MOVIDOS POR LA ESPERANZA Adviento 2012 2 12 2012
- 1.- Breves palabras de acogida (música suave)
- 2.- Es momento de despertar: –Textos: Galeano – Benedetti
- 3.- Tomemos conciencia ante Dios y los hermanos.
- – Lecturas de 6 textos leídos entres varias personas.
- – Canto: Cantalapiedra. (primer estribillo)
- – Oración: (segundo estribillo)
- 4.- Primera lectura: Romanos 8, 19-24A.
- – Música:
- Segunda lectura: Lucas 7, 18-23.
- 5.- Descubrir el árbol y explicar su símbolo.
- – Breve introducción a los profetas.
- – Lecturas de los profetas (4 textos) entre varias personas.
- – Invitación a la comunidad a su aportación personal (árbol).
- – Canto: No se puede sepultar la luz.
- 6.- Preparar la mesa:
- Ofrendas: flores, pan, vino y árbol.
- Pasar bolsas colecta. Música.
- 7.- Anáfora
- – Santo, Santo, Santo.
- 8.- Padrenuestro: rezado
- – La Paz
- – Comunión: música de fondo
- 9.- Acción de gracias.
- 10.- Comunicados: asamblea.
- 11.- FINAL: música. Nabuco.
TEXTOS PARA LA PRESENTACIÓN
1. Eduardo Galeano [jugando con la música de fondo]
- Ella está en el horizonte.
- Me acerco dos pasos,
- ella se aleja dos pasos.
- Camino diez pasos
- y el horizonte se corre
- diez pasos más allá.
- Por mucho que yo camine
- nunca la alcanzaré.
- ¿Para qué sirve la utopía?
- Para eso sirve:
- ¡para caminar!
2. Mario Benedetti [jugando con la música de fondo]
[1] LENTO PERO VIENE.
EL FUTURO SE ACERCA.
DESPACIO PERO VIENE.
[2] Demorándose viene
como flor desconfiada
que vigila al sol
sin preguntarle nada.
{1] LENTO PERO VIENE.
EL FUTURO SE ACERCA.
[3] Viene con proyectos
y bolsas de semillas,
con ángeles maltrechos
y fieles golondrinas…
[3] Despacio pero viene
sin hacer mucho ruido
cuidando sobre todo
nuestros sueños prohibidos,
los recuerdos yacentes
y los recién nacidos…
[1] LENTO PERO VIENE.
EL FUTURO SE ACERCA.
DESPACIO PERO VIENE.
[2] Ya casi está llegando
con su mejor noticia,
con una estrella pobre
sin nombre todavía.
[2] Lento pero viene
futuro real,
el mismo que inventamos
nosotros y el azar,
cada vez más nosotros
y menos el azar…
[1] LENTO PERO VIENE.
EL FUTURO SE ACERCA DESPACIO,
PERO VIENE.
LENTO PERO VIENE…
LENTO PERO VIENE…
LENTO PERO VIENE…
ORACIÓN
Señor: nos has oído tomar conciencia de todas las injusticias que nos rodean y del sufrimiento que acarrean a nuestros hermanos. Somos también conscientes de nuestra debilidad y de que sólo con tu ayuda, que sentimos más cercana cuando trabajamos en comunidad, podremos recibir la fuerza de tu Espíritu para tratar de cambiar todas esa situaciones que acabamos de denunciar.
Te lo pedimos por Jesús de Nazaret, que nos marcó el camino al lado de los más desfavorecidos y necesitados.
Amén
TOMEMOS CONCIENCIA
Tomemos conciencia de que todavía no nos hemos atrevido a despertar del adormecimiento que nos han impuesto y que nos toca despertar del letargo, dejar la pasividad, y luchar por un mundo en el que reine la armonía, el equilibrio y la paz como fruto del amor y la justicia.
Tomemos conciencia de que una gran parte de nuestra sociedad es de excluidos y que como seguidores de Jesús tenemos que superar la sordera y la ceguera, levantar la voz, y denunciar y combatir las injusticias.
Tomemos conciencia de hasta qué punto hemos podido contribuir a alimentar una deuda pública y privada, cuyo pago está generando tanta pobreza y tanta violación de derechos humanos básicos.
Tomemos conciencia de que, a causa del imperio del Capitalismo global, 2500 millones de personas pasan hambre en el mundo y no tienen acceso a la educación y la salud; y que entre nosotros, a duras penas sobreviven 6 millones de parados, que 1,7 millones de familias malviven sin ingreso alguno porque todos sus miembros están en paro, y que casi 60 mil familias han sido desahuciadas de sus viviendas en los dos últimos años. Frente a ello, no podemos olvidar que estamos llamados a cambiar este sistema, aunque sólo sea por sentido humanitario.
Tomemos conciencia de que nuestros obispos todavía no han condenado la contrarreforma laboral, ni denunciado el desmantelamiento o privatización de los servicios públicos. Pero habremos de rreconocer que alguna responsabilidad tenemos también los cristianos de base por no haber sido capaces de romper ese silencio y abrir espacio público al mensaje de amor del Evangelio.
Tomemos conciencia del dolor de los pueblos que en este momento sufren la violencia de la guerra, en especial los palestinos, sirios y libios, y de la responsabilidad que todos tenemos para detener esa espiral de violencia genocida.
TEXTOS PARA EL SÍMBOLO DEL ÁRBOL
- Está María de Nazaret, la de Jesús, la de José, con el corazón lleno de nombres, dispuesta a decir «sí» ante lo desconocido (el ángel es el heraldo de lo desconocido, de lo que viene, de lo sorprendente). Y, frente a María, la del “hágase en mi según tu voluntad”, está siempre el mandón de turno, el que está cerrado como un bloque de granito, el que se las sabe todas, el que tiene el corazón lleno de cosas inútiles, el que se levanta sobre la fragilidad de los semejantes, el que no sabe llorar con los que lloran, el que no se duele con el hambre de los mueren de hambre, el que no se apasiona con la justicia debida al indefenso, nada de qué sorprenderse, nada que soñar.. está el que carece de futuro.
- Está Isabel de Ain Karem, la humilde aldeana, la que es capaz de llenarse con toda la novedad que se acerca, la que se le abren los ojos como platos al descubrir que María es toda ella un magníficat, una preciosa melodía que se aprende y que, luego, ya no te abandona en la vida. Isabel necesita gritar su melodía a todo viento, cantarla y así, llena de gozo, proclama: «Dichosa tú, que has creído. Porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá»… Y, frente a Isabel, la que descubre el lugar del evangelio y de la gracia, está siempre quien ya nada tiene que esperar, quien no tiene ya nada que aprender, quien no ve más allá de sus propios ojos, quien se entristece con las buenas noticias que le llegan de sus semejantes…¡qué se yo, alguien que vuelve la espalda a la aurora, al manantial de agua fresca, el que desprecia al emigrante, al extraño, al extranjero,…
- Está también José de Nazaret, el hombre justo, el carpintero honrado que, mientras riega de sudor la garlopa y el serrucho, contempla y madura en silencio todo lo que nos pasa en la vida; que la realidad es siempre mayor de lo que sus ojos están viendo, que la verdad, como la luz, nos sobrepasan, que la historia siempre nos llega preñada de secretos… Y, frente a José, «el del silencio contemplativo y cuestionante, el que va lleno de preguntas y de búsquedas, de acogidas silenciosas y no siempre bien comprendidas, está siempre el lenguaraz y portavoz de la realidad plana, a quien no le cabe la menor duda porque es incapaz de sospecha, quien recibe la historia uniforme como nos la cuentan, a quien no le cabe en la cabeza la diversidad porque es hijo de las unanimidades y del discurso único, quien se hace la verdad a su propia medida, el del ruido sin nueces, al papagayo que habla sin saber lo que dice, sin dejar hablar a nadie… ¡Qué se yo, un lugar de aturdimiento con mucho ruido, un pub, una discoteca fin de semana…
- Y, finalmente, está también Zacarías de Jerusalén , el hombre que se turba y se llena de temor ante lo desconocido y la sorpresa, al que no le caben en el cuerpo ni en el alma tantas buenas noticias, el que no pudiendo soportar lo que supera su propia racionalidad no acierta a articular palabra y se queda mudo… Y, frente a Zacarías, «el que no cree lo que está viendo” porque la realidad le abruma, lo desconocido le asusta, lo que no domina le sobrecoge y le aplana, el que, quizás por tanto gozo, ya no le salen las palabras, tartamudea, no acierta a decir ni mu; está el hombre que espera, pero que no tiene esperanza. Y ¿qué se yo? pon un pacífico buey.
- Despues se fueron poniendo los nombres de las personas o movimientos que habían significado un gesto profético
MOVIDOS POR LA ESPERANZA ANAFORA
P. Escuchad esta sorprendente y gozosa noticia: el Señor viene, se acerca, está llegando. Aunque es de noche y la oscuridad nos borra el camino, la esperanza es la antorcha que nos alumbra para seguir caminando.
Alegraos, pues, el Señor viene, está llegando.
L1. Despertad ya de ese pesado letargo, abrid los ojos para reconocer a los heraldos de la Gran Noticia que se están acercando a las puertas de la ciudad;bajad todos los puentes levadizos, yasomad vuestra alegría desde el alfeizar de la ventana.Porque, contra la espesura de la noche,la luz del alba viene derritiendo las sombrasy anunciando la emergencia de un sol radiante.
TODOS: ¡“Marana tha”, ven, Señor Jesús! Que tu presencia nos ayudea llenar el vacío de tantas utopías muertas; y a restaurar la insatisfacción por tantas esperas frustradas. Desde la indecisa luz del alba te esperamos, Señor.
L2 Te esperamos con el corazón abierto a lo insospechado como María la de Jesús; Con los oídos pegados a las nuevas melodías como Isabel de Aín Karín; con la mirada penetrante de José de Nazaret, para descubrir, en el fondo de la historia, el lugar donde Dios anida; con la humilde sumisión al misterio de Zacarías de Jerusalén cuando ya las certezas no bastan.
TODOS: ¡Marana tha, ven, Señor Jesús!
Te esperamos como la tierra reseca espera la lluvia bienhechora; como las piedras que hacen sonoro el cristal del río gritaremos con alegría tu llegada.
P. Anticipamos ahora ese momento esperado ardientemente por el cosmos, y encarnado en la voz y en la vida de los testigos, cantando:
TODOS: SANTO, SANTO, SANTO (p. 50)
P. Movidos y movidas por la humilde esperanza y arrastrados por la Utopía de Dios, realizada en la admirable vida de Jesús, queremos reconocer en estos alimentos, a la luz del Espíritu, los pilares siempre antiguos y siempre nuevos sobre los que levantar una vida digna, origen de un mundo nuevo.
TODOS: Puesta ya la mesa a la que queremos sentar a todo el mundo, necesitamos, Señor, que tu Espíritu nos abra los ojos para reconocerte el milagro del compartir y repartir el pan.
P. En la noche en que iba a ser entregado, Jesús tomó el pan….
P. Aunque somos conscientes de que estás con nosotros hasta la consumación del mundo, también sabemos que no todos los caminos llegan igualmente hasta ti.
Necesitamos saber por dónde vienes para no confundirte con el jardinero como María de Magdala,
ni perseguirte como Saulo de Tarso en los comienzos.
L3. No viene el Señor por el descuido y el desprecio de las cosas: por el grifo de agua siempre abierto, ni la batería del coche siempre encendida; por la acera de casa sucia, ni el armario y la despensa reventando de lo que nos sobra. El Señor viene por la sobriedad y el cuidado esmerado de las cosas y de la Tierra, en la que somos una sola familia y una sola comunidad.
TODOS: Cuando tú vengas, Señor, la tierra será un jardín; el desierto, un hontanar de agua fresca;
y los campos reventarán de espigas y de vida. ¡Ven, Señor Jesús!
L4. No vendrá el Señor por el escabroso atajo de la injusticia: por la explotación del emigrante y el desahucio de los hogares; por la apropiación de los recursos y la exclusión de los pobres y los sin-techo.
El Señor Jesús viene por la distribución justa y equitativa de los bienes y el compartir con el pobre y necesitado lo nuestro hasta que nos duela.
TODOS: Cuando tú vengas, Señor, nuestra ciudad será una gran familia donde todos nos tratemos con respeto y compasión, donde todas y todos nos descubramos hermanos.¡Ven, Señor, Jesús!
L5. No vendrá el Señor por el camino del odio, de la guerra y la muerte: no vendrá por la violencia de género, la xenofobia y la exclusión de los diferentes; tampoco vendrá por el racismo y los nacionalismos excluyentes. El Señor viene por la cultura de la tolerancia, de la acogida y la amistad; vendrá, sobre todo, por la comprensión mutua, la solidaridad y la cooperación. El Señor vendrá siempre en el amor.
TODOS: Cuando tú vengas, Señor, el emperador envidiará el lugar del siervo; las religiones serán una fiesta de hermandad; y la Iglesia se habrá convertido al Evangelio. Nuestra casa, por respeto y salud de nuestros muertos, será la casa de la acogida y del servicio mutuo,de la esperanza y la alegría,
de la paz y del amor sin fronteras. ¡Ven, Señor Jesús!
P. Movidos por esta esperanza, brindamos ahora por ese día que se acerca, que ya llega:
TODOS: POR CRISTO, CON ÉL Y EN ÉL…
ACCIÓN DE GRACIAS
Solo nos queda agradecer la oportunidad de estar reunidos una vez más en nombre de Jesús de Nazaret.
Desde este nuestro mundo, radicalmente injusto, gobernado por las implacables leyes del dios mercado que sacrifica de forma insaciable personas, comunidades y pueblos sin compasión, hemos vuelto a compartir la consoladora promesa de que el Señor viene, se acerca, está llegando.
La utopía de Dios, realizada en la vida de Jesús y actualmente en todos los que están al lado de los desahuciados, de los marginados, de los enfermos, de los que han perdido toda esperanza, nos está rodeando, está cerca.
El proceso de humanización, la compasión, el compromiso, el trabajo colectivo es lento, pero va calando gota a gota por todas partes. Es señal de que el Señor está cerca.
Sabemos que siempre que estemos con la antorcha encendida en una manifestación por la sanidad o la educación pública, por la paz con justicia o por cualquier causa de los pobres, el Señor está llegando.
Siempre que acompañamos los procesos de lucha de los inmigrantes, de los gitanos rumanos, de las comunidades campesinas, de los indígenas, de los presos, el Señor está cerca.
Por eso, agradecemos la lenta, suave y siempre entrañable presencia de Jesús entre nosotros.
Marana tha, ven, Señor Jesús.