existencia.
  4. Por eso recordamos con emoción tu cena de despedida con tus discípulos y tu gesto sublime para quedarte con nosotros durante todos los siglos venideros, en el que tomaste el pan, lo bendijiste y lo diste a tus amigos, diciendo:

Todos. Tomad y comed todos de él, porque esto es mi cuerpo, que será entregado por vosotros.

  1. del mismo modo, acabada la cena, tomaste el cáliz y dando gracias de nuevo, lo pasaste a tus amigos, diciendo:

Todos. Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotras y vosotros y por toda la humanidad para el perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía.

  1. Éste es el sacramento de nuestra fe.

Todos. Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ven Señor Jesús.

  1. Ayúdanos, señor, a librarnos de todas las ataduras que impiden nuestro compromiso por la vida de todos, que no nos envuelva el bienestar parcial que podamos disfrutar gracias a nuestro status social, económico o profesional. Qué nuestra mirada sea comprometida para descubrir dónde debemos actuar y defender la apuesta por la vida que hoy hemos interiorizado.
  2. Recordamos con sentimiento y reconocimiento a cuantos nos han precedido en esta lucha por la justicia. Su vida y su testimonio forman parte de nuestro bagaje para mantener la fidelidad a tu Reino. De un modo especial hacemos memoria viva de los miembros de nuestra Comunidad que ya descansan en la paz de tu Reino. Todos cuantos han seguido tu causa con valor y fidelidad nos inspiran a continuar con la mecha humeante de tu mensaje salvífico.
  3. Te pedimos por el Papa Francisco para que pueda seguir adelante con su proyecto transformador de la Iglesia sin dificultades insuperables, pues su éxito será un acicate fundamental para apoyar las causas justas que los cristianos aportamos hoy en todo el mundo para avanzar en la dignidad de todos los seres humanos.
  4. Unidos en esta esperanza, proclamamos juntos:

Todos. Por Cristo, con él y en él, a ti dios Padre misericordioso, todo honor y toda gloria, por los siglos de los siglos, amén.

  1. Llenos de la fuerza de tu Espíritu, consumamos el gesto más vivo de nuestra fraternidad, llamándote padre e identificándonos activamente con la construcción de tu Reino entre nosotros, y así, unidas las manos y los corazones, nos atrevemos a decir:

Todos:       Música pinchar en   Padre nuestro de la alegría:                              Letra en    Pág. 104

  1. La oración de la paz, no debe ser un rito vacío o conformista, es la plena asunción de una realidad exigente, pues como dice la Biblia: “la justicia y la paz se besan”, por eso decimos con toda convicción:

Todos. Señor Jesucristo que dijiste a tus apóstoles, mi paz os dejo, mi paz os doy, no mires nuestros pecados sino la fe de tu Iglesia y concédenos la paz y la unidad tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

  1. Ahora nos damos la paz como muestra de nuestro compromiso con los hermanos y con toda la humanidad en la apuesta por la vida que hoy hemos anunciado.

10 Nos damos La Paz

11 Comunión- Música        Pinchar en        Adagio del Concierto de Clarinete de Weber

12 Acción de gracias– En esta celebración hemos recordado la necesidad de cuidar la vida de toda la naturaleza, pero en especial de la vida humana y la de los más vulnerables.

Te damos gracias porque de esta manera nos acercamos más a lo que tú hiciste en tu peregrinar por la tierra, atendiendo y cuidando de todos, pero sobre todo de los enfermos, de los marginados y despreciados por la sociedad de su tiempo. Queremos vivir siempre atentos a las necesidades de todos aquellos que más lo necesitan.

13 Avisos

14 Canción final–                                                                  Hay que levantar- Pag. 72