Reconciliación  antes de PASCUA                                                                               15 abril 2011     

INTRODUCCION  Querido Dios, queridos hermanos:  Queremos contaros cómo fue la preparación de esta celebración antes de la Pascua. Al principio no nos fue fácil, ya alguien había sugerido como tema, las bienaventuranzas, y a todos nos pareció muy bien, pues éstas son el programa de vida que nos propone Jesús. Pero los silencios se hacían densos, eran silencios cargados de significados, necesarios para que se diera paso la palabra, como fruto de un sentimiento profundo de que sólo tendría sentido este acto comunitario, si nos llevaba a adquirir una clara conciencia de lo que somos, y a vivir desde esa conciencia. Redescubrirnos como creaturas del Amor del Padre, que nos hace hermanos.  Necesitamos VER desde lo profundo, porque nos permite ser LIMPIOS DE CORAZON, como nos enseñan las bienaventuranzas.

Pero todas ellas, todas las bienaventuranzas, pueden resumirse en una sola, el seguimiento de Jesús, que nos tiene que llevar a sentir con los sentimientos de Jesús y a tomarnos en serio que sólo seremos felices de verdad en una cultura solidaria, querida y asumida desde dentro, escuchando el GRITO de los que sufren, porque ellos nos indican el camino, y nos enseñan una realidad, que nos pide respuesta, teniendo en cuenta, que como a Jesús, la defensa de estas cosas puede llevarnos a ser perseguidos.

 CANTO: CRISTO LIBERTADOR, nº 28, Pg 31 

REFLEXION Jesús nos dejó un ideario de comportamiento como seguidores suyos en las Bienaventuranzas.

De las ocho que enumeró Jesús, podríamos decir que todas ellas se enmarcan en la acepción del Reino de Dios tal y como Jesús lo concebía: un mundo de hermanos y hermanas conviviendo en paz y con justicia distributiva de los bienes terrenales. A este respecto, en el taller I que recientemente hemos trabajado, en base a reflexiones de José Mª Díaz Alegría, nos hemos replanteado nuestro posicionamiento ante estas interpelaciones.

Os proponemos hoy, que meditemos sobre nuestra disposición a asumir lo que se nos presentaba en ese taller.

A la luz del siguiente grupo de Bienaventuranzas:

  • “Bienaventurados los que eligen ser pobres”
  • “Bienaventurados los que lloran”
  • “Bienaventurados los misericordiosos”

 Recordamos algunas de las cuestiones que se nos plantearon:

“Si el hombre está atado al dinero, en sus distintas formas, está alejado de Dios, de su reino, por muy religioso que se crea. Si está libre de la servidumbre de las riquezas, está cerca de Dios aunque se considere un incrédulo…”

“Dios ha hecho los bienes materiales para el hombre. Pero los ha creado para todos los hombres sin distinción ni privilegios”

SILENCIO

 “No hay cristianismo sin comunidad de corazones, y no hay comunidad de corazones sin efectiva comunidad de bienes”

“Habrá que volver a hacer una nueva lectura del exabrupto de la carta a Timoteo: “…así que teniendo qué comer y con qué vestirnos, podemos estar contentos

Para el cristiano se impone una nueva cultura de la pobreza o de la austeridad compartida

SILENCIO

 Y a la luz de este otro grupo:

  • “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia”
  • “Bienaventurados los no violentos”
  • “Bienaventurados los limpios de corazón”
  • “Bienaventurados los que trabajan por la paz”
  • “Bienaventurados los que sufren persecución a causa de la justicia”

Recordamos:

“… la justicia según el evangelio, es condición tan esencial del Reinado de Dios anunciado por Jesús, que se identifica con ese Reino”

 “El amor lleva al empeño por la justicia y al odio hacia los factores de injusticia. Lo contrario al Cristianismo es la resistencia de la clases privilegiadas a una sociedad sin discriminaciones”

SILENCIO

 “Es un error creer que lo que falla es sólo el sistema y sus mecanismos, no la responsabilidad de los individuos”

“Un cristiano… no puede aceptar quedar instalado irremisiblemente en la injusticia social, incompatible con una vida en el amor.”

SILENCIO

 Y por último:

“no todos podremos hacerlo todo. Pero todos tendremos algo que hacer. Y me parece que casi todos tendríamos que hacer algo que no hacemos”

SILENCIO

SIMBOLOS PARTICIPATIVOS

INTRODUCCIÓN

Se pide a la Comunidad escribir en el papel blanco aquello de lo que no conseguimos desprendernos y en el otro papel aquello a lo que nos proponemos para llegar a esa liberación. De dan dos minutos y luego se recogen los papelitos en dos cestas, se llevan a la mesa.

1er símbolo CARAS

¿ QUIEN SOY?, ¿QUIÉNES SOMOS? Cuánto trabajo nos cuesta identificar a nuestro prójimo Cuanto nos molesta, a veces, haber identificado al próximo. (en la calle, en el autobús, en el metro). Y claro, el resultado de estas omisiones es que, si no amamos al otro, no debíamos decirnos creyentes, ni identificarnos con Jesús.

2º símbolo PLATO Y VASO VACIOS

La reunión para el ágape es uno de los símbolos más evidentes, en nuestra cultura, de compartir amistad y comida alrededor de una mesa. Jesús, la noche antes de ser entregado, hizo lo mismo con sus amigos. Se reunieron alrededor de una mesa, y Jesús dando gracias al Padre  partió y repartió el pan y les ofreció el vino, símbolos de su vida.

Mira que nos cuesta trabajo, muchas veces, partir el pan y repartir la comida con nuestros hermanos que pasan hambre de comida y necesidad de afecto y comprensión.

3 º símbolo VELAS encendidas

La luz, como sabemos, es un símbolo cristiano muy importante. Como dice el II taller: el espíritu de Dios actúa en el creyente como luz que nos ayuda a discernir lo que se ajusta o no a los valores fundamentales del evangelio. Estas velas se irán apagando con cada actitud que no se ajuste a los valores del evangelio y, al contrario, se irán encendiendo con cada intención que vaya en línea con el contenido del evangelio

 Voluntarios se acercan a la mesa y sacan un papel de los blancos, lo leen y con cada uno se va apagando una vela.

Luego otros  voluntarios leerán diez papelitos con propósitos y se van encendiendo de nuevo las  velas.

LECTURA  del Evangelio.  “Si al presentar tu ofrenda en el altar, recuerdas que un hermano tuyo tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda ahí ante el altar, anda primero a reconciliarte con tu hermano y vuelve luego a presentar tu ofrenda” (Mt. 5, 23-24)

ACTO material DE RECONCILIACIÓN 

Los comuneros sentados en silla roja mirarán a quien tienen a su derecha, le imponen las manos con la fórmula:

Reconozco que he pecado y que te puedo haber ofendido, pido tu perdón  (en pantalla)

Luego hacen lo mismo la otra mitad; por último nos damos un gran abrazo con é/ella

PADRENUESTRO Cantamos: PADRE NUESTRO TÚ QUE ESTÁS EN LOS QUE AMAN LA VERDAD

¡ VEN, SEÑOR!

DESPEDIDA NO SONRÍAS DICIENDO QUE YA ESTÁS ENTRE NOSOTROS.
SON MILLONES LOS QUE NO TE CONOCEN TODAVÍA. ¿Y DE QUÉ SIRVE EL CONOCERTE?
¿PARA QUÉ TU VENIDA, SI PARA LOS TUYOS LA VIDA PROSIGUE COMO SI TAL COSA…?
¡CONVIÉRTENOS! ¡SACÚDENOS!
QUE TU MENSAJE SE HAGA CARNE EN NUESTRA CARNE,
SANGRE DE NUESTRA SANGRE, RAZÓN DE NUESTRA VIDA.
QUE NOS ARRANQUE DE LA TRANQUILIDAD DE LA BUENA CONCIENCIA,
QUE SEA EXIGENTE, INCÓMODO, PORQUE NO ES OTRO EL PRECIO QUE HEMOS DE PAGAR PARA ALCANZAR LA PAZ PROFUNDA, LA PAZ DIFERENTE: TU PAZ.   Helder Cámara 

Ya bendecidos, vayámonos con la esperanza de que podemos cambiar.