ADVIENTO PREPARARNOS PARA LA LLEGADA…                                                                         11 diciembre 2016

1-PRESENTACIÓN: Bienvenida a los nuevos – móviles

Preparamos la llegada de Jesús en los inmigrantes que están por llegar y  los que ya están aquí. El adviento es tiempo de esperanza

Porque estamos en Adviento, debemos prepararnos para la llegada de Jesús. Porque creemos que el Jesús que nos llega está en los refugiados, no podemos quedarnos indiferentes a su clamor. Tenemos que prepararnos para su llegada, para escucharlos y acogerlos, a los que ya están aquí y a los que seguirán llegando. Los migrantes no vienen solos, creemos que Jesús está en ellos. Ellos vienen con la esperanza de encontrar un mundo mejor; veamos qué podemos nosotros hacer, para que esa esperanza se haga realidad. Aprovechemos este tiempo de Adviento que es tiempo de esperanza y en el empeño de abrir los ojos y proporcionar ayuda, es posible que encontremos  el fortalecimiento de nuestra débil esperanza.

Ese Jesús que vive en ellos nos ayudará a transformar nuestra mirada y nuestro corazón insensibles en una mirada y un corazón de compasión y misericordia.

Queremos firmar un compromiso para desarrollar una Europa abierta y solidaria con los problemas del Tercer y Cuarto mundo.

2 CANCION Pregonad que llega… PÁG. 71

3-Salmo Del Emigrante

Desde los confines de la tierra clamo a ti, vuelve hacía mi tus ojos.

Se tú, oh Dios mío, mi torre inexpugnable, la patera que no naufraga, la alambrada que cede ante mi pie.

Refúgiame dentro de ti y hazme invisible para que nadie me alcance ni pueda perseguirme;

Para que nadie pueda abusar de mi pobre condición, ni la vida me arrebate.

Se tú mi escudo y fiador, pues he tenido que abandonar mi casa por hambre;

He tenido que huir de la injusticia que crea la justicia de los ricos.

Se tú mi pasaporte, pues allí donde llegan las mercancías no soy yo recibido…

¡Quien me diera ser siempre tu protegido!

Más yo recorreré la tierra que tu hiciste para todos y plantaré mi tienda allí donde encuentre leche y pan para los míos.

3-PRIMERA LECTURA

A lo largo de la historia muchos pueblos se han visto obligados a desplazarse en busca de su libertad o de una vida mejor, a costa de muchos sufrimientos e incluso de su vida. Hemos buscado dos ejemplos muy distantes en el tiempo: el éxodo del pueblo judío (lectura que corresponde a la celebración de hoy) y  otro de los más recientes: la huida del pueblo sirio, con el mayor número de refugiados que cualquier otro conflicto en el mundo.

1 Origen de los desplazamientos

Nuestros antepasados fueron arameos errantes que bajaron a Egipto, donde vivimos como emigrantes. Allí nos maltrataron, nos oprimieron y nos sometieron a una cruel esclavitud.

Desde antes del año 2011 venimos sufriendo una gran escalada de violencia, muchas veces provocada, que derivó en una guerra civil entre las fuerzas armadas y grupos armados rebeldes.

2 Huida de los pueblos

Clamamos a Yahvé  y él nos escuchó; vio nuestro sufrimiento y nos sacó de Egipto con mano fuerte y poderosa, con grandes señales y prodigios.

Casi cuatro millones de hombres, mujeres y niños nos hemos visto obligados a abandonar nuestra tierra, huyendo de la guerra, temiendo por nuestras vidas.

3 La esperanza de encontrar un lugar dónde instalarse

Salimos de Egipto, recuperando nuestra libertad y con la promesa de Yahvé de que nos conduciría a una tierra fértil y espaciosa donde asentarnos, en la que manaba leche y miel.

Dejamos Siria con la esperanza de encontrar algún país que nos acogiera, ya que vemos lejana la posibilidad de retornar a nuestras casas y a nuestras vidas anteriores.

4 La desesperanza en el camino

Después de andar durante varios días por el desierto sin agua ni comida, temimos por nuestras vidas y algunos ancianos murieron, por lo que dudamos de la promesa de Yahvé y lamentamos haber dejado Egipto, donde comíamos hasta saciarnos.

Tras dejar más de 270.000 muertos, nos dirigimos hacia Europa donde, ante nuestra sorpresa, no hemos sido bien recibidos. Los gobiernos europeos convocan rondas de negociaciones para, una tras otra, legalizar lo ilegal, blindar fronteras, levantar muros y vendernos a Turquía por unos cuantos millones de euros para encerrarnos allí como ganado. Mientras tanto, vivimos en unas condiciones infrahumanas y con todo tipo de enfermedades, violando los derechos humanos más elementales. Por si esto fuera poco, vemos con tristeza que han resurgido  movimientos  racistas y xenófobos que han atacado algunos albergues de refugiados.

5 La ayuda que reciben

Yahvé oyó nuestras lamentaciones y nos mandó cada día codornices y una especie de pan, al que llamamos maná, suficiente todo ello para alimentarnos en nuestro éxodo.

Organizaciones humanitarias y cientos de voluntarios tratan de paliar la caótica situación que padecemos en los campos de acogida, atendiendo nuestras necesidades más básicas. Por otra parte, algunos grupos políticos europeos sensibles a los derechos humanos y algunos gobiernos presionados por el clamor de la ciudadanía, intentan dar una salida digna a nuestro problema. La sociedad es solidaria, no los gobiernos.

6 La llegada del pueblo judío a Palestina

Después de atravesar el desierto durante largos años,  cruzamos el Jordán dirigidos por Josué, quien repartió las tierras como Yahvé había prometido a nuestros padres. Tuvimos que conquistarlas palmo a palmo y, después de muchas negociaciones, nos establecimos en ellas y tuvimos paz en todo el territorio. Ningún enemigo pudo hacernos frente. Ni una sola promesa de Yahvé quedó sin cumplir.

En estos momentos vivimos una situación desesperada, al límite de nuestras fuerzas. Las lluvias, el frio, la fragilidad de las tiendas de campaña, el hambre y las enfermedades, junto con las desalentadoras noticias de las negociaciones sobre nuestra situación, nos ensombrecen el futuro. Solo contamos con la solidaridad de los pueblos europeos y en su capacidad para que sus representantes les oigan.

Cancion ven, ven señor, no tardes … pag 45

Segunda lectura: Lc 3, 1-6

4-Introducción Al Diálogo

Prepararnos para la llegada de Jesús

Emigrantes e inmigrantes ha habido siempre. La primera ley de inmigración conocida la encontramos en el Éxodo «No oprimirás ni vejarás al emigrante porque emigrantes fuisteis vosotros en el país de Egipto».

Esta primera ley conocerá posteriormente sucesivas «reformas» para ampliar cada vez más los derechos de los emigrantes.” Celebrarás la fiesta en presencia de Yahveh, tu Dios, con tus hijos e hijas, esclavos y esclavas, con los emigrantes, huérfanos y viudas que haya entre los tuyos». (Deuteronomio)

Otra ampliación de la ley de inmigración israelita la encontramos en el Levítico. “Cuando un emigrante resida con vosotros en vuestra tierra, no lo maltrataréis; será como uno nacido entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo, porque emigrantes fuisteis vosotros en Egipto»

Jesús tiene una vida itinerante y como muchos emigrantes, sabe lo que supone no tener casa ni seguridad alguna, vivir de prestado: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del Hombre no tiene donde reclinar la cabeza» (Mt.8,20).

Y enviará a sus discípulos de pueblo en pueblo también como peregrinos pobres, como emigrantes, que solicitan hospitalidad: «No toméis oro, ni plata, ni cobre en vuestras fajas; ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón. Donde lleguéis informaos quien hay allí digno, y quedaos allí hasta que salgáis» (Mt.10,9-11

En esta celebración en la que Juan nos exhorta a enderezar lo torcido, a allanar los senderos, a preparar el camino, queremos preparar el camino del Amor y dirigirlo hacia los inmigrantes y refugiados, ese prójimo nuestro tan machacado por las guerras y hambrunas en sus países de origen y que se ponen en camino con la gran esperanza de conquistar la tierra prometida, nuestra Europa. Y, sin embargo, nosotros los europeos nos encargamos de enviar material de guerra a sus países y de poner miles de trabas para no acogerlos, refugiándonos en nuestro egoísmo.

Los inmigrantes que viven con nosotros y los que esperamos: pueden sentirse liberados o esclavizados. Eso depende de las condiciones de acogida que les proporcione nuestra sociedad. De nosotros depende que vivan una experiencia de esclavitud (Cíes) y de necesidades, o bien que se sientan como en casa, es decir, en su tierra prometida y no en un desierto pedregoso de indiferencia y hostilidad.

La experiencia y la vida nos dice que abiertos a los demás nos inter-fecundamos mejor, nos hacemos más completos, más integrales.

Basándonos en el mandamiento del “Amor al Prójimo” y en la compasión del “Buen Samaritano” nos preguntamos ¿QUE PODEMOS HACER AQUI Y AHORA PARA QUE SE HAGA REALIDAD LA ESPERANZA QUE TRAEN LOS INMIGRANTES DE ENCONTRAR UN MUNDO MEJOR?

OFERTORIO: CIE´s – ONG’s/Voluntariado Fallecidos en el camino- BOLSAS (con música, Pedro Guerra: “Dios”) –Experiencia de comunera con inmigrantes  Ofrendas De La Asamblea –  Pan Y Vino

5-ANAFORA “Preparad el camino…”

L 1.- Padre nuestro, que así te llamamos porque lo eres de todas y todos. Porque quisiste que el mundo que creaste no fuera un jardín exclusivo para unos cuantos, sino para todo ser humano, y que te llamáramos, además, ABBA, Padre bueno. Porque te empecinaste en abrir y derramar tu gracia sobre todos por igual, mujeres, hombres, blancos, negros, amarillos y de todo color y condición.

L 2.- Te damos gracias por reunirnos con ellos junto a tu mesa. Sabemos que son nuestros hermanos y, sobre todo, con los más débiles queremos iniciar este encuentro, cantando:

SANTO, SANTO, SANTO… (Salvadoreño, pag. 78)

Todos.- Gracias te damos por habernos dado una Comunidad que nos acoge tal como somos  y en la que nos sentimos cuidados como hermanos y hermanas.

L 3- Nuestro deseo es extender esta fraternidad a las personas inmigrantes y refugiadas que a pesar de vivir entre nosotros, no las consideramos como “prójimos” y muchas veces ni siquiera nos atrevemos a mirarles a la cara porque tememos que nos comprometan.

L 4.- Fuera de sus tierras y amontonadas en barcazas, levantan sus brazos pidiendo ayuda a la Comunidad Europea, que pasa de ellas y que no tiene ningún respeto a su situación de refugiadas.

L 5.- Sabemos que a pesar de ser tus preferidas, son las que más sufren los golpes bajos de la pobreza. A pesar de la realidad que están viviendo, celebran la esperanza de su éxodo con el optimismo de seguir adelante, a pesar de la muerte que les rodea.

Todos.- Llena, Señor, nuestro corazón de compasión y misericordia para que luchemos codo a codo con ONG’s y voluntariado, que trabajan por los derechos que debe tener todo ser humano a fin de poder vivir dignamente, con educación, vivienda, salud y  seguridad en su familia.

L 6.- Nuestras palabras durante este tiempo de adviento y de espera deben ser las de Juan: “allanad los caminos…” y facilitad el paso para dar la bienvenida a Jesús encarnado en el refugiado e inmigrante y  “dar la libertad a los oprimidos…” que están clamando desde los CIE’s.

L 7.- Dales la oportunidad para que les llegue nuestra generosidad y salir pronto de su pobreza, desempleo, hambre y formar una sociedad más justa, con más vida y salud.

L 8.-  Antes de realizar el gesto profético de Jesús de partir y repartir el pan, símbolo de la entrega desinteresada hacia el otro, reafirmemos nuestro compromiso comunitario con un gesto de solidaridad (nos damos las manos)

Todos.- Nos comprometemos a luchar contra toda indiferencia e injusticia hacia la inmigración marginada que llegue a nuestras ciudades y trabajar para que tenga una vida digna

L 9.-  Envía, Padre, sobre nosotros tu espíritu para que se haga realidad el gesto de Jesús en la última cena. Tomó el pan y dando gracias, lo partió y lo repartió diciendo:

Todos.- TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL PORQUE ESTO ES MI CUERPO QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS

Todos.- TOMAD Y BEBED TODOS DE EL, PORQUE ESTE ES EL CALIZ DE MI SANGRE QUE SERÁ DERRAMADA POR TODA LA HUMANIDAD, HACED ESTO EN MEMORIA MÍA

L 10.- Este es el sacramento de nuestra fe:

Todos.- Anunciamos tu muerte,  proclamamos tu resurrección, ven  Señor Jesús.

L 11.- Al recordar tu pasión y muerte, recordamos también la agonía diaria de tantos hermanos y hermanas que sufren en carne propia el abuso, el desprecio y el olvido de los que todo lo tienen y no comparten.

Todos.- Haz Señor,  que sepamos defender en nuestro alrededor, la utopía de que es posible vivir de otra manera, ingeniándonos para crear situaciones diferentes de solidaridad y uniéndonos cada día, al reto de los que luchan por la construcción del Nuevo Reino.

L 12.-  Es el momento de pensar en nuestro compromiso y lo que pensamos hacer para  realizarlo (SILENCIO)

L 13.- Sabemos, Señor, que sin tu ayuda no somos capaces de cumplirlo. Danos tu fuerza.

Todos.- Nos acordamos, Señor, de todas las personas que quisieron llegar a nuestras costas, iniciaron el camino y perecieron en el intento.

L 14.- Y a quienes formamos parte de la gran comunidad de creyentes,  danos la credibilidad y frescura de proclamar con alegría las exigencias de tu Reino en el mundo de hoy.

Todos.- Por Cristo, con él y en él,  a ti Dios Padre, en la unidad del Espíritu Santo todo honor y toda gloria, por los siglos de los siglos. AMEN

L 15.- Unimos nuestras manos para decirle al Padre:

Todos.-

Padre nuestro, bueno y cercano, que estás en ese cielo que siempre está llegando.

Tu nombre será santificado cada vez que liberamos a un hermano de la opresión, del oprobio y del trabajo esclavo.

Venga tu reino de justicia, amor, fraternidad.

Hágase tu voluntad, que seguro no coincide con la de los poderosos.

Perdona las ofensas que te causamos en nuestros semejantes.

Y no nos dejes caer en la tentación de ser intransigentes con los demás, de no hacer ni decir nada.

Líbranos de las ansias de poder, de dinero y de confort; que hay pobres en el mundo cuya vida pende de un plato de arroz.

Y líbranos del mal del egoísmo.

AMÉN

L 16.- NOS DAMOS LA PAZ

COMUNIÓN: Música: A.Marcello; Concierto para oboe, adagio)

6-ACCIÓN DE GRACIAS

-Gracias Señor, por enseñarnos que todos los hombres somos HERMANOS  y que debemos saber renunciar a los bienes que tenemos, en beneficio de  aquellos que no tuvieron la misma suerte ni las mismas oportunidades que nosotros.

– Gracias Señor, por hacerte visible y palpable en nuestros hermanos inmigrantes y refugiados a los que tenemos tan cerca. Sabemos muy bien que te manifiestas en ellos.

-Gracias Señor, por exigirnos COMPARTIR  nuestro tiempo y nuestros logros sociales y económicos con aquellos que ponen su ESPERANZA en una vida mejor. Aunque ello suponga una disminución de los nuestros. Por experiencia sabemos que siempre se RECIBE más de lo que se DÁ.

-Gracias Señor, por la SOLIDARIDAD de tantas Organizaciones y voluntarios que tratan de poner su granito de arena en la acogida de inmigrantes y refugiados. Así como por aquellos Grupos Políticos Europeos sensibles a los Derechos Humanos y por el clamor de la Ciudadanía hacia sus Gobiernos.

CANCION LLEGARÁ LA LIBERTAD… PAG 35

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