Adviento, tiempo de encuentro y esperanza 24 de noviembre de 2013
Vamos a celebrar el Adviento. Es un encuentro especial con Jesús, luz, alegría y esperanza, ya que con él llega el reinado de Dios.
Canción (p. 71, nº 84): “Pregonad que llega el reinado de Dios”…
Introducción: ¿Que esperamos?
Razonablemente el mundo siempre va a ser igual, seguirá la evolución de las especies, seguirá la ley del más fuerte, seguirán quedándose en la cuneta los débiles e inadaptados.
Jesús se manifiesta a favor de esos que no son capaces de marca el paso, los que se quedan atrás, los perdedores, las mujeres, los niños.
Nosotros queremos ser seguidores de Jesús y nos queremos plantear en esta celebración el motivo de nuestra esperanza y como, a pesar de las apariencias, la humanidad tiene la capacidad de amar y corregir los desequilibrios que la historia nos plantea.
Es un encuentro especial con Jesús, luz, alegría y esperanza, ya que con él llega el reinado de Dios.
Oración
Padre, sabemos que la Esperanza, es don de Tu Espíritu, sabemos que tu don es distinto que nuestras esperas. Sabemos que tener esperanza es inseparable de tener fe ¿Pues como esperar sin creer en lo que se espera?
Esperamos que la maldad no tenga la última palabra aunque no lo veamos, creemos que el amor es más poderoso.
Esperamos y creemos en las personas, que son nuestros hermanos que somos todos nosotros queremos dar testimonio con nuestra vida personal de aquello que esperamos y creemos en nuestro vivir, en nuestras actitudes, en nuestro actuar, así es como comunicamos ¿contagiamos? Esperanza.
Ahora vamos a recitar, por grupos, UN CREDO que está en sintonía con la manera de ser y de pensar de nuestra Comunidad:
Grupo 1. Creemos en Dios, Creador de un mundo no terminado, que promulga un eterno plan de desarrollo en el que todos podamos participar.
Grupo 2. Creemos en Dios Padre, que no ha dividido a los hombres en pobres y ricos, en especialistas e ignorantes, ni en amos y esclavos, porque hemos sido creados a imagen suya, y hemos recibido el privilegio de amarnos como hermanos.
Grupo 1. Creemos en Jesús de Nazaret, que vivió los problemas de su tiempo y tomó partido por ellos. Creemos en Jesús de Nazaret, asesinado por liberar al pueblo; el Padre lo resucitó para darnos vida, y para transformar el mundo, llevándolo a su reino.
Grupo 2. Creemos que el trabajo y la lucha contra la pobreza, la incultura, la opresión, el egoísmo y toda injusticia y constituyen el verdadero camino de liberación para los hombres.
Grupo 1. Creemos en el Espíritu que le dio plenitud de vida a Jesús. creemos que su fuerza nos impulsa a la acción, para realizar entre los hombres la salvación de Dios en el amor.
Grupo 2. Creemos en la comunidad de todos los pueblos y en nuestra responsabilidad para hacer de la tierra la Ciudad de Dios.
Grupo 1. Creemos que, con nuestro compromiso, crearemos una tierra nueva donde vivamos en paz, nos amemos como hermanos en auténtica igualdad. AMÉN.
MÚSICA (UN MOMENTO DE SILENCIO).
Del Evangelio de Lucas:
Juan Bautista envió a dos de sus discípulos a preguntarle a Jesús: – ¿Eres tú el que tenía que venir o esperamos a otro?
En ese mismo momento curó Jesús a muchos de enfermedades, ataques y malos espíritus, y a muchos ciegos les devolvió la vista. Después contestó a los enviados:
– Id a contarle a Juan lo que habéis visto y oído: Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan, a los pobres se les anuncia la buena noticia. Y ¡dichoso el que no se escandalice de mí! (Lucas 7,20-23).
CANCIÓN: (p.35, nº 39): Llegará la libertad
Reflexión e invitación a intervenir.
MÚSICA.
OFERTORIO:
Jesús es la luz del Adviento que viene de lo Alto, para no vivir en tinieblas: Cirio encendido (velas). Flores en señal de alegría. Pan y vino, para compartir la entrega de Jesús, y con el deseo de que no haya ni hambre ni sed en el tercer mundo. Las bolsas como símbolo de solidaridad (a continuación pasad las bolsas)
ANÁFORA:
COMUNIDAD: Venid, aclamad todas las voces al Señor, recuperad el aire de fiesta, restableced la alegría y la cordialidad, para acoger este nuevo Adviento de Dios, que nos llega cargado de promesas, de presencia de Luz y de gracia.
El Adviento es tiempo de esperanza. Jesús, la luz que nace de lo alto, quiere seguir iluminando nuestras vidas. ¡Abrámonos a la luz para no caminar en tinieblas!
COMUNIDAD: Jesús, desde Galilea, pregona la buena noticia del reinado de Dios. Decía: -Se ha cumplido el plazo; ya llega el reinado de Dios. Enmendaos y creed en esta buena noticia.
Lector Juan bautiza con agua, exige la práctica de la justicia, y amenaza duramente con la ira y el castigo de Dios. Jesús es mayor que él, porque va a bautizar con Espíritu Santo.
Lector Jesús, después de vencer la tentación de poder y dominio sobre el ser humano, presenta su programa en Nazaret donde queda ungido por el Espíritu de Dios para anunciar la buena noticia a los pobres y liberar a los oprimidos y marginados, como parte central del reinado de Dios.
COMUNIDAD: ¿Hemos vencido nosotros esa tentación de poder y dominio sobre los demás? ¿Invocamos al Espíritu de Jesús para quedar ungidos y poder así realizar la liberación de los oprimidos?
Lector Juan Bautista tiene sus dudas de que Jesús sea el Mesías esperado, por eso, desde la cárcel, manda a dos de sus discípulos a preguntarle: ¿Eres tú el que tenía que venir o esperamos a otro?
Lector Jesús responde curando y rehabilitando a los que necesitaban su ayuda. Luego, él mismo interpreta estas curaciones con metáforas proféticas y termina afirmando: “a los pobres se les anuncia la buena noticia, y ¡dichoso el que no se escandalice de mí!”.
COMUNIDAD: Que el Evangelio esté destinado primordialmente a los pobres, marginados y oprimidos, puede ser motivo de escándalo, pero Jesús proclama dichoso al que no se escandalice de él. ¿Tenemos fe y confianza para aceptar que este mensaje sigue siendo eficaz en nuestro tiempo? Escandalizarse de Jesús es mostrarse indiferente, pasar de él o rechazarlo. Jesús también es signo de contradicción en nuestro tiempo.
Lector: Sólo preparamos la venida y el encuentro con Jesús si nos comprometemos con la realidad de nuestro tiempo. A veces nuestra esperanza es vacilante, pero no estamos solos, somos muchos los que con esperanza, suscitada por el Espíritu de Jesús, luchamos para poder implantar los criterios del reinado de Dios. Por eso, y porque Jesús sigue viniendo a nuestro encuentro en los hambrientos, sedientos, enfermos, emigrantes y presos, si hace falta, cambiemos de mentalidad y convirtámonos al Evangelio, ofreciéndonos como tierra fértil para que fructifique en nosotros la semilla del Espíritu.
COMUNIDAD: ¡Ven, Señor Jesús! Te proclamamos Señor de nuestra historia y del proyecto que tengas sobre nosotros, porque siempre nos acompañas, y vives en nuestras luchas y desvelos. Queremos seguir proclamando con nuestras vidas el Evangelio de los pobres, la buena y gran Noticia de la liberación.
Lector: TODOS: Santo de la Misa salvadoreña…pag.78
COMUNIDAD: Jesús, queremos acompañarte hasta el final del camino, como hicieron los discípulos de Emaús. ¡Que tu Espíritu nos abra los ojos para reconocerte, a la hora de partir, compartir y repartir tu pan!
Lector: La noche en que iba a ser entregado, Jesús tomó el pan, lo partió y lo repartió entre todos diciendo:
COMUNIDAD: TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.
Lector: Del mismo modo, acabada la cena, tomó la copa llena de vino y la entregó a sus discípulos, diciendo:
COMUNIDAD: TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL, PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR TODA LA HUMANIDAD, PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HACED ESTO EN MEMORIA MÍA.
Lector Éste es el sacramento de nuestra fe.
COMUNIDAD: Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección: ¡Ven, Señor, Jesús!
Lector: ¡Brindemos con alegría, porque ya estás entre nosotros!
COMUNIDAD: Por Cristo, con él y en él, a ti Dios Padre misericordioso, en la unidad del Espíritu Santo, ¡todo honor y toda gloria, por los siglos de los siglos! Amén.
Lector: ¡Unamos nuestras manos para cantar la oración que Jesús nos enseñó! (Padrenuestro de la justicia) pag. 92
Lector: Jesús, en esta eucaristía, está presente entre nosotros de manera especial. Aceptemos su invitación: ¡Dichosos los que promueven la Paz! (Besos y abrazos…).
Comunión , Música
Lector: Como final de esta celebración, vamos a proclamar con alegría estas Bienaventuranzas del Adviento, de Miguel Ángel Mesa.
Grupo 1. Felices quienes siguen confiando, a pesar de las muchas circunstancias adversas de la vida.
Grupo 2. Felices quienes tratan de allanar todos los senderos: odios, marginaciones, discordias, enfrentamientos, injusticias.
Grupo 1. Felices quienes bajan de sus cielos particulares para ofrecer esperanza y anticipar el futuro, con una sonrisa en los labios y con mucha ternura en el corazón.
Grupo 2. Felices quienes aguardan, contemplan, escuchan, están pendientes de recibir una señal, y cuando llega el momento decisivo, dicen: ¡sí, quiero, adelante, sea, en marcha!…
Grupo 1. Felices quienes denuncian y anuncian con su propia vida y no sólo con meras palabras.
Grupo 2. Felices quienes rellenan los baches, abren caminos, abajan las cimas, para que la existencia sea para todos más humana.
TODOS: ¡AMÉN!