Celebración 4º Aniv. hermanamiento con la Fundación Pueblo Indio del Ecuador.

Siguiendo el rastro de los pueblos indígenas a través de M. Proaño”

12 de diciembre de 2004

Presentación.-

Otro año más vamos a celebrar un encuentro con nuestros amigos de Ecuador, a través de la Eucaristía de hoy.

Este encuentro lo vamos a enmarcar dentro de nuestros objetivos de este curso, de opción por los pobres, porque los pueblos indígenas son pobres en el sentido general que aquí en Occidente sabemos dar a esta palabra “POBRES”,  pero ellos son así porque nosotros lo consentimos y porque consumimos parte de lo que les corresponde, y ellos siendo pobres nos enriquecen a nosotros porque saben ser solidarios, porque saben compartir lo mucho que tienen, que no son bienes materiales,  pero es esperanza, es alegría, es espiritualidad,  es amor a la tierra  que nos da la vida y nos alimenta, es ternura, es afecto, es amistad en una palabra.

Unámonos con ellos hoy y siempre para conseguir que los esfuerzos para el  desarrollo se orienten en el respeto a la diversidad de los pueblos,  que todos podamos amarnos y amar a nuestros dioses desde nuestras distintas culturas, que sintamos hasta dentro, que siendo distintos, igualmente podemos ser amigos, y que siendo amigos podamos alcanzar el principio de una convivencia armónica entre la humanidad y la naturaleza de la que formamos parte.

Para dar comienzo a esta eucaristía quiero compartir con vosotros este regalo que Nidia me envió una vez

Regalo de NIDIA ARROBO.

Hacer un amigo es una gracia,

Tener un amigo es un don

Conservar un amigo es una virtud

Ser un amigo es un honor

Pobreza en América Latina

“Apareció por mi país”

Conmemorar el Hermanamiento con la Fundación Pueblo Indio de Ecuador es, antes que nada,  una ocasión para reafirmar y celebrar la fe en el Dios de la vida, que nos une con nuestros amigos ecuatorianos;

Pero es también una manera de darle sentido a nuestra fé: una forma de orientar nuestra mirada, nuestro corazón y nuestro compromiso hacia ese territorio de salvación que, incluso desde este primer mundo nuestro, buscamos descubrir de nuevo en los pobres, los preferidos del Padre Dios. Encontramos ese espacio de verdad salvadora en los pueblos indígenas con quien conviven y por quien suspiran nuestros amigos de la Fundación.

Para acercarnos a esa realidad de pobreza, he aquí unos datos –a modo de pinceladas- que nos recuerdan dónde están -y por qué lo son- una parte de los pobres de la tierra. Están tomados de un reciente informe del Banco Mundial titulado «Desigualdad en América Latina y el Caribe: ¿ruptura con la historia?».

En él se dice:

“……Más de la mitad de los 400 millones de latinoamericanos no consiguen satisfacer sus necesidades básicas. 226 millones viven con menos de dos dólares por día.  Y 102 millones (un 25% de toda la población) son indigentes, no consiguiendo siquiera dar qué comer a sus hijos.

Uno de los aspectos nuevos es el surgimiento de los «nuevos pobres», sectores de clase media que se proletarizan (Argentina, donde casi 7 millones de personas han dejado de ser  clase media para transformarse en pobres, es el caso más elocuente).

En los últimos 20 años, casi 91 millones de personas se han vuelto pobres en América Latina. Resultando que hoy hay 40 millones más de indigentes  que hace 20 años.

A la vez, la concentración de la renta  ha hecho que el segmento más rico tenga una renta 20 veces superior a la que perciben quienes están en el 40% más pobre.”  Resultando que

“…..el país más equitativo de América Latina en términos de renta es más desigual que el país más injusto de Europa -incluida Europa del Este. Es solamente comparable con muchas zonas de África y con algunos países surgidos del desmembramiento de la Unión Soviética.

Los sectores más vulnerables en este vendaval de miseria que el liberalismo ha promovido en el continente son las personas mayores, las mujeres, los niños (uno de cada tres niños pasa hambre; 40 millones de niños viven o trabajan en las calles; cada año 190 mil niños mueren por males ligados a la pobreza,…) – y los indígenas.”

Particularizando sobre los pueblos indígenas de Ecuador, cabe completar con datos de la propia CONAIE:

“…..-En Ecuador, el 80% de la población rural vive en la pobreza absoluta. Una mayoría de esa población son indígenas.

-Los Campesinos producen el 75% de los artículos básicos pero solo cuentan con el 35% de la tierra productiva.

-Los indígenas, que suman cerca del 50% de la población total ecuatoriana, no cuentan con ningún congresista en el Parlamento del país.”

Ese es el balance sintético de la aplicación de las políticas neoliberales en el continente en  los  últimos 25 años. Es fácil coincidir con el informe que ‘sin programas económicos centrados en la distribución de la renta, y no sólo en la estabilidad monetaria y en el ajuste fiscal,’ esta situación aterradora tiende a empeorar….. Salvo que el esfuerzo colectivo, desde aquí y desde allá, consiga cambiar el rumbo de esta historia de exclusión e ir construyendo ‘un mundo en el que quepan todos los mundos’

Primera lectura: Fragmentos del discurso de Proaño en la Universidad de Saarland (Alemania) al serle concedido el doctorado Honoris causa en Filosofía

En “El profeta del Pueblo” Fund. Pueblo Indio.

Los indios del Ecuador y de América han empezado a realizar un autodescubrimiento que por encima de todo folklorismo llega al núcleo de su propia originalidad, de su propia identidad histórica y cultural.

Los indios mantienen con la tierra una relación mística. Proclaman que la tierra es su madre, porque de ella han nacido, porque ella los alimenta ,porque en su seno descansan cuando están fatigados por el trabajo, porque a ella volverán cuando mueran.

El hombre se alimenta de la tierra, de las sustancias que la componen de la misma manera como el niño se alimenta de la leche de su madre. Existiendo una relación vital tan estrecha, ¿cómo ha podido el hombre olvidar que es tierra? El indio no lo ha olvidado. “No son ellos los que poseen la tierra sino que es la tierra la que los posee a ellos , más aun, los indígenas son la tierra”.

La visión armónica que el pueblo indígena tiene de la creación, su respeto a la naturaleza y su cuidado de las reservas pueden educar la conciencia ecologista de los hombres de Europa y contribuir a que se haga un alto a la explotación destructora de los recursos naturales.

Para ellos el trabajo no debe ser devastador sino amoroso, parecido al esfuerzo que hace el niño tierno cuando estruja el seno materno para extraer la leche.

De allí mismo extraen una concepción distinta del tiempo que tiene que ser utilizado armónicamente, sin prisas, de acuerdo al ritmo y cadencias de la naturaleza, de acuerdo a la sucesión de las estaciones. E igualmente de su concepción distinta del dinero, cuya adquisición no constituye el objetivo final de su vida y de sus luchas, sino un simple instrumento de intercambio.

Música de la canción “Vamos compañero” (CD de Proaño, nº11).

Introducción a la 2ª lectura: evangelio de Juán: La Samaritana.

Hemos destacado del texto el encuentro de Jesús con  una persona  marginada  de su época,  mujer  y samaritana, a la que Jesús se acerca pidiéndole lo que ella puede dar  y a la que ofrece el convertirlo en su interior en un manantial del que surge la vida eterna..

Hoy , estamos celebrando el hermanamiento con   una pequeña comunidad, indígena, excluida y marginada por las autoridades religiosas y civiles de su pueblo, que nos pide y agradece que compartamos  lo que tenemos, que sin duda se convertirá  también,  para todos, en un manantial de vida,de verdad… en el que reconoceremos de nuevo la presencia ,hoy ,de Jesús en lo más profundo de cada uno., que  descubriremos entre nosotros ..

Jn 4, 4-15; 23, 25-26 y 39.

«Jesús en su viaje , a través de Samaría, llegó a un pueblo llamado Sicar..en dónde estaba el pozo de Jacob.

Jesús, fatigado por la caminata, se sentó junto al pozo. Era cerca de mediodía. En esto, una mujer samaritana se acercó al pozo para sacar agua. Jesús  le dijo:

-Dame de beber.

La samaritana dijo a Jesús:

-¿Cómo es que tú, siendo judío te atreves a pedirme agua a mí, que soy samaritana?. (Es de advertir que los judíos y los samaritanos no se trataban).

Jesús le respondió:

-Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide  de beber, sin duda que tú misma me pedirías a mí y yo te daría agua viva

Contestó la mujer:

-Señor, si ni siquiera tienes con qué sacar el agua y el pozo es hondo, ¿cómo puedes darme «agua viva»?.Nuestro padre Jacob nos dejó éste pozo del que bebió él mismo, sus hijos y su ganado. ¿Acaso te consideras mayor que él?

Jesús replicó:

-Todo el que bebe de éste agua, volverá a tener sed; en cambio, el que beba del agua que yo quiero darle, nunca más volverá a tener sed. Porque el agua que yo quiero darle, se convertirá en su interior en un manantial del que surge la vida eterna.

Entonces la mujer exclamó:

-Señor, dame de esa agua; así no tendré que venir hasta aquí para sacarla.

Jesús respondió:

-Ha llegado la hora  en que los que rinden verdadero culto al Padre, lo adoran en espíritu y en verdad…

La mujer dijo:

-Yo se que el Mesías, es decir, el Cristo, está a punto de llegar, cuando él venga nos lo explicará todo.

Entonces Jesús le dijo:

-Soy yo,el que está hablando contigo.

Muchos de los habitantes de aquel pueblo creyeron en Jesús por el testimonio de la samaritana.

Introducción a la reflexión colectiva.

No podemos eludir nuestra responsabilidad ante la pobreza de los pueblos de América. Nuestros antepasados invadieron aquellas tierras: matando a millones de indígenas, arrasando sus bienes y cultura.

Nosotros podemos sentimos justificados porque a lo largo de la historia diversos pueblos han ido haciendo lo mismo unos con otros, imponiéndose los que tenían más fuerza.

Sin embargo, en el caso de los pueblos amerindios, se da la particularidad de que siguen estando en una situación de explotación semejante a la quedaron reducidos hace más de 500 años: siguen viviendo en los montes a donde se les echó; sus señas de identidad:  lengua, costumbres, forma de organizarse y de relacionarse con la naturaleza todavía no se reconocen ni se protegen.

Es de justicia que ahora reparemos el daño que se les causó: compartiendo nuestros bienes con ellos, estando abiertos a aprender de su estilo de vida: el sentido colectivo de la organización de las comunidades, su filosofía de armonía con la tierra, …

Pensamos que es interesante preguntarnos cómo concretar la respuesta que podemos dar, a partir del hermanamiento que celebramos con la Fundación Pueblo Indio del Ecuador.

Los dos ejes que señalamos para la reflexión:

Cómo nos abrimos para recibir ese otro modo de vivir que nos presentan los indígenas: Forma de organizarse (las mingas). Fª de armonía con la naturaleza…

Qué estamos dispuestos a hacer.

Cantamos : “Ven, ven, Señor” pag. 39

–         Ofrendas.

–          §         Pastas enviadas por Nidia               ———–

–          §         Maceta con una encina                ——–

–          §         “Memoria” de los Jardines            ———

–          §         huipala                                         ———–

ANÁFORA EUCARISTÍA

Equipo- Te damos gracias Padre y Madre, porque a pesar de todas las angustias, las opresiones, el sufrimiento y en muchos casos la aniquilación de los pueblos indígenas, mantienes en ellos viva la llama de la esperanza en su liberación y reconocimiento plenos.

TODOS- Porque tú eres el libertador, el Dios que nos anima y nos da fuerzas para seguir en la lucha.

G1- Queremos también darte gracias por el testimonio de Monseñor Proaño, “El Obispo de los indios”, que entregó su vida al servicio de los más pobres y oprimidos.

G2- Así mismo queremos expresar Padre y Madre en esta celebración, que nos sentimos felices de nuestro hermanamiento con la “Fundación Pueblo Indio de Ecuador”, pues ella ha sabido recoger todo el precioso legado de Monseñor Proaño y nos permite a nosotros, aunque sea desde lejos, colaborar en mantenerlo plenamente vivo y actual.

TODOS- Por todo ello, té damos gracias y uniendo nuestras voces especialmente hoy, a todos los pueblos indígenas, te cantamos:

SANTO, SANTO, SANTO (Santo de la misa nicaragüense, pag. 71).

G3- Pues el compromiso con la vida de los pueblos indígenas, su espiritualidad, identidad y valores, son como semillas que sembrados en la tierra, generan como fruto una sociedad que respeta la solidaridad y la reciprocidad como norma de vida.

G4- Además la voluntad y esperanza de los pueblos originarios, de que los esfuerzos para el desarrollo se orienten en el principio cosmogónico de una convivencia armónica entre la humanidad y la madre naturaleza, la pacha mama, deben ser para nosotros, Padre y Madre creador de todo, una llamada de atención a la depredación y destrucción que los países ricos estamos haciendo de la naturaleza.

TODOS- Sus sueños están directamente vinculados a la protección de sus territorios, pues este es el centro multidimensional que abarca no solo el terreno físico, sino también la espiritualidad de los seres vivos, como los animales y las plantas que alberga la tierra, los sitios sagrados, así como las historias ancestrales que conectan el antes, el durante y el después, conexión vital de sus existencia.

G5- Te pedimos pues, Padre y Madre, que envíes tú Espíritu sobre los pueblos indígenas, sobre la Fundación Pueblo Indio de Ecuador y sobre todos nosotros, a fin de que ese espíritu de Jesús esté presente en todo momento, y nos dé ánimo y fortaleza a todos, en nuestros trabajos, luchas y compromisos solidarios.

Equipo- Porque este mismo Jesús, al que ahora invocamos, lo dio todo, hasta su propia vida, por la liberación de los más pobres y excluidos, de los últimos, y Él mismo, en la noche en que iba a ser entregado, tomo pan en sus propias manos, lo bendijo, lo partió y lo repartió entre todos diciendo:

TODOS- TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL……….

Equipo- Al acabar la cena hizo lo mismo con la copa, te dio gracias y la repartió entre todos diciendo:

TODOS- TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL………..

G6- Gracias Padre y Madre, porque la entrega total de tu hijo, nos trae salvación, así como la de tantos hombres y mujeres, conocidos y desconocidos, que han dado su vida por la libertad, la justicia, la paz y la fraternidad. En especial hoy queremos tener presente a tantos indígenas y defensores de los pueblos indígenas, que han sufrido por ello persecución e incluso la muerte.

G7- Y no podemos olvidar tampoco a tantos hombres y mujeres, que se han visto obligados a abandonar sus hogares a consecuencia de la pobreza y la explotación, con sus familias desgarradas en muchas ocasiones por la separación, y que viven en tierras extrañas, a veces discriminados y humillados.

G8- Porque a pesar de tanto dolor y de tanto sufrimiento, y después de tantas generaciones, ahora más que nunca permanece viva la lucha, la esperanza y la utopía de que otro mundo es posible, en el que se respeten sus derechos ancestrales, su organización social, su cosmovisión, su cultura y sea posible “un mundo en el que quepan todos los mundos”.

TODOS- Te pedimos también Padre y Madre por todos nosotros, para que nuestro hermanamiento con la Fundación Pueblo Indio de Ecuador, nos sirva de estímulo, y nos dé ánimo y coraje para arriesgarnos en el compromiso de trabajar por tu Reino y luchar contra el antirreino, y hagamos posible la paz como fruto de la justicia, y brille ya para siempre la luz, una vez disipadas las tinieblas de la pobreza, la ignorancia y la opresión.

Por Él, con Él y en Él, te alabamos y te damos gracias, Padre y Madre nuestra y en la unidad del Espíritu Santo, celebramos la alegría de tu salvación por los siglos de los siglos. Amén.

Equipo- El Padre Nuestro es la oración que mejor simboliza la hermandad y la fraternidad, pues somos todos los hombres hermanos, hijos del mismo Padre-Madre. Por eso hoy, de manera especial, cuando unamos nuestras manos, también lo vamos a hacer espiritualmente con nuestros hermanos de la Fundación Pueblo Indio. Tengámoslo presente.

TODOS- PADRE NUESTRO

Cantamos para terminar: “Solidaridad”