DOMINGO 1º DE ADVIENTO                                                       30 DE NOVIEMBRE DE 2014

MEMORIA DE JESÚS: (ANÁFORA)

LECTOR 1.  Pero es Jesús quien nos trae el mensaje y nos convoca a su Reino. Y Él no lo hace de palabra. Jesús nos lo entrega con su propia vida.

LECTOR 2. “Lo mismo que yo recibí –dice Pablo- y que viene del Señor y que renovamos en cada Eucaristía, es que el Señor Jesús, la noche en que iban a entregarlo, cogió un pan, dio gracias, lo partió y dijo”:

COMUNIDAD. “ESTO ES MI CUERPO, QUE SE ENTREGA POR VOSOTROS;  HACED LO MISMO EN MEMORIA MIA”.

LECTOR 3. “Después de cenar, hizo igual con la copa, diciendo”:

COMUNIDAD. “ESTA COPA ES LA NUEVA ALIANZA SELLADA CON MI SANGRE; CADA VEZ QUE BEBÁIS HACEDLO EN MEMORIA MÍA”.

LECTOR 4. “Y de hecho, cada vez que coméis de este pan y bebéis de esta copa, proclamáis la muerte del Señor, hasta que él vuelva”.

LECTOR 5. “El que come del pan o bebe de la copa del Señor, sin darles su valor, tendrá que responder del cuerpo y de la sangre del Señor”. (1 Cor. 11, 23 – 27)

COMUNIDAD.  ANUNCIAMOS TU MUERTE,  PROCLAMAMOS  TU  RESURRECCIÓN  VEN,  SEÑOR JESÚS.

(Un espacio de silencio)

LECTOR 6. Esta narración de la institución de la Eucaristía se escribió con la clara intención de corregir a los cristianos de Corinto. Pablo había visto en la cena previa cómo, «unos se adelantaban a comer su propia cena, y, mientras unos pasaban hambre, otros estaban borrachos y hartos».

LECTOR 7. Pablo les dice: «En consecuencia, cuando tenéis una reunión, os resulta imposible comer la cena del Señor… ¿Qué queréis que os diga?, ¿Qué os felicite? Por esto no os felicito». (Cor. 11, 20-22)

LECTOR 1. Y Pablo sigue: «Examínese cada uno a sí mismo antes de comer el pan y de beber la copa, porque el que come y bebe sin apreciar el cuerpo, se come y bebe su propia sentencia». (1 Cor. 11, 28-29)

LECTOR 2.  Con el compromiso de no dejar sin pan al que no tiene qué comer, la Paz que nos deseamos y en la que nos abrazamos irá teniendo sentido pleno.

LECTOR 3. Y además, la oración universal, el PADRENUESTRO, producirá el efecto, querido por Jesús, que seamos hermanos de todos los hombres y cuidadores de todos los seres.

ACCIÓN DE GRACIAS. “Bienaventuranzas del Adviento”

  • Felices quienes siguen confiando, a pesar de las muchas circunstancias adversas de la vida.
  • Felices quienes tratan de allanar todos los senderos: odios, marginaciones, discordias, enfrentamientos, injusticias…
  • Felices quienes bajan de sus cielos particulares para ofrecer esperanza y anticipar el futuro con una sonrisa en los labios y con mucha ternura en el corazón.
  • Felices quienes aguardan, contemplan, escuchan, están pendientes de recibir una señal, y, cuando llega el momento decisivo, dicen: sí, quiero, adelante, sea, en marcha…
  • Felices quienes denuncian y anuncian con su propia vida y no solo con meras palabras.
  • Felices quienes rellenan los baches, abren caminos, abajan las cimas, para que la existencia sea para todos más humana.
  • Felices quienes acarician la rosa, acercan la primavera, regalan su amistad y reparten ilusión a manos llenas con su ejemplo y sus obras.
  • Felices quienes cantan al levantarse, quienes proclaman que siempre hay un camino abierto a la esperanza, diciendo: «No tengáis miedo, estad alegres. Dios es como una madre, como un padre bueno, que no castiga nunca, sino que nos acompaña y nos alienta, pues únicamente desea nuestra alegría y nuestra felicidad».