CELEBRACION ADVIENTO (27 noviembre 2016)
“…levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación.»”
Música mientras se sientan Oratorio de Navidad de Bach
Saludo y Acogida (móviles, etc…)
Presentación del tema.
Hoy comenzamos el Adviento con unas palabras de esperanza: “Levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación”. El Adviento no es una espera. Jesús ya vino y como seguidores suyos debemos colaborar en su proyecto: “liberación”. Sobre todo en la de aquellas personas que están sometidas por el poder, por la injusticia social y por el peso de sus limitaciones. El Adviento puede ser “un buen tiempo”, para no olvidar que estamos en camino y, también, para abandonar aquello que dificulta la marcha.
Canción: “Llegará la libertad”. pg.35; nº 39.
Acto penitencial.
Señor: te pedimos perdón porque todavía confiamos en lo que tenemos y podemos llegar a tener que en lo que Tú nos ofreces.
Perdón Señor
Señor: te pedimos perdón porque queremos lograr una sociedad más justa solo con nuestras fuerzas sin contar con el proyecto que Tú nos ofreces.
Perdón Señor
Señor: te pedimos perdón porque buscamos nuestra realización personal por el camino del poder y de la fuerza más que por el del servicio y la solidaridad.
Perdón Señor
Dios y Padre nuestro: que la presencia de tu Espíritu en medio de nosotros nos ayude a buscar el camino que conduce hasta Ti.
Canción. Oye Padre nº 65 pg 78
Primera Lectura. “Ponerse en pie con los pobres de la Tierra”.
Lo que acontece cada día en la vida de las personas que habitamos en este planeta no es noticia. Nunca aparecerá en una primera página de un periódico ni abrirá un programa de noticias en la televisión. Sin embargo, los verdaderos protagonistas de la historia humana son los hombres y mujeres que habitan las ciudades, campos y pueblos de todos de todos los países de la tierra. Todos ellos gozan y sufren, trabajan y descansan, construyen y destruyen, crean y crecen, y así van descubriendo el sentido de la vida humana sobre la tierra.
Esta es la historia verdadera, Jesús viene para mostrarnos a las personas concretas de una pequeña nación concreta, en dónde tiene que ser posible vivir en fraternidad. Con demasiada frecuencia, algunos, sintiéndose superiores, pretenden vivir a costa de los demás e imponen y condenan a lo más débiles a la miseria, el hambre y la marginación.
Realizar con los pobres la liberación por los caminos de la justicia
La historia de la vida que Jesús vivió era la misma que habían vivido sus antepasados y sus contemporáneos, pero El, transmite a sus paisanos la necesidad de que todas las personas vayamos descubriendo el verdadero sentido de nuestra vida. Se trata de tomar la vida en nuestras manos como el mejor regalo que tenemos, que la hemos de ir desarrollando a la vez que ayudamos a otros, con la participación solidaria de todos los que compartimos la vida en un mismo tiempo y espacio.
No se trata de sobrevivir de la mejor manera posible, cuando la vida nos sonríe porque estemos bien físicamente, o porque estemos bien económicamente. Nuestro bienestar sería a costa del malestar de otros.
Para mostrar el camino de su vida, Jesús se encarnó y se mostró como el hombre “servidor”, marcándonos ese camino de salvación para todos los hombres y mujeres de la tierra.
El ADVIENTO es el tiempo de no olvidar que estamos en el camino y de abandonar todo lo que dificulta la marcha.
Música And I love her (Beatles go Baroque)
Segunda Lectura. “Evangelio de Lucas 21. 25-28).
Este pasaje del Evangelio de Lucas nos resulta difícil de entender en su contenido textual. Por eso es necesario interpretar ese cuadro apocalíptico como la forma de expresar la caída de un imperio dañino, de un orden social injusto, de una situación inadmisible para el ser humano: los astros se desploman, la tierra y el mar se desbordan, los hombres se ven abatidos y sin salida. Así se anuncian caídas de los poderes dañinos en aquella cultura. Pero el sentido no es ese. Lo importante es presentar que, detrás de todo eso viene el Hombre, el Hijo del Hombre. El fin del mundo no será una catástrofe, sino una plenitud, la plenitud consumada del Reino anunciado por Jesús.
Evangelio de San Lucas: Cap. 21 (25-28) (34-36)
Jesús dijo a sus discípulos: Habrá signos en el sol, la luna y las estrellas, y en la tierra se angustiarán las gentes, enloquecidas por el estruendo del mar y del oleaje. Los hombres quedarán sin aliento por el miedo, pensando en lo que se le viene encima al mundo, porque hasta los astros se tambalearán. Entonces verán al Hijo del Hombre venir en una nube, con gran poder y majestad.
Cuando empiece a suceder esto, Levantaos, alzad la cabeza que se acerca vuestra liberación.
Andaos con cuidado, que no se os embote la mente con el vicio, la borrachera y las preocupaciones de la vida, y el día aquel se os eche encima de repente; porque caerá como un lazo sobre todos los que habitan la faz de la tierra. Estad despiertos y pedid fuerza en todo momento para escapar de todo lo que va a venir y poder manteneros en pie ante este Hombre.
Introducción al diálogo.
Es verdad que este texto evangélico parece paradójico y contradictorio. Cuando comience este caos apocalíptico, es cuando debemos sentir la llegada de la liberación, la clave está en que es entonces, que somos rescatados por el hijo de Dios hacia el que tenemos que alzar nuestra mirada para descubrir en su rostro cómo entender la liberación.
Pero no tenemos que esperar, porque el mundo angustiado y enloquecido, ya se ha hecho presente, ahora, incluso si cabe, más que nunca. Una amenaza de poder despótico y codicioso puede ser el representado por la metáfora del estruendo del mar y los astros tambaleantes. Tampoco debemos asustarnos, porque la liberación ya nos llegó con la primera venida del hijo de Dios. Él nos enseñó en qué consistía: la liberación está en la apertura al amor universal, ese que ahora se quiere parcelar en función del origen, raza, color, sexo o religión.
Ya hemos sido liberados, sí, pero precisamente por eso hemos recibido el mandato de colaborar con la liberación de los que tienen menos recursos y tienden su mano hacia nosotros, y también por eso no debemos dejar de interrogarnos: ¿cómo entendemos y compartimos nuestra liberación? Nos protegemos en nuestras zonas de confort, pero otros no las tienen y vienen por peligrosos caminos buscando ser liberados de su miseria y desesperanza ¿no debemos ser nosotros la escalera a la que se agarran en su desesperación buscando ser rescatados? ¿Cómo y qué peldaños ponemos en la construcción de esa escalera? ¿De qué manera nos liberamos de las ataduras que voluntariamente nos imponemos: el ansia de acumular… la desesperanza en nuestra fe… el miedo a lo que está por venir… el sueño en el que nos sumergimos para no ver la realidad…?
Ofertorio:
- Foto y escalera
- Diálogo interreligioso
- Pequeños peldaños. Proyectos de la comunidad.
- Felicitación Navidad Pedro Casaldáliga
- Bolsas y Música She’s leaving home (Beatles go baroque)
- Pan y vino
Anáfora.
E1.- Nos reunimos hoy aquí con la alegría de compartir ilusiones y esperanzas con nuestros hermanos y hermanas de distintas comunidades de Madrid, con la convicción de que estamos realizando el mismo camino que nos marcara Jesús
E2.- Pedimos perdón por las múltiples cargas con las que llenamos nuestras vidas: la seguridad, el poder y el dinero, que nos impiden alzar la cabeza, aligerar la marcha y perseguir los caminos de la justicia y liberación.
Todos.- Se nos anuncia un tiempo nuevo: ha venido para los humildes, para los mansos, a traer la salvación a los enfermos, a los pobres, a los oprimidos. ¡Levantémonos, alcemos la cabeza, nuestra liberación ya ha llegado!
E3.- Es Adviento, tiempo de proclamar que Jesucristo vive entre nosotros: en esa barca que navega a la deriva por el mar Mediterráneo, en esas madres que protegen a sus hijas en el corazón de África, en esos niños del Gallinero que cada mañana se levantan en su chabola para ir a la escuela, en los presos, en los olvidados, en nosotros mismos a pesar de que no somos capaces de levantarnos.
Todos.- Proclamamos un tiempo nuevo para una nueva Humanidad. Debemos cambiar los ojos para ver lo que está ante nosotros y no somos capaces de ver; de cambiar el corazón de piedra en corazón de carne, dejarnos mover a compasión y misericordia. ¡Levantémonos, alcemos la cabeza, nuestra liberación ya ha llegado!
Todos: Santo, Santo, Santo, Santo,Santo, Santo es Nuestro Dios. Señor de toda la Tierra, Santo, Santo es Nuestro Dios.
Todos: Santo, Santo, Santo, Santo, Santo, Santo es Nuestro Dios. Señor de toda la Historia, Santo, Santo es Nuestro Dios
Que acompaña a nuestro pueblo, que vive en nuestras luchas, del universo entero el único Señor.
Benditos los que en su nombre el Evangelio anuncian, la buena y gran noticia de la liberación.
E4.- Con la fuerza de tu Palabra y el empuje de las Comunidades, quizá envejecidas y mermadas pero llenas de Espíritu transformador nos atrevemos a cantar la buena y gran noticia de la liberación (pg. 78. Nº 91).
E5.- Nos reunimos hoy personas de Cristianas y Cristianos de Base de Madrid, de la Red Europea Iglesia por la Libertad, de Redes Cristianas, suma de grupos y personas que intentamos hacer del compromiso con el Evangelio y los pobres el eje central de nuestra vida. Queremos ser testimonio de valores de solidaridad y responsabilidad ante los problemas de este mundo.
Todos.- En estos momentos de incertidumbre nos reafirmamos en nuestro compromiso en desarrollar una Europa abierta y solidaria con los problemas del Tercer y Cuarto Mundo; en luchar por una política democrática que resista al poder del mercado y no se someta a las finanzas internacionales. Un mundo donde nadie sea ilegal porque lo que Dios quiere es un reino de justicia, de amor y de paz. ¡Levantémonos, alcemos la cabeza, nuestra liberación ya ha llegado!
E1.- Compartimos ahora el pan y el vino. No es placebo espiritual ni rito mágico. Es vivir la presencia de Cristo entre nosotros. Es signo de alianza y compromiso.
Todos: «Por eso, repetimos el gesto de aquella noche en que tomaste un trozo de pan y lo repartiste entre todos diciendo: Tomad y comed todos de él, porque esto es mi Cuerpo».
E6.- Del mismo modo, nos atrevemos a repetir el gesto de compartir el vino, compartir la alegría y la Esperanza con la Humanidad doliente, con los desheredados del banquete mundial. Todos cabemos alrededor de esta mesa, por eso:
Todos.- Tomamos el cáliz lleno de la sangre del sufrimiento humano y la Esperanza en un nuevo Reino. Nos atrevemos a beber de él, porque sabemos que es la copa de la alianza nueva y eterna que se derrama por toda la Humanidad para liberarnos de nuestras ataduras. Levantamos la copa recordando la entrega de Jesús. ¡Levantémonos, alcemos la cabeza, nuestra liberación ya ha llegado!
E1.- Celebramos este Adviento no confiando en que vengas sino con la seguridad de que estás entre nosotros.
Todos.- No esperamos señales: ya las tenemos. No queremos vivir del recuerdo sino tener una fe viva, encarnada en el día de hoy. Tenemos que levantarnos y alzar la cabeza ante todo lo que nos rodea: ser y estar en el mundo real y no en la excepción o la anécdota de la realidad.
E2.- Hoy, en este día de renovada Esperanza, constituidos en Comunidad amplia y diversa queremos también recordar a todas las hermanas y hermanos –anónimos o conocidos- que han pasado por nuestras vidas construyendo el camino del Reino.
Todos.- Queremos unir nuestras manos y voces para repetir la oración que Tú nos enseñaste. Oración que resume todo el mensaje de Jesús. Hagamos tu voluntad construyendo un mundo donde todos tengamos una vida digna. Padre nuestro que….
E3.- Antes de compartir este pan y este vino, nos damos la Paz. Que la alegría de la gran noticia que Jesús nos trae allá donde vayamos. ¡Levantémonos, alcemos la cabeza, nuestra liberación ya ha llegado!
Padre nuestro del silencio 1. Padre nuestro, Tu que estás en los que aman la verdad, haz que el reino que por ti se dio llegue pronto a nuestro corazón, y el amor que tu hijo nos dejó, el amor esté ya con nosotros.
2. Y en el pan de la unidad, Cristo, danos tu la paz y olvídate de nuestro mal, si olvidamos el de los demás. No permitas que caigamos en tentación, oh Señor, y ten piedad del mundo.
Paz y abrazos
Comunión Me queda la palabra (Aguaviva)
Acción de Gracias.
Podemos irnos en paz, con la esperanza de que la liberación está cerca y podemos sentirla, siempre que alguien pone un granito de arena para construir otro mundo en el que no haya excluidos, empobrecidos, maltratados, desaparecidos, explotados…
No podemos dejar de unirnos a esa corriente de luz y esperanza que opta con empeño día a día por practicar la solidaridad, la fraternidad y el compromiso como forma de vida.
No olvidemos el mensaje de Jesús: “cuando sigan sucediendo tantos desastres a nuestro alrededor recuperad el ánimo porque la liberación está cerca”.
Tengamos los ojos y los oídos atentos a las señales de liberación y de esperanza que tenemos cerca. Que sean nuestra guía y nuestra referencia.
Y que así sea.
Canción. Llega el día pg. 42 nº 48
Avisos y despedida.