A tiempo distinto, paradigma alternativo. 13 de septiembre de 2020
¡Buenos días a todas y todos! El Grupo de Preparación 1 espera que la vuelta esté siendo tranquila y que nuestras comuneras se vayan recuperando (que las necesitamos y mucho). No sabemos cuánto tiempo pasará hasta que podamos volver a encontrarnos en nuestros locales, pero nos gustaría que la distancia física no fuera un obstáculo para que la vida de la Comunidad siga fluyendo. Por eso, retomamos el curso con esperanzas renovadas.
El título a la celebración es A tiempo distinto, paradigma alternativo, y girará en torno al texto de Mt 18, 15-20: “A vinos nuevos, odres nuevos”. Vivimos un tiempo distinto, nuevo, al que tenemos que hacer frente con otras perspectivas. En la Asamblea de Primavera, la comunidad asumió como reto para esta “nueva era” revisar los criterios y el sistema de valores que tenemos y concretar las prácticas individuales y comunitarias de nuestra actuación en la tierra y en la sociedad trabajando la totalidad de la Comunidad. Se trata de un reto estructural: “a tiempo distinto, paradigma alternativo”.
Oración: Poema Nuestra hora (Pedro Casaldáliga)
Es tarde pero es nuestra hora.
Es tarde pero es todo el tiempo que tenemos a mano para hacer el futuro.
Es tarde pero somos nosotros esta hora tardía.
Es tarde pero es madrugada si insistimos un poco.
Primera lectura: Mc 2, 18-21
“…Nadie cose un remiendo de paño sin tundir en un vestido viejo, pues de otro modo, lo añadido tira de él, el paño nuevo del viejo, y se produce un desgarrón peor. Nadie echa tampoco vino nuevo en odres viejos; de otro modo, el vino reventaría los odres y se echaría a perder tanto el vino como los odres: sino que el vino nuevo, en odres nuevos”.
Segunda lectura: Mateo 18,20
«… Pues donde están dos o tres reunidos en mi Nombre, allí estoy yo en medio de ellos».
Introducción al diálogo y la reflexión
* En la asamblea de marzo nos reafirmamos en que YA estamos atravesando “una era nueva” que nos invita a repensar nuestro modo de ser, de estar en la vida, de actuar en la historia… de una forma (¿posiblemente?) “cualitativa” y cuantitativamente” diferente. Nos los recordaba Casaldáliga: “Es tarde, pero es nuestra hora”.
* Por otra parte, el Evangelio de Marcos 2, 18, nos recuerda apremiantemente que “a vino nuevo, odres nuevos, lo que es una invitación insistente en el cambio.
* La tentación en la que podemos caer las personas de cierta edad, es la de “haber hecho ya lo suficiente en la vida para cambiar las cosas: somos lo que somos y ya lo hemos dado casi todo”; tentación es también “no abrir los ojos para ver que nos estamos solos, que contamos con medios enormemente poderosos para seguir cambiando las cosas que hacemos mal o de forma imperfecta.
* El evangelio de Mateo 18,20 con uno de sus “apotegmas” más atrevidos viene en nuestra ayuda para asegurarnos que no estamos solxs, que contamos con una ayuda insuperable: la presencia entre nostrxs de Jesús de forma misteriosa. Se trata de un “plus” que se une y refuerza nuestra acción, de tal manera que ya en la acción no somos solos, sino que hay un Tercero que acrecienta nuestra labor. El apotegma es así: “Donde dos o más os reunáis en mi nombre, allí estoy yo en medio de vostrxs”.
* Sería lamentable que, después de toda una vida preocupada, ocupada y en gran parte dedicada a una tarea como la de hacer presente el Reino de Dios en la historia, cayéramos en la cuenta de que no habíamos contado con todas y los instrumentos más adecuados para realizar esta labor. Lo dejó dicho a otro propósito el nobel Severo Ochoa: “Siento irme de este mundo sin saber dónde he estado”.
Sin querer condicionar para nada la expresión espontánea década persona queremos reflejaros brevemente algunos contenidos de la reflexión del Grupo de Preparación ante este tema tan importante:
* Nos preguntamos, en primer lugar, si en la comunidad teníamos fe y confianza suficiente en lo que somos: un organismo vivo que necesita fe en sí misma y confianza en que el futura puede y debería ser diferente; si somos conscientes de que, con la presencia de Jesús entre nosotros, somos, como diría Mario Benedetti “muchos más que dos” para abordar la renovación constante que necesitamos.
*Nos preguntamos también, dada nuestra edad y nuestra experiencia, sobre “qué está a nuestro alcance emprender ahora, en nuestro ahora, en nuestro momento”, porque no podemos ocultar bajo el celemín el chorro de luz que supone el apotegma de Marcos: “A vino nuevo, odres nuevos”.
* Y también, con la seguridad de que no podemos quedar parados como si nada estuviera ocurriendo, nos preguntábamos cómo hacer lo que pretendemos hacer desde la comunidad. … Creemos que es una buena preparación para la asamblea de octubre que se acerca.
OFRENDAS
– Un puzle: todos somos piezas únicas, necesarias e irrepetibles para construir el Reino que proclama Jesús.
– Pedro Casaldáliga como ejemplo de vino nuevo en una Iglesia excesivamente acomodada. Se presenta un número de la revista Éxodo dedicado a nuestro Obispo y la foto de su ordenación
– Nuestra aportación económica para que continúen los proyectos que tenemos en marcha.
Pan y vino
Padre Nuestro de los Mártires
Padre nuestro, de los pobres y de los marginados.Padre nuestro, de los mártires y de los torturados.
Santificado sea Tu nombre en aquellos que mueren defendiendo la vida. Tu nombre es glorificado, cuando la justicia es nuestra medida. Tu Reino es de libertad, hermandad, paz y comunión. Maldita toda la violencia que devora la vida por la represión. Queremos hacer tu voluntad, Tú eres el verdadero Dios liberador. No seguimos las doctrinas corrompidas por el poder opresor. Te pedimos el pan de la vida, el pan de la seguridad, el pan de las multitudes. El pan que da la humanidad, que construye hombres en lugar de cañones.
Perdónanos cuando, por miedo, permanecemos en silencio ante la muerte. Perdonad y destruir los reinos donde la corrupción es la ley mayor. Protégenos de la crueldad, de los escuadrones de la muerte.
Padre Nuestro revolucionario, compañero de los pobres, Dios de los oprimidos.
Padre Nuestro revolucionario, compañero de los pobres, Dios de los oprimidos. Padre Nuestro de los pobres y de los marginados. Padre Nuestro, de los mártires y de los torturados.
Nos damos la Paz
Comunión. Durante la comunión se oye la canción “No hay mayor amor”
Acción de Gracias
Damos gracias en primer lugar por poder seguir juntos formando y manteniendo comunidad, aún a pesar de las circunstancias, o ¿precisamente por las circunstancias? Sabes que estamos pasando una mala racha, el mundo no está en paz inundado de violencia, desigualdad, pobreza y despropósitos políticos. Sólo nos faltaba una pandemia que abonara nuestro egoísmo de «sálvese quien pueda». ¿Por qué te damos gracias? porque nos infundes el espíritu de que no queremos salvarnos individual sino comunitariamente y podemos mantener la unión entre nosotros que hace Comunidad.